“Para quien se siente solidario con el destino de este mundo, el choque de las civilizaciones le resulta angustioso.”
ALBERT CAMUS
¿Cómo se pronuncia Qatar de manera correcta? Hay discusión en redes sociales al respecto. También circulan videos en internet para enseñar cómo debe ser la pronunciación perfecta del nombre de ese país. Hay uno particularmente interesante en BBC.
Lo que no se discute es el fracaso de la Real Academia Española. ¿Qué encontramos si buscamos la palabra Qatar en la página de internet de esta institución cultural cuya misión consiste en establecer los “criterios de propiedad y corrección” de nuestro idioma? Lo que encontramos es que no existe Qatar… El Diccionario de la lengua española solo dice: “Aviso: La palabra Qatar no está en el Diccionario. Las entradas que se muestran a continuación podrían estar relacionadas: catar, datar, matar”. Evidentemente la primera de las alternativas que da la RAE NO se refiere al país mundialista, ya que está escrita con minúscula.
La academia de la lengua y la agencia de noticias Efe patrocinan a FundéuRAE, una fundación “cuyo objetivo es colaborar con el buen uso del español en los medios de comunicación y en internet”. ¿Qué dice la FundéuRAE sobre Qatar? Que “la grafía adecuada en español del nombre del emirato árabe es Catar, con c, y no Qatar, con q”. Pero ningún periódico que yo haya leído en español —de México, Argentina o España— usa “la grafía adecuada”, ya que todos prefieren la inadecuada, Qatar. Hasta la agencia Efe en sus notas escribe el nombre de ese país con q. ¿Rebeldía contra la Real Academia Española? Más bien, incompetencia de esta honorable institución nacida en 1713 en la ciudad de Madrid.
Por cierto, la RAE tiene otros diccionarios, uno de ellos el Diccionario panhispánico de dudas, que sí sugiere el uso de la q: “Qatar. Grafía recomendada para el nombre de este emirato situado en la península de Arabia. Esta forma es la que resulta de aplicar las normas de transcripción del alfabeto árabe al español, según las cuales la letra qāf con la que comienza este topónimo en árabe se representa en español mediante la letra q”.
Como la Chimoltrifua, la Real Academia Española como dice una cosa dice la contraria y se queda tan ufana de su sabiduría lingüística.
En fin, con q o con c, pronunciado de una u otra manera, Qatar no es ningún ejemplo positivo en temas fundamentales de derechos humanos. No existen videos ni alegatos académicos suficientes para explicar el que la FIFA haya decidido hacer una de las fiestas más igualitarias, libertarias y queridas en el orbe, como es el Mundial del futbol, en una nación donde todo es delito, prohibición y restricción porque así lo dicta su religión. ¿Para qué realizar una fiesta internacional en un país instalado en pleno medievo? Vaya, ni tomar cerveza afuera de los estadios se permite (ya no hablar de hacerlo en las gradas mientras transcurre un partido), sin olvidar que las mujeres (y mismo eso solo las turistas) pueden andar por las calles siempre y cuando no usen escotes, faldas o shorts. ¡Ah!, las camisetas deben tener mangas, no pueden ser de tirantes.
Uno
Dicen recibir a todo el mundo con los brazos abiertos, pero a la comunidad LGTB no forma parte de su “todo el mundo”. Esa no es bien vista. De hecho, fuera del mundial, las relaciones homosexuales están penadas en el país musulmán. ¿Arrumacos públicos? Prohibidos, sean de heteros u homosexuales. Lo resumo en un incidente: para mostrar su apertura, le prohibieron usar a un reportero un cubrebocas pintado con los colores del arcoíris…
Una dimensión por muchos asiduos del futbol —mayoritariamente occidentales—que nos hace pensar en tiempos muy pasados añorados por alguno que otro populista que, además de que quiere le hagan caso de forma absoluta, busca erigirse con un poder religioso…
Dos
Sí, las leyes son las de un Estado religioso. Culpar a Dios o a Alá o a cualquier ente “superior” de la mente obtusa de los gobernantes es bastante injusto, por decir lo menos. Pero esa es solo mi opinión.
Y, bueno, por lo que al Estado de derecho se refiere, ya se dejó entrever lo enclenque del mismo. Y para muestra un botón: aunque se había dado el permiso para la venta/el consumo de alcohol en los estadios y sus cercanías, ahora, apenas el viernes, se prohibió.
En resumidas cuentas, en Qatar dicen que están abiertos a todo en este mundial, pero ni tanto.
Tres
¿Cómo se castiga a quien viole una ley menor? Ni abrazos ni balazos; eso sí, latigazos. ¿A quien robe pertenencias a algún turista? El que haya sufrido un daño en su propiedad puede decidir el tipo de castigo que se le impondrá al ladrón… Eso es lo que se entiende a partir de lo que le ocurrió ayer a una reportera de Argentina a quien le robaron su cartera en plena transmisión.
¿Los derechos humanos? Al libre arbitrio, empezando por someter a que cualquier individuo pueda decidir el tipo de castigo que debe recibir el infractor.
De veras, ¿a quién se le ocurrió Qatar para el Mundial? Gran error. Uno de los festivales más capitalistas, que supone tolerancia. Obvio, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, dio un discurso en contra de quienes quieren “boicotear la copa del mundo”… Y para apoyarlo, en una escena sumamente surrealista, su coordinador de comunicación soltó que él era gay y que estaba bien en Qatar. Él quizá, con todo el poder de la FIFA que lo respalda, ¿pero el turista normal?
Infantino se lanzó en contra de los europeos que cuestionan esta copa. Optó mejor por criticar lo que dicho continente hizo hace más de mil años. ¿Suena familiar eso de culpar al pasado y negar la culpa del presente? En pocas palabras, antes estaban peor…
Cuatro
Yo digo que la muerte de los trabajadores migrantes en Qatar debido a condiciones infrahumanas o la violación de los derechos de la comunidad LGBTQ y de las mujeres, hacen ver que no todo estaba peor antes. Esa es la verdad.
A raíz de esto, las cantantes Dua Lipa y Shakira cancelaron su presentación en la inauguración del mundial. Acusan violaciones a los derechos humanos y discriminación al colectivo LGBT. Es cierto, otros cantantes (J. Balvin y Maluma) no solo confirmaron su asistencia, sino que cobrarán —y mucho— por su performance el día de mañana.
¿Será que le han apostado a que el futbol podría ayudar a terminar con el desequilibrio social y político que es juzgado en todo el mundo?, ¿convertirse en la razón para que cesen las violaciones a los derechos humanos?
No creo. Todo lo opuesto; la FIFA, los jugadores y promotores y gobiernos varios quedan como un pequeño grupúsculo incapaz de defender los derechos de las personas...
En fin, ya veremos qué sigue. Este asunto apenas comienza.