Toda historia tiene dos lados, como las caras de una moneda, y lo que voy a narrar no será la excepción. Por un lado, aparece un video en la cuenta de Tik Tok de Carlos Del Valle, quien además de ser hijo del “nuevo” dueño de Interjet, se ha convertido en una especie de vocero de la empresa de la que su papá adquirió el 95% de las acciones.
En dicho video afirma encontrarse en una “gira de trabajo por Centroamérica”, aunque el video está grabado en Colombia, que propiamente dicho es parte de Sudamérica. Pero ese no es el único, ni el más grave de los gazapos del video que ahora está en Internet. El protagonista de la grabación asegura que está “en vías” de demandar a varios exdirectivos, por cometer fraude en perjuicio de la aerolínea.
Tal y como lo hemos podido comprobar en el pasado, en videos y posts de sus redes sociales, Carlos Del Valle miente con una estridencia inigualable. Hace ya algunos meses aseguraba que había solicitado acogerse a la Ley de Concursos Mercantiles, y nunca sucedió. El único Concurso Mercantil que pesa en ABC Aerolíneas, es la de un tercero acreedor representado por el Despacho Aguilar Amilpa Abogados, quienes desde el inicio del juicio (Abril de 2021) solicitaron la declaratoria de quiebra de la empresa.
Lo mismo sucede con esta nueva narrativa, convertida en mera pantalla de los verdaderos responsables. Su declaración, al aire y sin nombres ni fechas, es un mensaje velado con dedicatoria para William Shaw, quien fuera director en el pasado de Interjet y que ahora este al frente de “Ultra Air”, exitosa línea aérea en Colombia. Puro teatro.
Por supuesto que no olvidamos el paso de William Shaw por Interjet, quien llegó a tomar las riendas después de que José Luis Garza renunciara al cargo que había ocupado desde la creación de la aerolínea. Era 2018, y las malas decisiones administrativas habían colocado en un predicamento a la compañía aérea, sumado a la competencia económica “feroz” (léase guerra sucia) por parte de otras aerolíneas, como Aeroméxico.
William Shaw estuvo solo un año al frente de Interjet, pues se quedó esperando el capital fresco que la aerolínea requería, y que nunca llegó. Posteriormente los Alemán vendieron la empresa, y es así como llega en noviembre del 2020 la familia Del Valle (padre e hijo) a hacerse de la compañía. No olvidemos que Interjet dejó de operar tan solo un mes después, en diciembre.
Aunque ya la conocemos, no está de más realizar un repaso de la historia reciente. En enero del 2021 estalla una huelga por parte de los trabajadores de lnterjet; luego la empresa desconoce el estallamiento y se lleva a cabo un recuento de votos en el mes de marzo para decidir si la huelga es legal o no. Tras el recuento quedó claro ante empresa y autoridades la validez de la huelga por parte de los empleados de la compañía aérea.
La familia Del Valle, junto con su equipo jurídico, han estado todo este tiempo interponiendo recursos legales para “zafarse” del compromiso que adquirieron al comprar la línea aérea. Varias veces Carlos Del Valle ha mentido sin empacho al afirmar que ya tiene tripulaciones y equipos para que la aerolínea vuelva a surcar los cielos. No es cosa menor que de vez en vez modifique su discurso adecuándolo al contexto en el que se emite el mensaje.
Antes de la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), Carlos Del Valle acudió a una visita y aprovechó para grabar varios videos, que iba subiendo a sus redes de manera espaciada, para dar la idea de que no salía de ahí, y generar la idea de que incluso ya estaban listos los mostradores de Interjet, que despegaría en la inauguración del AIFA.
El día de la inauguración modificó de nueva cuenta su discurso para asegurar que en tres meses estarán ofreciendo vuelos no solo del AIFA, sino también del AICM y del AIT, con rutas a Tijuana y a Cancún.
Ahora, en este nuevo video de Tik tok, indica que el próximo año estará Interjet volando a Colombia. La verdad es que Carlos Del Valle actúa como si fuera influencer, utilizando lo que este a la mano para crear contenido. En este caso creando una narrativa que apacigüe las demandas interpuestas por los pasajeros ante la Procuraduría del Consumidor (PROFECO), por incumplimiento del servicio de transportación.
