Fue exitosa la visita del presidente de México a Washington. No lo digo yo, sino gente que entiende la complejidad de las relaciones entre México y Estados Unidos.

Para probar lo anterior, no voy a citar a comentaristas que podrían ser acusados de simpatizar con la 4T. Sintetizaré lo que dijeron en sus escritos dos críticos de AMLO, Jorge G. Castañeda y Javier Treviño Cantú.

Ambos, por cierto, han trabajado en niveles altos en la Secretaría de Relaciones Exteriores: Castañeda fue titular de la dependencia en el sexenio de Vicente Fox, y Treviño ocupó el segundo cargo más importante en la cancillería durante la administración de Ernesto Zedillo.

Para Jorge Castañeda “la visita tuvo sentido”. Estas cuatro palabras, publicadas en Nexos, representan una gran elogio al presidente Andrés Manuel López Obrador; lo son porque las escribió un intelectual que abiertamente se opone a la 4T; sin duda en las elecciones de 2024 veremos a Castañeda como el estratega más inteligente de la alianza PRI-PAN-PRD.

En opinión de Javier Treviño, “la agenda de la visita del presidente AMLO a Washington fue amplia y profunda”. Lo que ha dicho Treviño en SDPNoticias resulta muy sorprendente: jamás le había visto admitir que Andrés Manuel ha hecho algo correcto. Javier es un analista muy serio y preparado, pero su forma de pensar —normalmente defiende las bondades de la libre empresa— le llevan a rechazar las políticas de izquierda de la 4T.

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Intelectualmente rigurosos, ni Castañeda ni Treviño especulan sobre lo que hablaron en privado AMLO y Biden. Tanto el articulista de Nexos como el de SDPNoticias juzgan la visita del presidente mexicano a Washington basados en lo que sí les consta, y la califican de positiva:

√ Jorge Castañeda: “No se puede más que estar de acuerdo con el planteamiento central que, según la prensa, López Obrador le hizo al presidente Biden en su breve intercambio en la Casa Blanca. Aumentar el número de trabajadores temporales o estacionales procedentes de México y de Centroamérica, a través de un incremento en las visas H2A y H2B, y al mismo tiempo regularizar o legalizar la situación de 11 a 12 millones de indocumentados en Estados Unidos, incluyendo entre 5 y 6 millones de mexicanos sin papeles, es una propuesta acertada”. Acertada y hasta original, ya que el último presidente mexicano que se interesó en el asunto fue Fox, es decir, ni Calderón ni Peña Nieto lo hicieron, siempre en opinión de Castañeda: “Que otros presidentes mexicanos hayan dejado de lado este asunto sólo subraya el carácter novedoso y positivo de la propuesta de López Obrador”.

√ Javier Treviño: “El presidente Joe Biden y su administración creen firmemente que su relación con México es una prioridad. Tocaron temas desde migración, cooperación económica, cuestiones relacionadas con la energía y el clima, temas relacionados con alimentos, cooperación en seguridad, infraestructura fronteriza, temas regionales y globales”. Los mensajes de ambos presidentes no dejan lugar a dudas.

Síndrome AHI

Un experto español, Ernesto Quiroga Romero, asegura que el Síndrome AHIAgresión, Hostilidad, Ira— es un “factor de riesgo para diversos trastornos físicos, sobre todo los cardiovasculares”.

Me preocupa que en una próxima visita de AMLO a Estados Unidos —o de Biden a México— vayan a sufrir un paro cardiaco columnistas evidentemente enfermos de resentimiento como Carlos Loret de Mola, Raymundo Riva Palacio y Pablo Hiriart.

Tales periodistas, que no son expertos en la relación entre nuestro país y Estados Unidos, vieron la que sin duda fue una exitosa visita como un absoluto fracaso. Así de perturbados, qué pena porque se trata de tres periodistas inteligentes:

√ Raymundo Riva Palacio: “La visita fue terrible de principio a fin. A López Obrador le dieron un trato de segunda, no como principal socio comercial de Estados Unidos, y lo maltrataron. No parece haberse dado cuenta el Presidente mexicano de las señales de disgusto, y contribuyó con errores profundos en sus mensajes”. Nada de eso ocurrió, pero el columnista de El Financiero dedicó a sus alucinaciones todo un artículo. Me preocupa su estabilidad emocional. Debería Riva Palacio leer el escrito de Jorge Castañeda para entender lo que sí pasó.

√ Pablo Hiriart: “Después de la visita de AMLO a la Oficina Oval, el que salió perdiendo fue el presidente estadounidense Joe Biden, perdió el tiempo”. ¿Es en serio? Si para alguien tenía sentido la reunión era para el gobernante de Estados Unidos, urgido de sentar a su lado al rebelde vecino que lo dejó plantado en su Cumbre de las Américas. Le recomiendo al colaborador de El Financiero leer en la columna de Javier Treviño las 10 razones por las que Biden invitó a López Obrador.

√ Carlos Loret de Mola: “Chiqui-visita. De ese tamaño el Presidente. De ese tamaño su gira a Washington”. El columnista de El Universal solo insulta, e insulta e insulta... y vuelve a insultar a Andrés Manuel. El odio domina a Loret. Por cierto, este periodista aprovecha su catálogo de injurias contra AMLO para golpear, al final de su escrito, a Claudia Sheinbaum; ¿de parte de quién?

¿Por qué odian a López Obrador?

¿Por qué tan agresivos con el presidente de México? Se vale cuestionar lo que se considere ha hecho incorrectamente un gobernante, pero ¿odiarlo?

Cito de nuevo al especialista Ernesto Quiroga Romero: “La agresividad debida al odio, o resentimiento, consiste en indignación irresuelta y en su posterior dinámica defensiva”.

O tales columnistas analizan con ayuda especializada el problema que tanto les daña, obviamente para resolverlo, o seguirán en su vida de mentiras que solo les generará problemas, que podrían llegar a ser graves. Y es que, ni hablar, “la persona resentida vive en un mundo de engaños”, algo particularmente grave en el caso de personas que se supone son profesionales del periodismo.