Irreverente
Les platico primero mi 12ª entrega sobre el pensamiento de Macario Schettino, que ha esparcido por ahí en conferencias, correos, redes, recados, mensajes y otros medios.
En el Cajón de Sastre me ocuparé de Zoé Robledo, quien al echarle la culpa al pasado, rehúye de su responsabilidad presente, como director que es del IMSS.
Reflujo de AMLO empezó en junio 2021
Tras la elección intermedia, López Obrador tomó decisiones políticas erróneas.
El problema mayor es el número de diputados que tiene hoy el presidente.
En la Legislatura 64, a tres años de su gobierno, la Coalición Morena, PT y el PVEM tenían 333 diputados, número mágico para cambiar la Constitución.
Tenían más de 20 congresos locales, les faltaban 8 o 10 senadores pero esos se consiguen fácil en el mercado secundario.
Y con esos números, NO CAMBIÓ LA CONSTITUCIÓN.
Pudo hacerlo pero no lo hizo.
Se hicieron unos cambios chiquitos, que si para la revocación de mandato y otras minucias, pero el cambio importante no ocurrió.
Y no ocurrió porque Andrés Manuel creyó que iba a ganar la elección intermedia.
Sufragio efectivo, no reelección
Pensó que iba a tener 400 diputados para hacer lo que realmente quería: reelegirse.
Esa era su idea desde el principio.
Llegó la elección intermedia y el presidente perdió la mayoría que ya tenía.
Su coalición original con el PT ni siquiera tiene hoy mayoría simple.
Para tenerla necesita al Verde.
Y depender del PVEM es lo peor que le puede pasar a uno en política, porque esos cabrones son meretrices políticas que se venden al mejor postor.
Hoy el mejor postor es el presidente pero en noviembre de este año nadie sabe si seguirá siéndolo.
Los del Verde lo saben y por eso ya empezaron a moverse para ver quién les ofrece más.
¿Sucesor faltando tres años para elecciones?
Entonces, la noche de los resultados de la elección intermedia, López Obrador se dio cuenta de que no podría reelegirse y que, por lo tanto, necesitaba a un sucesor.
Y ¿quiénes estaban?
Claudia y Marcelo, pero se complicaron las cosas porque se les cayó la Línea 12 del Metro.
Ah, pues que pague los platos rotos Marcelo y la candidata es Claudia.
Y desde esa semana de 2021 la candidata es Claudia.
Rotundo error. ¿Cómo se te ocurre, Andrés Manuel, nombrar candidato faltando tres años para las elecciones?
Es imposible sostener a su candidata por tanto tiempo.
Y luego, para amolarla de acabar, ¡a quién escogiste!
Cualquier plantita artificial de interiores tiene más carisma que Claudia.
Entonces, a los tres meses se da cuenta de que Claudia no va a levantar.
Y ahí viene Adán Augusto
Manda traer al mayordomo del Conde Drácula. Y ahí viene Igor, perdón, Adán Augusto, que tiene el carisma de otra planta artificial de interiores.
Con esos cuates no se puede hacer nada.
Pero no importa, porque López Obrador es tan popular que con eso tienen para ganar.
El detalle es que la popularidad del presidente está igual a los de sus antecesores, con excepción de Peña Nieto, a quien no lo querían.
Ni Zedillo, ni Fox, ni Calderón pudieron imponer a sus candidatos para sucederlos.
Zedillo quería a Labastida y perdió la elección con Fox.
Fox quería a Creel y éste ni siquiera fue candidato.
Calderón quería a Cordero y tampoco fue candidato.
Y con estos antecedentes, ¿por qué va a ser que con el puro cariño que les tiene AMLO a Claudia o a Adán Augusto es suficiente para que uno de los dos gane la presidencia?
Cajón de Sastre
Zoé Robledo ganó un premio de periodismo en 2008 por su artículo sobre la campaña de Barak Obama y después de andar merodeando por los círculos morenistas del poder, fue premiado con la dirección del IMSS en lo que creía que era la antesala para ser gobernador en Chiapas.
Según él, la culpa del trágico accidente que le costó la vida a una niña de seis años, es de la administración de Peña Nieto.
Seguramente el ex presidente ha de estar diciendo que ya les gustó para su pendejo a funcionarios inútiles como el mentado Zoé.
Copiando al presidente, el todavía director del IMSS dijo que los elevadores fueron comprados por los neoliberales corruptos del gobierno de Peña Nieto.
No son capaces de hacerse responsables de sus actos. De todo culpan al pasado.
Y son tan silvestres y rupestres, que en el fatídico caso ocurrido en una clínica del IMSS de Quintana Roo, le echaron la culpa al camillero.
“La muerte de la niña no es culpa mía ni de este gobierno”, dijo Zoé.
Claro que es culpa tuya, porque aunque hayan sido comprados durante la gestión de otro presidente, a ti te toca lo relativo al mantenimiento.
Si como reportero era malo y le dieron el premio por palancas que se movieron a su favor, como funcionario público salió peor.
Hasta aquí llegó su futuro político.
No soy Inés, pero por ahí mero es.