Lo que es un hecho irrefutable, es que Carlos Del Valle en realidad anda de vacaciones en Colombia -él mismo lo declara en el mismo video-; el resto es pura retórica sin lógica ni fundamento. Otro dato cierto y comprobables es que el plazo que tenía el cuerpo de abogados de la familia Del Valle, para interponer un nuevo amparo ante el segundo laudo emitido por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje feneció el día 18 de abril.
Por ello, esa misma noche la Sección 15 de la CTM (sindicato de Interjet) emitió un comunicado informando que la empresa ni se amparó, pero tampoco pagó los $1,891,000,000 (UN MIL OCHOCIENTOS NOVENTA Y UN MILLONES DE PESOS 00/100 M.N.) a los que fue condenada en el segundo laudo; por lo que se procederá al remate de los bienes que tenga la empresa, precisando que no se podrá embargar ni rematar lo que no esté acreditado como propiedad de la empresa, y que será la propia Junta Federal de Conciliación y Arbitraje quien determine la situación jurídica de los bienes.
Sin embargo, nada en un juicio es automático. Faltan muchos trámites, plazos y términos para que se proceda al pago de los trabajadores, y que será “hasta donde alcance”; es decir, no se les pagará al cien por ciento lo que les adeuda la compañía aérea, sino solo un porcentaje, pues los bienes de la empresa no alcanzan para liquidar a todos los trabajadores.
Nos encontramos con esas dos caras de la moneda. Por un lado hay un vocero que insiste en decir que Interjet está a punto de remontar el vuelo, y por el otro existe la parte jurídica: una huelga cuya resolución ya fue emitida por las autoridades correspondientes, pero con un largo y sinuoso camino por delante.
No puedo mentir y decirles a los trabajadores que el caso está ganado y que ahora el camino está allanado. Los encargados de su defensa jurídica tienen oportunidad -y derecho- de interponer muchos recursos todavía, no para cambiar el sentido de la sentencia, sino para retrasar su ejecución lo más posible. Dudo mucho que lo hagan sin cobrar honorarios, y dudo todavía más que los Del Valle “metan dinero bueno al malo”, pero esa información escapa a los alcances de esta columna. Esa tarea le corresponde al Sistema de Administración Tributaria (SAT), entre otras autoridades.
Lamentablemente, los pasajeros quedarán “en el aire”, pues una vez que se rematen lo bienes que sean propiedad de Interjet, no quedará dinero para resarcirles sus vuelos, esa es la cruda realidad. Ahora esperemos a ver como actúa ante estos hechos la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, quien debió velar por el buen uso de la concesión y no debió permitir que se llegara hasta este punto.
Sí hay responsables, por supuesto. Los Alemán encabezan la lista, al no comprometerse con su empresa y dejarla hundir; los Del Valle que adquirieron una aerolínea que sabían de antemano no tenía posibilidades de seguir operando; las autoridades federales, quienes durante muchos años permitieron a las compañías aéreas generar grandes adeudos con ellas. Esta realidad no puede taparse con un dedo. Hasta que llegó Raquel Buenrostro al SAT no se habían preocupado por pagarle al gobierno impuestos, turbosina y servicios brindados.
Pero mayor responsabilidad es de la Secretaria de Infraestructura Comunicaciones y Transportes. A su llegada, la nueva administración tuvo en sus manos la posibilidad real de observar el comportamiento de la línea aérea y con toda la potestad que dicha dependencia tiene, retirarles la concesión y ofrecerla a otro particular para su explotación o en su defecto, el gobierno entrar como administrador.
Hubo vías de salida, pero no las quisieron utilizar. Es triste ver cómo se va mermando la aviación nacional; me queda claro que dentro de dicha dependencia entienden la importancia de fortalecer la industria aeronáutica del país, pero no basta con el esfuerzo de la construcción del AIFA. Se tiene que trabajar mucho para que dejemos de sumar nombres y logos a la lista de aerolíneas desaparecidas.