Ayer lunes Claudia Sheinbaum confirmó que seguirá con las conferencias mañaneras cuando comience su administración el próximo 1 de octubre.
Una decisión acertada, sin duda, pues parte del éxito del gobierno de la Cuarta Transformación se debe a este innovador ejercicio de comunicación matutino que realiza el presidente López Obrador, y que tendrá continuidad con el gobierno de nuestra próxima mandataria federal.
Las conferencias de prensa que se realizan de lunes a viernes a las 7 de la mañana desde Palacio Nacional (o en otro escenario, si el presidente visita algún estado de la república) tienen como propósito ofrecer a los medios de comunicación, y a todo el que desee verla, información de primera mano de lo que acontece en México y en el mundo.
Así, de forma completa, oportuna y veraz todos los días sabemos qué tan ciertos o qué tan falsos son algunos de los eventos que presenciamos en los medios de comunicación, pero, además, si es necesario, el presidente López Obrador invita a los miembros de su gabinete a informar a detalle sobre los mismos.
Las mañaneras duran entre una hora y media y dos, pero hemos tenido conferencias de más de tres horas.
Algo que particularmente me asombra es la agilidad mental del presidente. Siempre lo he visto como un hombre sumamente trabajador, muy buen orador, demasiado inteligente y muy audaz. Por estas características de Andrés Manuel es imposible pensar que las mañaneras son aburridas y no tendrían por qué serlo: más allá del formato de preguntas y respuestas, si la ocasión y el tema lo permite, hay bromas, debates, opiniones y hasta música.
Mientras escribo estas líneas algunos lamentarán que no se libraron “del martirio” matinal de las conferencias en Palacio Nacional y que Claudia les dará continuidad. Algunos otros, como yo, pensamos que es muy bueno que las mañaneras sigan, pues las noticias falsas corren como pólvora y explotan en las mentes ingenuas y catastrofistas que desean un día sí y otro también que todo este mal y es necesario que la gente se informe de primera mano, además de que saber que la presidenta los escuchará de viva voz les inyecta una buena dosis de confianza.
Al final de eso se trata: que la gente se informe pero también que sea escuchada.
Claudia Sheinbaum no había confirmado si tendría conferencias diarias y tampoco había dicho en qué horario. Nos dijo el pasado 1 de agosto, que según los resultados de una encuesta realizada por su partido, Morena, el 33.1% de los encuestados simpatizaba con la idea de que la conferencia de prensa se hiciera todos los días, en tanto el 28.2% se inclinó porque fuera una vez por semana y el 25.9%, porque fuera dos veces a la semana.
Con anterioridad, en el ejercicio demoscópico denominado ClaudiaMetrics, que se publica diariamente aquí en SDP Noticias, los entrevistados también aprobaban la continuidad de las mañaneras y la mayoría opinaba que se realizaran todos los días en el mismo horario del presidente López Obrador.
Estos porcentajes de aprobación eran mayores al 50% y se mantuvieron en esa línea durante el tiempo en que se incluyó la pregunta en el cuestionario. El pasado 2 de agosto, un día después que Sheinbaum hiciera públicos los resultados de la encuesta de Morena, el director de este medio informativo, Federico Arreola, anunció el cambio de preguntas en ClaudiaMetrics, pues se comprobó que los resultados de ambas casas encuestadoras era muy similar.
En conclusión: la gente quiere mañaneras y habrá mañaneras.
La futura presidenta no nos ha despejado aún la duda de dónde tendrá su residencia, pero podemos apostar que será en Palacio Nacional, ya que confirmó que tendrá reunión con el gabinete de seguridad y con algunos gobernadores y gobernadoras de otras entidades a las 6 de la mañana, lo que haría complicado su traslado desde otro lugar.
Esta y otras interrogantes se irán despejando conforme los días avancen y estemos más cerca de la toma de posesión de la primera presidenta de nuestro país.