Por El Pordiosero

El artículo 180 del estatuto del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE (SNTISSSTE), establece: “El Secretario de Finanzas deberá conservar el 5% (cinco por ciento) de las cuotas recaudadas como fondo de previsión, del cual solo podrá disponerse mediante la decisión del Consejo o Congreso Nacionales”.

Desde 2017, la secretaria de finanzas es la doctora Norma Liliana Rodríguez Argüelles. A lo largo de cinco años, no ha informado del monto al que asciende ese fondo, los instrumentos financieros en que está invertido y tampoco los réditos que ha generado.

El artículo 373 de la Ley Federal del Trabajo -de aplicación supletoria al no contemplarlo la Ley Federal de Trabajadores al Servicio del Estado- obliga a que las directivas sindicales rindan cada seis meses, “por lo menos, cuenta completa y detallada de la administración del patrimonio sindical”, que incluya “la situación de los ingresos por cuotas sindicales y otros bienes, así como su destino”.

Ese informe “deberá entregarse por escrito a cada miembro del sindicato en forma completa, dejando constancia de su recepción”.

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Y previene: “Las obligaciones a que se refieren los párrafos anteriores no son dispensables”.

La familia García Culebro -Francisco, el patriarca es el tesorero y su hijo Erick Arturo García Salamanca Varela, el presidente- en la comisión nacional de auxilios del SNTISSSTE, rinde informes cada dos meses de los ingresos, egresos y monto del fondo, y eso que son considerados prototipo de la galopante corrupción imperante en esa organización los últimos años.

A fines del año pasado, la doctora Rodríguez Argüelles vacacionó varios días con su familia en Estados Unidos. En su sitio de Facebook, posteó fotografías, algunas de ellas en compañía de su hija.

En los últimos días hemos cuestionado el manejo del fondo de previsión previsto por el estatuto sindical. Entre grupos de trabajadores se preguntan si esos dineros le permitieron liquidar una casa localizada en la Colonia Del Valle en la Ciudad de México, en la que según esto renta consultorios.

También se cuestionan cómo es que la precandidata del presidente saliente a sustituirlo, estrena una lujosa camioneta de la marca Honda, color blanco.

Ella, desde el jueves 10 de marzo se encuentra en campaña adelantada como precandidata de la planilla azul a la presidencia del SNTISSSTE para los próximos cuatro años.

La semana pasada, el presidente sindical saliente, Luis Miguel Victoria Ranfla, anunció que su candidata a sustituirlo es la doctora Rodríguez Argüelles. El vicepresidente, Hilario Ramírez Chávez, le comunicó que participará como contendiente por una planilla de oposición, con lo que se esfumó la posibilidad de ir en unidad.

Ese sindicato, el cuarto en membresía de la burocracia nacional, se encamina a una división que pudiera tardar años en cicatrizar, consecuencia del proceso electoral de sus próximos dirigentes. Victoria Ranfla será el responsable de la crisis, al no haber generado oportunamente condiciones para impulsar una candidatura de unidad.

Con la definición de la semana pasada, serán dos planillas las que contendrán en las elecciones en la segunda quincena de mayo.

La candidatura de la doctora Rodríguez Argüelles se sustenta en el apoyo de la estructura sindical comandada por Victoria Ranfla, lo que es inequitativo para la planilla de oposición, y que incluye una mayoría aplastante del comité electoral, en el que Ramírez Chávez se enfrentará a la propia candidata oficial, a Alberto Noé Berumen -presidente de ese órgano y del comité nacional de vigilancia-, Luz Erika Pérez y Jorge Ángel González Apodaca.

¿Por que Noé no planteó en el comité electoral aplicar sanciones a la campaña adelantada de la precandidatura de la secretaria de finanzas del SNTISSSTE? Más grave aún, que el presidente de ese órgano colegiado -¿no es independiente?- ha participado en las propuestas de la que será la planilla azul.

