“Hay esperas de un minuto que se hacen demasiado largas, y eternidades que se abrevian con un solo gesto y por causa de alguna inesperada revelación.”
MARÍA ORUÑA
“No, no me voy a morir
No voy a cambiar solo porque no estás aquí
No, no me duele no
Es solo que a veces me traiciona el corazón.”
BELANOVA
Los padecimientos no esperan; un cáncer, un infarto, intervenciones que implican anestesia. No se diga quienes requieren con urgencia una cirugía o un tratamiento. Algunas enfermedades ni siquiera dan espacio para una pequeña pausa o tregua alguna. Pero esperar es lo que se les ha pedido y se les sigue pidiendo a cientos de miles de mexicanos que no pueden darse el lujo de hacerlo.
A esa cotidiana realidad harto conocida de tiempo atrás en México para quienes acuden a los hospitales públicos, se ha sumado en años recientes esperar la llegada de medicamentos, vacunas, estudios y atención médica en general. Particularmente para los usuarios del IMSS-Bienestar (antes INSABI y —mucho antes— Seguro Popular). ¿Lo peor? Esto ya se había superado; esto es, ya se había llegado a razonables porcentajes de cobertura en prácticamente todo…
Sin duda alguna el desabasto de medicamentos y la deplorable situación de muchos nosocomios es la peor de las peores caras de Morena y su 4t. O dicho de otra manera, a pesar de que somos Dinamarca, en tiempos de López Obrador y ahora de Sheinbaum, el desabasto de medicinas y material se provocó y a la fecha no se ha arreglado. Ni siquiera con una megafarmacia (ahora atomizada en muchas Farmacias del Bienestar) y con la readopción del esquema neoliberal de compras consolidadas (el abasto de medicamentos a finales del 2018 era superior al 97% —datos IMSS—. El desabasto inició en el 2º semestre de 2019 cuando la Oficialía Mayor de Hacienda, inventando el hilo negro, destruyó el anterior sistema de compra consolidada, sin tener su sustituto. El infierno para los pacientes y sus familias empezaba).
Yo opino que en ese aspecto, la atención médica y la salud, suficiente tuvo ya el mexicano con autoridades que aseguran que los problemas ya se habían resuelto. O con los “ya casi, ya merito”.
Y bueno, ayer en la Mañanera del Pueblo, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que en dos meses finalmente todo quedará listo; terminado el desabasto de medicamentos. Dos meses más...
La compra consolidada de piezas de medicamentos e insumos médicos de salud —de acuerdo a lo que informan el secretario y el subsecretario de Salud— registra un avance general del 97.6%. Detallemos: Eduardo Clark García informó que a la fecha se tienen “ofertas para el 97.6% de las piezas solicitadas”. Ofertas… Precisó también que el lunes 13 de enero (un mes después de lo prometido) se dio el fallo de la 1ª licitación pública para la compra de medicamentos, con lo cual ya se han adjudicado el 73.2%; supuestamente este proceso incluye la distribución directa.
Pregunta seria: ¿quién quiere aplaudir el logro de solo el 73.2% y encima con atraso?
Muy bueno si esa compra consolidada bianual (2025-2026) va por buen camino y se concreta. Muy mal no haber previsto el desabasto de medicamentos en primeras. Y lo segundo: nada se dijo de garantías en la distribución de estos, donde ha estado el mayor problema.
Así que la promesa de que en febrero se tendrá resuelto el extenso desabasto (no solo se trata de medicamentos, sino también de material vario, de tratamientos, de pruebas de laboratorio, de equipo médico) enfrenta dos imposibles: (1) habiendo asegurando la compra de medicinas de los laboratorios en tiempo, resta que estos se distribuyan también en tiempo y forma; (2) los pacientes deben aguantar sin empeorar dos meses más y en el interim no morirse.
Claudia Sheinbaum debería ser implacable con su equipo de salud. Porque su retraso incrementa el número de muertes, las complicaciones de cualquier enfermedad.
Lo que Morena ha hecho con la salud es la más perfecta definición de lo que no debería ser el “humanismo mexicano”.
Las enfermedades no esperan, mas dada la situación, pareciera que se tendrá que prohibir enfermarse hasta que terminen con el desabasto. ¿Prohibirán al cuerpo médico señalar los horrores de los hospitales donde trabajan?, ¿prohibirán señalar a cualquiera las pifias, ausencias y faltas de los hospitales de ahora en adelante? Solo falta culpar a quienes critican lo criticable. Bueno, eso ya ocurrió cuando el hoy ex subsecretario Hugo López-Gatell dijo que se veían “tintes golpistas en los reclamos por los medicamentos para niños con cáncer”.
Por lo pronto, que nadie se muera.
Giro de la Perinola
El gasto de bolsillo de las familias en el rubro de salud se ha incrementado notablemente estos últimos seis años. La recuperación del salario mínimo y la proliferación de becas del Bienestar tienen un antes y un después en enero de 2019. ¿Pero saben qué? ¡La imponente escalada del mencionado gasto de bolsillo también!
Así, los que presumen de combatir la pobreza (“Primero los pobres”) han resultado ser los más despiadados privatizadores del sector Salud. Al no tener servicios básicos en los hospitales públicos y dado el desabasto constante de medicamentos y atención médica varia, los derechohabientes tienen que recurrir a las farmacias y a doctores privados donde gastan el extra que el régimen (nuestros impuestos, más bien) les ha dado.