Dice el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes que los legisladores que están buscando mejorar los derechos de los trabajadores no tienen “llenadera”. Dice Cervantes; “en un animo de balancearnos multilateralmente por recomendaciones de la Organización del Trabajo, pero pareciera que no tienen llenadera, lo que tenemos que hacer es ponernos a trabajar, no a ‘no trabajar’”
Estos comentarios tienen que ver con acortar la jornada laboral en México con una reducción de 48 a 40 horas semanales, con dos días obligatorios de descanso. La discusión para su aprobación se resolverá en el próximo periodo de sesiones, que inicia en septiembre.
El presidente del CCE dijo que en lugar de reformas de reducción de horas laborales habría que buscar equilibrios para que la población pueda estar por arriba de la línea del bienestar. También comentó que el salario mínimo esta como nunca, que hubo aumento en los días de vacaciones, pensiones entre otras cosas.
Cervantes dice que reducir la jornada laboral implica costos para el sector privado pero también para los trabajadores al servicio del Estado. Se tendrían que solucionar los costos de las horas extra que tendría que pagar para las 8 horas que faltaran en las jornadas laborales.
La reducción de las horas trabajadas si le puede pegar sobre todo a la industria manufacturera pues se tendría que pagar lo mismo por 40 que por 48 horas de trabajo. ¿Cómo cubrir un jornada de ocho horas? Los genios de contabilidad de costos y los genios de Recursos Humanos tendrían que trabajar y ponerse a pensar en como balancear la fuerza laboral. Sin duda , una semana de menos horas de trabajo tiene que poner a todos los que planean la producción a sacar el libro de investigación de operaciones para buscar que las fabricas sean mas eficientes.
Le pongo un ejemplo de la jornada laboral de los de “oficina” cuando tenia un horario laboral mas fijo. Mi jornada laboral era de 8 am a 6 pm con una hora de comida es decir 9 horas laborales en lugar de 8, esa hora extra justificaba que no fuéramos el sábado medio día o 5 horas de trabajo. En total 45 horas de trabajo. En Estados Unidos, el país que con el que tendríamos la mayoría de los tratos de nearshoring, la jornada laboral en la mayoría de los casos es de 9 am a 5 pm, 5 días a la semana con horarios variables de comida que pueden ser desde 30 minutos hasta 1 hora. Trabajan mas menos 35 horas a la semana. 35 horas a la semana todavía son 5 horas mas a la semana que lo que trabajan los vecinos y se a esto le sumamos que los sueldos en nuestro país siguen siendo muy inferiores a los que se ganan en Estados Unidos, ¿no veo cual es el miedo de la gente de la CCE?
Las fabricas que vienen a nuestro país son manufactureras de alta tecnología que venden productos con altos márgenes, cualquier reducción en los costos de mano de obra es de beneficio para las compañías que quieren invertir en México.
Lo que se lee entrelineas de lo que dice Cervantes es que en México si “nos buscan” por estar cerca pero la verdadera razón es por las jornadas de trabajo de “esclavitud” que se tienen y por los sueldos bajos.
Una jornada laboral de menos horas, aumenta la productividad, reduce el estrés laboral, mejora la salud de los trabajadores y aumenta la convivencia familiar entre otras cosas. Del lado de las empresas, aumentan el consumo de bienes básicos y mueven mas la economía. Gasta mas una persona en la calle que estando encerrado en una fabrica.
Si los legisladores logran que la jornada laboral se reduzca, chapeau. Si estamos retrasados en muchas cosas en nuestro país, en las condiciones laborales estábamos en tiempos de la revolución industrial. Este gobierno puede tener cosas buenas y cosas malas, pero en cuestiones laborales le lleva años luz a los otros gobiernos.
Seguramente estos beneficios que obtuvieron los trabajadores se verán reflejados en preferencias electorales. Y no, no estoy diciendo que el gobierno de la 4T hizo esto con fines electoreros, los gobernantes actuales solo están empezando a poner el piso parejo de los trabajadores mexicanos con los trabajadores de otros países.
Lo que sí es que si en México fuéramos mas desarrolladores que maquilladores, seguramente no tendríamos este tipo de dilemas.