Victoria Ranfla, con varios días de anticipación al inicio del proceso electoral, ha presionado a líderes de grupos que ganaron elecciones de delegados al congreso de reforma estatutaria -realizado en febrero pasado- y dirigentes seccionales, con el objetivo de alinearlos con la candidata de su grupo.

La impresión es que pretende avasallar a Ramírez Chávez para obligarlo a que decline en su intención de registrar su planilla para competir por la presidencia sindical. Desde antes que se publique la convocatoria, Victoria Ranfla y la doctora Rodríguez Argüelles actúan de manera antidemocrática: ella por permitir el agandalle y él por no conducirse de manera imparcial.

Es claro el temor que tienen a una elección democrática y equitativa: son tiempos de tramposos, ha dicho el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, para censurar la campaña en favor de votación de revocación del mandato de Andrés Manuel López Obrador el próximo 10 de abril. Tan censurable en unos, como en otros.

Para empezar, el presidente sindical saliente y la que será su candidata oficial, tienen a su disposición los cientos de millones de pesos de las cuotas sindicales, del fondo de la comisión de auxilios y el fondo de previsión para financiar la campaña electoral de ella y comprar voluntades.

Sería inocente creer que la familia García Culebro se negará a pagar parte de esa campaña: son de los más interesados en el triunfo de la doctora Rodríguez Argüelles, porque tienen la certeza que de ser Ramírez Chavez el próximo presidente del SNTISSSTE los someterá a una auditoría del manejo de los multimillonarios dineros de los trabajadores, para denunciarlos penalmente.

En cambio, Victoria Ranfla y la que será su candidata, les permitirán retirarse tranquilamente de la dirigencia nacional -seguramente intentarán conservar el control de la sección VI “Estancias de Bienestar Infantil”- y disfrutar el buen número de millones de pesos que sustrajeron de la comisión de auxilios. ¿Al president saliente del SNTISSSTE no le tocó su parte del corrupto manejo de ese fondo?

Incluso la doctora Rodríguez Argüelles estaría en riesgo que el manejo que hizo del fondo de previsión sea sometido a una auditoría, de perder las elecciones frente a la planilla de oposición.

Lo anterior conduce al grupo que busca la continuidad en ese sindicato, a utilizar todos los recursos -legales e ilegales- para que su candidata triunfe en las elecciones.

Frente a ese escenario y tras el rechazo de Ramírez Chávez a una planilla de unidad encabezada por la doctora Rodriguez Argüelles, el mayor riesgo es que la elección de dirigentes concluya en una crisis que divida ese sindicato.

Victoria Ranfla le dijo al actual vicepresidente que su candidata, cueste lo que cueste, será la secretaria de finanzas. Es decir, pretenderá una imposición al viejo estilo priista, cuando la reforma laboral establece que la elección la deben decidir los trabajadores mediante su voto personal, libre, secreto y directo.

En toda guerra hay muertos y heridos.

La propuesta de integrar una planilla de unidad, la hizo muy tarde Victoria Ranfla, por lo que el riesgo es que la elección concluya en una división, la historia lo juzgará por no haber tenido capacidad para evitarla.

Será penoso que el SNTISSSTE, con sus casi 80 mil agremiados en el país, enfrente una crisis como la que otea en el horizonte, por la incapacidad para organizar una elección democrática, equitativa y transparente para definir a sus dirigentes para los próximos cuatro años.

¿Explicará la doctora Rodríguez Argüelles la forma en que financió las vacaciones familiares en Estados Unidos?¿Cuando dará cuenta completa y detallada de los ingresos del fondo de previsión, los instrumentos financieros en que está invertido y los réditos que ha generado en los últimos cinco años?

¿La doctora Marisol Galindo, secretaria de finanzas del SNTISSSTE en la gestión 2013-2017 -en los primeros cuatro años de gestión de Victoria Ranfla- del manejo de ese fondo, en cuánto lo recibió y a cuánto ascendía cuando lo entrego a su sucesora, la doctora Rodriguez Argüelles?