“La ambición es implacable. Cualquier mérito que no puede utilizar lo considera despreciable.”

ELEANOR ANNA ROOSEVELT

“Todos los días nace un muerto

y en todo huerto habita un manco

y en todo banco duerme un tuerto.

En todo puerto hay un estanco

y en todo embuste hay algo cierto

y en todo negro hay mucho blanco…

Todos los días muere un poco

el fontanero de la esquina.

Todos los días sale un loco

de algún rincón de la cocina.

Esta es la realidad que toco

cuando trabajo en la oficina

viendo en la acera al que camina

sacándose y comiendo un moco.

Y es el misterio que yo invoco

que nadie ve ni lo adivina

ni lo resuelvo yo tampoco.

¡Así es la gente de cretina!”

GABINO CARRIEDO

No se merece ser “Lady Tupperware”. Las mujeres que venden la marca son luchonas, trabajadoras, decentes. Lo mismo digo de las que venden Avon, Mary Kay o cualquier otra línea de productos a la que quiera hacer referencia Ana Guevara para mostrar su desprecio por las nadadoras mexicanas.

La servidora pública se lanzó en contra de las deportistas de nado sincronizado (y luego contra su entrenadora, otros atletas, personalidades y actores varios), diciendo que eran mentirosas y que, si por ella fuera, podían “vender calzones, Avon o Tupperware”. Afirma, también, que le deben dinero a la Conade.

Creo que, si acaso, los apodos de lady que se merece la hoy directora de la Comisión serían “lady vulgar”, “lady mentirosa”, “lady envidiosa” y, sí, “lady investigada por la ASF” (esto último por los cientos de millones faltantes en la mencionada dependencia bajo la titularidad de la susodicha).

Pero lo que más llama la atención es la actitud del presidente López Obrador: en lugar de regañarla por la crisis en la que tiene sumido el deporte mexicano y por las respuestas dignas de una arrabalera (y no de una funcionaria de su administración) —y tras de eso correrla por la robadera—, la conmina a no caer en… “provocaciones”. Así lo dijo AMLO: “… lo que quieren nuestros adversarios es que nosotros contestemos mal, que es el caso de la directora del deporte, Anita Guevara, que les hace el caldo gordo”.

‘Ya chole’ con la actitud de López Obrador. No somos sus adversarios; somos mexicanos —los mismos que señalamos la corrupción en otros gobiernos— y que ya estamos hartos de que la 4t ha resultado más corrupta que todos los regímenes anteriores.

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Hartos de que insista en reyertas y que llame “politiquerías” a las observaciones de la Auditoría Superior cuando estas no le favorecen. Más de 377 millones de pesos en faltantes en la gestión de Gabriela Guevara.

Tampoco son adversarios los deportistas de alto rendimiento que han logrado medallas (varias más que Guevara, por cierto) y que solicitan apoyo del gobierno.

Y si de contestar mal se trata, la que no solo contesta mal sino que llega a las amenazas (esas sí, no como las que el senador Armenta le adjudica a la ministra Piña) es “Anita” Guevara.

A principios de este año salieron unos audios donde la directora de la Conade amenaza a las atletas de diversas disciplinas acuáticas. Ella, junto a Kiril Todorov, expresidente de la Federación Mexicana de Natación, tratan de chantajear a los atletas para que presionen a autoridades varias para que desaparezca el “Comité Estabilizador” y regrese Todorov a su cargo, pues de lo contrario les retirarán las becas y los apoyos. Se escucha claramente: “si seguimos adelante, la Conade se va a volver rehén del Comité Estabilizador. Llegó el momento de hacer un alto y ustedes quedan en medio. Vamos a tener que congelar becas, salarios y se cancela todo evento mientras esto no se solucione”.

Y Guevara cumplió. Les quitó becas y apoyos, al grado que las deportistas dedicaron tiempo y esfuerzo en buscar otras vías legales para hacerse de apoyos.

López Obrador defiende lo indefendible; a una persona que, además de llevar una pésima administración, levanta falsos como que Paola Longoria debe más de un millón y medio de pesos o que las del equipo de nado sincronizado deben más de 40 millones (cuando a Guevara se le pidieron pruebas de sus dichos, se limitó a decir que los recibos de Longoria de 2014 se habían perdido…).

Qué lástima que en las olimpiadas a celebrarse en París el próximo año no exista la prueba de “acusar sin pruebas”. El oro sería para López Obrador y el cobre lo detentaría Guevara. Ya lo enseña…

La Conade y el gobierno federal ni siquiera pueden poner orden a su narrativa: que sí, luego que no, más tarde que sí apoyan a las nadadoras. Y como si López Obrador no entendiera que la Conade y “Anita” son parte de su administración, reconoció: “el hecho de que no se le brindara el apoyo al equipo de nado sincronizado estuvo mal… de haber sido planteado el problema a su gobierno se les hubiera dado”. Ese es el punto precisamente: para eso existe la Conade, la cual depende de SU gobierno. Cabría preguntarse, entonces, ¿para qué tener a Guevara en la Comisión si quien quiere resolver es él?

Viendo la gran labor que han hecho las nadadoras, una historia que conocimos muchos de su venta de trajes de baño, de su intento de lograr ir a Egipto, del apoyo de Arturo Elías y Carlos Slim, de su gran desempeño allá (dos oros y un bronce), Guevara tendrá que salir de la Conade; el manto protector de AMLO ya no alcanza a tapar sus triquiñuelas y corruptelas.