Me parece importante observar el movimiento del mundo sindical nacional en torno a las precampañas presidenciales. Hace muchos lustros, cuando los más grandes y fuertes eran los sindicatos “oficialistas”, éstos solamente tenían ojos para al candidato del PRI.
Sin embargo, los tiempos han cambiado, y con ellos también las formas de exigir y mantener el equilibrio de fuerzas entre la clase trabajadora y el sector patronal. Los sindicatos han visto mermada su imagen “todopoderosa” y su credibilidad frente a la clase trabajadora, que demanda de diferente manera el respeto a sus derechos laborales, así como un alto a los atropellos que se ejercen desde las esferas de poder.
Por eso es imperante ver cómo se van dando los acomodos. Sabemos que el sindicalismo aeronáutico no es un ente monolítico, sino que hay una gran diversidad, y en el país tenemos sindicatos democráticos, patronales e híbridos; no puedo asegurar en este momento que eso sea el motivo, pero la realidad es que otras fuerzas sindicales, distintas a la aviación, ya están desde este momento actuando con un rumbo político claramente trazado.
Me refiero al Movimiento Nacional por la Transformación donde participan miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). En la pasada Convención Nacional Democrática, llevada a cabo en la Ciudad de México el 25 de noviembre, los asistentes refrendaron su respaldo a la precandidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum. Ahí realizaron además una serie de planteamientos con la abierta y clara intención de democratizar al SNTE.
La bienvenida estuvo a cargo del maestro Victoriano Reyes y el evento fue encabezado por su coordinador nacional Ricardo Aguilar, quien desde hace ya más de cinco años ha estado luchando por lograr la democratización real de su sindicato. Y es que para ellos un punto fundamental es que la construcción del “segundo piso” -como le comienzan a llamar al proyecto político de Sheinbaum- va de la mano, tanto de la labor educativa, como de la sindical.
En esta Segunda Convención Nacional Democrática estuvo presente Juan Carlos Beltrán, representante del Consejo Nacional de Ciencia y Academia, y que además acompaña a la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo en la coalición “Juntos haremos historia”.
Los participantes resaltaron que, para tener una verdadera transformación política, se requiere llevar a cabo una transformación sindical. “Que la maestra y el maestro jueguen un papel preponderante en la nación”, plantean. Sin duda alguna, el magisterio se ha colocado en muchas ocasiones como un gran villano al que hay que atacar, sobre todo en el discurso que utilizan las élites de derecha como Claudio X. González.
Dentro de la reunión resaltaron la urgencia de que el SNTE reivindique la labor del docente, donde la inclusión y la pluralidad sean una prioridad; maestros desde Tijuana hasta Chetumal expresaron los distintos problemas a los que se enfrentan, y que sus reclamos laborales no han tenido eco en una dirigencia caduca, la cual se tendrá que renovar el próximo mes febrero del 2024.
A su vez Juan Carlos Beltrán, que asistió en representación de la precandidata Claudia Sheinbaum, les hizo participe de que el coordinador nacional, Ricardo Aguilar, será parte del Consejo Nacional de la Educación, órgano que está elaborando las bases para la construcción de un nuevo proyecto educativo que le dé continuidad a la “Nueva Escuela Mexicana”.
Todo esto debe ser analizado, y tomado muy en serio. Yo sé que es una noticia que puede quedar perdida en el gran océano de notas sobre actos de precampaña, pero hoy, ante los resultados de la prueba PISA, donde participan 81 países Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), nuestro país ocupa el lugar número 51.
Es evidente que la pandemia de Covid 19 provocó severos estragos en el aprendizaje de los alumnos; desnudó precisamente a nuestro sistema educativo, que lejos de lo que piensa una gran mayoría, la educación no puede seguir siendo la repetición mecánica de información, sin la capacidad de utilizarla en la vida diaria.
El inciso “a” de la fracción II del párrafo onceavo del artículo 3º constitucional establece que la democracia no solamente es una estructura jurídica y un régimen político, sino un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo; por esta razón es relevante que nos percatemos que la democracia sindical sí influye en la educación de nuestros hijos. Todo está conectado (por eso es un “sistema”): un maestro bien capacitado, con condiciones laborales adecuadas, tendrá todas las herramientas necesarias que se requieren en el aula escolar.
Y a su vez, nuestros hijos se verán beneficiados al obtener una educación basada en el aprendizaje real, aprendiendo la importancia de hacer comunidad, y que los logros no van en solitario, sino que debemos impulsar el trabajo en equipo. No podemos tapar el sol con un dedo, sabemos muy bien que cuando se llega a adulto, muchos tienen graves problemas para trabajar en conjunto con otros seres humanos, y no es casualidad, sino que es derivado de recibir una educación individualista.
Y justamente aquí me quiero detener, porque es la primera vez que la prueba PISA realiza en paralelo un estudio en el que mide “la felicidad de las aulas” y los resultados son totalmente shockeantes, esta prueba consistió en medir tanto el bienestar material, cultural y psicológico o la apertura a la diversidad de los alumnos en el colegio.
¿Quieren saber los resultados? Los países con más altos puntajes en matemáticas como lo son Singapur o Taiwán o Japón demostraron que sus alumnos tienen un gran miedo al fracaso, y que limitan mucho sus actividades extracurriculares como lo es participar en actividades deportivas.
En cambio, países como España o Perú que no son de los primeros en esta prueba, en la evaluación paralela demostraron tener estudiantes con mucho menos ansiedad y estrés, además de estar mucho más enfocados en hacer deportes. Lo que sin duda nos arroja luz que una prueba como esta no solo debe abordar el lado académico, sino también medir el desarrollo de manera integral de los estudiantes.
En las próximas campañas presidenciales, quienes aspiran llegar a la silla, tendrán que dar a conocer cuál es su proyecto de nación, En el caso de Claudia Sheinbaum está claro que se va por una continuidad de lo que ha hecho la Cuarta Transformación, de la mano de Andrés Manuel López Obrador.
Veremos también qué es lo que ofrecen los otros candidatos en materia educativa. Lo que sí puedo resaltar es que tanto en los dos gobiernos panistas, como en el de Peña Nieto, los planteamientos sobre la educación consistieron básicamente en la creación de esclavos que alimenten las voraces fauces del capitalismo rapaz.
Mientras los vientos de cambio ya empiezan a generar olas en el sindicalismo de la educación, estaré atenta al comportamiento de los sindicatos de aviación, para ver cómo -y sobre todo a partir de cuándo- se van acomodando.
Lo que les puedo adelantar es que mi sindicato, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) está perdida, sin rumbo ni dirección en este mar cada vez más agitado.
Enhorabuena al Movimiento Nacional por la Transformación, que sin medias tintas y con la cara y el corazón al viento buscan la democracia en el SNTE, y han fijado ya su postura política, caminando al lado de la Dra. Claudia Sheinbaum.