De las 70 religiones importantes que existen en el mundo, la árabe-católica es la más inconsistente en cuanto a principios filosóficos y teológicos.
Y aunque desde el inicio del catolicismo, desde la época de Pedro, Pablo, y Juan, a principios de esta era moderna, muchos árabes de esos tiempos decidieron afiliarse, más que convertirse, a esa tendencia religiosa seguidora de las enseñanzas de Jesús que cambió el rumbo del mundo, en la actualidad la existencia de la religión árabe-católica también ha cambiado de muchas maneras a este planeta.
Las inconsistencias teológicas que menciono que se deben principalmente a la conceptualización monoteísta de la religión árabe, o islámica, o musulmana, que reconoce como tal a un solo Dios: Alá, por lo que no se podría tener creencias ni en Jesús ni en otras tendencias sacerdotales como tal, como lo hace la religión católica; e inconsistencias filosóficas por el establecimiento del profeta Mahoma del islam en el siglo VI, siendo el único líder religioso de dicha religión árabe convertida en islamismo, sin poder tomar en cuenta leyes ni estigmas eclesiásticos, católicos, ni papales por esa razón de jerarquía.
Pero desde un punto de vista político, el establecimiento moderno de la religión árabe-católica ha tenido infinidad de implicaciones, sobre todo después de la Primera Guerra Mundial, en la que uno de sus principales objetivos era debilitar al imperio árabe u otomano, mismo que se logró gracias a la intervención de Winston Churchill quien orquestó la incomprensible hasta ahora Batalla de Galípoli, en la actual Turquía, que controversialmente está teniendo problemas existenciales ahora con Israel.
Por eso planteo también en el presente ensayo que haya sido el mismo Winston Churchill, con su mente grandiosamente conspiracional, quien haya promovido el engrandecimiento y empoderamiento de la religión árabe-católica después de la Primera Guerra Mundial, como una especie de contrapeso a la religión árabe o musulmana en decadencia por la Batalla de Galípoli, pero que dominaba en esa época muy profundamente en sus territorios del mandato británico, incluyendo sobre todo a Líbano, donde casi la mitad de la población hasta ahora es árabe-católica, también en Irak, en el Norte de África, en Egipto, en Jordania, en Siria, y en la entonces Palestina, actualmente Israel, países donde hasta la fecha la religión árabe-católica ejerce un liderazgo político muy influyente, incluyendo las enseñanzas filosóficas de Gibran Jalil Gibran, uno de los mejores exponentes históricos de dicha religión combinada.
También muchos árabes-católicos emigraron hacia América después de la Primera Guerra Mundial, incluyendo a México, donde tenemos ejemplos de grandes personajes provenientes de allá o de sus familias, incluyendo al afamado y admirado actor Mauricio Feres Yazbek, conocido como Mauricio Garcés.