IRREVERENTE

Austin, Tx.

Les platico: Primero la “Perú”, que resiente pérdidas superiores a los $200 millones de dólares desde que el encarcelado Pedro Castillo intentó el pasado 7 de diciembre un auto golpe de estado al tratar de disolver al Congreso, aplicar un toque de queda u gobernar al país en un estado de excepción.

Carlos Durand, presidente del gremio empresarial Perucámaras que agrupa a organismos de todos los giros, considera que la economía apenas se estaba recuperando tras la pandemia, cuando llegó el conflicto provocado por Castillo, a quien todavía sigue reconociendo López Obrador al igual que sus colegas populistas, Díaz-Canel, Gustavo Petro, Daniel Ortega y Nicolás Maduro, de Cuba, Colombia, Nicaragua y Venezuela, respectivamente.

Terroristas, no activistas

Azuzados y financiados por Evo Morales y otros sediciosos relacionados con el tráfico de drogas, una de las cabezas visibles de los disturbios es Antauro Igor Humalá, hermano del ex presidente Ollanta.

Las columnas más leídas de hoy

Durand y otros miembros de la sociedad civil señalan a los terros -como llaman a los terroristas- como causantes de los disturbios, que han causado más de 40 muertos principalmente en provincias alrededor de Cusco y Puno, la llamada cuna del folkore inca.

Incendian Casa Marcionelli

Construida a mediados de los años 20′s, está considerada como patrimonio del Perú.

Este jueves fue incendiada al momento en que una de las marchas de protesta circulaba por el cruce de las cuadras 9 y  11 del Jirón Carabaya con Colmena y Lino Cornejo, muy cerca de la Plaza San Martín, en el centro de Lima, lugar donde los protestantes se reúnen para de ahí partir a la sede del Congreso.

Casa Marcionelli vista desde Plaza San Martín. Fotos tomadas de la TV peruana/Plácido Garza

Empresas mexicanas no responden

Las hay en el Perú de varios giros: embotelladora de refrescos, cerveza, automotriz, informática, tecnología, combustibles, entre otros.

Regias identifiqué por lo menos a cuatro.

Enrique Castro, empresario peruano de Puno, me comentó que desde que se inició el conflicto han solicitado acciones de solidaridad a los CEO de las empresas extranjeras que operan sn Perú.

“Todos han respondido, menos los mexicanos”, me dijo categóricamente en una de las reuniones que sostuve con él y sus colegas en la frontera peruana con Bolivia.

Y luego me preguntó frente a los otros empresarios: “por qué crees que tus compatriotas no se han pronunciado contra los disturbios ni han expresado apoyo a sus colegas ni al gobierno?”

Gulp!

Ingerí tubérculo y respondí:

Porque en general, la empresa privada mexicana es pusilánime, cobarde, ramplona, egoísta, mamona, y salvo muy honrosas y “percheronas” excepciones, solo se ocupa de lo inmediatamente suyo y no tiene empacho en arrastrarse ante el poder para que no se los vaya a fregar el gobierno ignorante, salvaje, silvestre y vengativo que se ha adueñado de México desde el 1 de diciembre de 2018.

Pelaron los ojos.

Y rematé con esto:

Si en México los organismos cúpula del sector privado no son capaces de asomar la cabeza para señalarle al presidente López Obrador el ruinoso gobierno que encabeza, menos van a actuar en un asunto que les queda a 5,000 kilómetros de distancia.

Nombres, nombres!

“Nombres, dános nombres!” Bramó la audiencia enardecida por lo que acababan de escuchar.

Y se los di:

o Carlos Slim.

o Ricardo Salinas Pliego.

o Emilio Azcárraga Jean.

o Germán Larrea.

o Patricia Armendáriz.

o Miguel Rincón, el “primer compadre” de México.

o Carlos Bremer.

o Daniel Chávez Morán, el de Vidanta que tiene en la nómina a uno de los hijos del presidente.

México, la otra marca afectada

Y así se los he dicho a los mismos “capitanes” mexicanos que heredaron las empresas a sus padres, abuelos o que operan las de sus cónyuges.

La “Marca México” comenzó a ser dañada desde el momento en que AMLO desmanteló al organismo ProMéxico, que se encargaba de desarrollar al comercio y la industria de nuestro país en el mundo.

Poncho Romo

Autor intelectual de esta barbaridad fue Alfonso Romo Garza, ex jefe de la oficina de la presidencia, quien además ordenó la fusión de Nafinsa y Bancomext para poner al frente del nuevo organismo a su lamebotas favorito: Eugenio Nájera Solórzano, escudero suyo en Casa de Bolsa Vector.

Fue el tiro de gracia de la 4T al comercio exterior mexicano.

Más de 3,000 especialistas fueron despedidos arteramente y su tarea fue encomendada a cónsules, embajadores y agregados, con cero experiencia en comercio internacional.

Además, esos especímenes encumbrados a las embajadas donde hoy medran, ni siquiera son diplomáticos de carrera, porque AMLO exacerbó la costumbre de sus antecesores al usar al servicio exterior mexicano para partirles su madre a partidos de oposición y premiar a lambiscones como el papá de Demián Bichir, propuesto como embajador en Panamá; a la ex periodista Martha Zamarripa, en Belice; a la ex reportera Isabel Arvide Limón, cónsul en Estambul; y a los ex gobernadores de oposición que lo fueron en Sonora, Sinaloa y Quintana Roo.

La primera, hoy cónsul en Barcelona; el segundo, embajador en España y el tercero, mismo cargo en Canadá.

Ah y el papá de un diputado morenista como embajador en República Dominicana.

Las pérdidas económicas de la “Marca México” son incalculables, pero los alucinados fanáticos de AMLO insisten en ver a un país en jauja bajo su mandato.

Los empresarios peruanos están encabronados por la tozudez de López Obrador en seguir reconociendo a Pedro Castillo como presidente a pesar de que está en la cárcel.

Le seguimos en la próxima.

Protesta en Perú. Foto/Plácido Garza

CAJÓN DEL SASTRE DE PANAMÁ.

“Pobre México con estos babeantes alucinados gobernando y unos pocos alentando a AMLO a seguir con la debacle”, remata la irreverente de mi Gaby.