México vive una crisis sin precedente en términos de su democracia constitucional, al menos en su pasado reciente. Por primera vez desde la transición democrática existe un intento abierto por parte del Ejecutivo de someter al poder responsable de velar por el respeto de los minorías y por la salvaguarda del orden constitucional.

En este contexto, recomiendo escuchar la entrevista realizada por León Krauze a Juan Luis González Alcántara. En ella, el ministro de la Corte relata cuál fue su relación con el presidente AMLO previo y posteriormente al dictamen en torno a la inconstitucionalidad del plan B , y sobre todo, en relación con la voluntad del jefe del Estado de adscribir la Guardia Nacional a la Sedena.

Sí, los corifeos del régimen no harán más que repetir los eslóganes de AMLO bien conocidos hasta el hartazgo, y no titubearán en descalificar al ministro para tildarlo de “conservador” o “miembro de la mafia del poder”... ¡Qué pereza!

En opinión del ministro González Alcántara, quien ha sido uno de los ocho que se han opuesto a las deliberaciones inconstitucionales del régimen, la reforma al Poder Judicial no ha derivado más que de una venganza de AMLO contra el único contrapeso que “frenó” a la autoproclamada 4T.

En esta tesitura, no se necesita ser especialista en derecho constitucional para determinar que el artículo 21 establece que la Guardia Nacional es de carácter civil, por lo que su adscripción a la Sedena sería, a todas luces, contraria a la letra de la Carta Magna. De allí, a juicio del ministro, la decisión de los 8 de echar para abajo el decreto. Ahora, sin embargo, los morenistas van a por la reforma del citado artículo.

Las declaraciones del ministro González Alcántara han revelado, una vez más, el carácter autoritario de AMLO y de su gobierno; un régimen que no cejará en su empeño de destruir a las instituciones del Estado, de pisotear a las minorías, de violar libertades ciudadanas, de destruir a la oposición y de socavar a la débil democracia mexicana.