Con la 4T como catalizador y a un paso muy lento, pero poco a poco hemos comenzado a ver cambios en la manera en que se conducen medios y comunicadores. La prueba más reciente fue la sentencia de varios meses en prisión de la “youtuber” Yoseline Hoffman, quien además tuvo que pagar una multa económica y comprometerse a dejar de insultar mujeres y grupos vulnerables en sus transmisiones de YouTube.
Mención aparte merece el calderonista y filocalderonista-pseudocomediante José Manuel “Chumel” Torres Morales, quién desde hace aproximadamente una década se ha dedicado a difundir mensajes de odio en redes sociales, en YouTube y durante un breve lapso en la cadena HBO, bajo el falso disfraz de la “comedia”.
Haciendo una pequeña búsqueda en redes, el racista y misógino José Manuel, quién hasta la fecha insiste en que el espurio genocida Felipe Calderón es “el mejor presidente” de la historia de México, se ha referido a las mujeres indígenas de forma denigrante, al llamarlas “barbies oaxaqueñas”.
Desde su mediocre portal de “El Pulso de la República”, ha instrumentalizado a su horda de niños ratas reaccionarios en redes sociales para hacer acoso masivo a mujeres (e incluso a mi, en más de alguna ocasión, lo cual me tiene sin cuidado y por eso es que el niñor cuarentón me tiene bloqueado desde hace años) e incluso ha llegado a hacer chistes sobre “patear sirvientas”.
Pero eso no es lo único que ha hecho el adulto con mentalidad de adolescente a quien en redes apodan “Chumbestia”: también en incontables ocasiones, desde las ondas de radio propiedad de la nación en donde “trabaja”, ha hecho comentarios racistas sobre el actor Tenoch Huerta, mofándose de su apariencia y su color de piel, uno de los motivos por los cuales la cadena HBO decidió deshacerse de su presencia tan tóxica en sus pantallas.
Por este motivo, es correcto que la senadora de Morena, Bertha Caraveo, haya presentado la denuncia correspondiente contra José Manuel Torres por violencia política de género. No es obligación aguantar los acosos radiales o en redes de ese señor con ideologías retrógradas, racistas y de tintes fascistoides. Así como Yoss Hoffman escarmentó, así tendrá que escarmentar este pseudocomediante por sus agresiones reiteradas. Es hora de que enfrente las consecuencias de sus actos.