El día de ayer la politóloga y columnista Denise Dresser sufrió el repudio de un grupo minúsculo de jóvenes quienes de manera violenta le pidieron a gritos  que abandonara  el Zócalo en la congregación por el movimiento del 2 de Octubre.

Estos jóvenes se dijeron simpatizantes del presidente, por lo que se entiende que sus gritos y su “discurso” para correr a Denise Dresser estaba totalmente instruido por alguien más. No me parece que fuera realmente  genuina y “orgánica” la reacción de estos jóvenes al increpar a la politóloga.

Eso no me sorprende, lo que me sorprende es que el día de hoy en la mañanera le preguntaron al presidente qué opinaba de las agresiones que padeció Denise Dresser y prácticamente dio a entender que no estuvo mal.

Dijo que era una gran transformación la que se estaba viviendo en el país.  También dijo que mucha gente que se dice preparada es muy clasista y racista; que los tiempos han cambiado y que estaba bien combatir a la hipocresía.

Es lamentable ver cómo el presiente solo defendería y defiende a quien se somete a él; al que le rinde pleitesía y lo alaba... queda más que claro.

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No podemos dejar de advertir que ayer  lo que sucedió en la plancha del Zócalo fue una mujer que a gritos la querían correr.

Esto, desde donde se le vea no es correcto. Si AMLO solapa este tipo de acciones y casi casi las arropa, deja desprotegida también a Claudia Sheinbaum, pues da a entender que la gente tiene derecho a “correr y gritarle” a las personas que no piensan como ellas.

¿Se imaginan que un día le pudiera pasar a Sheinbaum esto? ¿Defendería el presidente está acción o la condenaría?

Cada día, el presidente pierde más la neutralidad y la objetividad. Cada día polariza más y divide, pienso que es una pésima estrategia tomada por parte de él si es que quiere que su movimiento perviva.

No es a través de gritos como se resuelven las cosas, eso no es dialogo ni es respetuoso.

Pero, sutilmente AMLO empieza a permitir las agresiones y a darle luz verde a estos jóvenes que no tienen idea de muchas cosas pero que son fácilmente manipulables y manejables, es ahí entonces donde, ojalá me equivoque y solo sean suposiciones mías, van a “usar” a jóvenes para disgregar, golpetear y violentar. Hay varios jóvenes que defienden al presidente en formas bastante violentas, entonces parece que va por esa línea.

Es la línea que quieren seguir pero no va a funcionarles porque entonces se caerá en un estado de constante agresión y violencia verbal, esperando que no pase a violencia física, porque ayer lo vivido por Denise Dresser estuvo muy cercano de pasar de los gritos a los golpes, si no es porque un cuerpo de mujeres la arroparon  y le tendieron una especia de cápsula para protegerla.

El Zócalo que no se nos olvide es de todos y de todas , pero ayer el presidente no toleró que alguien que tan puntualmente ha sido crítica del gobierno estuviera en su “patio” presidencial.

No me consta que el presidente haya mandado a correr a Denisse, pero si hoy defendió esto, me deja mucho que pensar.

Veo cada vez más imposible que el presidente tome una acción conciliatoria y neutral.

No nos quiere… esa es mi sensación. No quiere a quien no lo entendemos, a quien no aceptamos su forma de gobierno.

Nadie de la 4T quiere a quienes no les aplauden y les hacen caravanas.

Muchos de nosotros estamos solos. Huérfanos.

Y quizá es porque es lunes y los arranques  de semana cuestan o me siento bastante desmotívala y derrotada, pensando que ya nadie cambiará al presidente en su sentimiento de división y polarización.

Pero no perdamos la fe. Quizá algún día… Alguna vez