Pareciera que ante la ausencia de Grandes Premios que se tendrán hasta inicios de octubre en Singapur, estamos viviendo una Silly Season 2.0 en esta temporada 2022 de la Fórmula Uno; en realidad, es un tema geopolítico y belicoso el que nos ha dejado con tres semanas sin actividades en pista.

La muy cuestionada y señalada invasión militar de la Federación Rusa a Ucrania, ha impactado en todo ámbito del devenir humano en el mundo. Comercialmente, económicamente y hasta deportivamente se ha afectado el acontecer del mundo desde que las dos ex Repúblicas Soviéticas se han enemistado militarmente.

Según el calendario de la Fórmula Uno para la temporada actual, el #GranPremioDeRusia debería correrse en el fin de semana del 23 al 25 de septiembre, es decir, la siguiente semana; pero ante la barbarie de la guerra provocada por el régimen de Vladimir Putin, la máxima categoría canceló de forma definitiva que se corriera en el circuito de Sochi, no sólo para este año, sino por tiempo indeterminado.

Siendo honestos, Sochi no es un circuito atractivo para el fan de la máxima categoría; es un circuito visualmente lindo, sí, pero hasta ahí. El trazado está construido en la periferia de lo que fue el Complejo Olímpico usado para los Juegos de Invierno de esa ciudad en 2014, pero a pesar de lo vistoso que es, no genera grandes emociones en pista y no se le extrañara del todo con el paso de los años.

Esta es la razón por la cual los aficionados de la Fórmula Uno no verán actividad dentro de esas tres semanas, que comenzaron el lunes pasado después del #GranPremioDeItalia; y mientras la espera será larga para la afición, los equipos tendrán estas semanas para testear a sus pilotos en los simuladores y a sus coches con sus ingenieros para dejarlos a punto para lo que serán las últimas seis carreras de la temporada.

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Por lo pronto, con una combinación de resultados, Max Verstappen podría proclamarse bicampeón de la máxima categoría en el rubro de los pilotos, y seguramente estás semanas sin acción le servirán para concentrarse al máximo y hacer lo suyo para lograr el objetivo; es cierto que no depende totalmente de que gane en Singapur, también el factor Leclerc influirá mucho para que se dé, o no, el campeonato del neerlandés, de acuerdo a la posición en la que termine el monegasco.

Del lado del mexicano, Sergio Pérez, ya se supo en estos días que el desarrollo del RB18 por parte de los de Milton Keynes, se inclinó en estos últimos meses al estilo de manejo del #MadMax, lo cual es lógico tomando en cuenta que el neerlandés es puntero en el campeonato, y para asegurar el mismo todas las baterías se enfocaron en su coche.

Sin embargo, este dato explica el porqué del rendimiento decaído del piloto tapatío en lo que va de la segunda mitad del campeonato. Para cuando la temporada arrancó, a Checo Pérez se le veía casi a la par de Max Verstappen porque ambos coches también estaban al mismo nivel; pero con las actualizaciones que se le hicieron al RB18 más en favor de Max, a Sergio se le ha complicado el configurar su monoplaza para adecuarlo a las prestaciones que necesita el mexicano.

El reto para Pérez en estas semanas sin Fórmula Uno, también será meterse al simulador y tratar de acoplarse al monoplaza de la mejor manera, para poder competir por el subcampeonato de pilotos, cosechando la mayor cantidad de puntos posibles, que también le ayudarán a Red Bull a conseguir el campeonato de constructores con una ventaja más que cómoda con respecto a Ferrari y Mercedes, sus perseguidores más cercanos.

Además, también es tiempo aprovechado para todos los equipos que harán pruebas en pista con pilotos rookies, como es el caso de McLaren con Palou, O’Ward y Herta, como les escribí ayer en este espacio; o los casos de Alpine o Ferrari que también harán lo propio en este parón, no deseado de actividades en la Gran Carpa.

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