Si las grandes decisiones son las que definen el carácter de un estadista, el presidente de México volvió a fallar y con ello, rompió con la izquierda latinoamericana que avanza sin México.
Durante su visita oficial, el presidente de Chile Gabriel Boric, prácticamente hizo trizas a la 4T y dejó en evidencia la falta de capacidad diplomática de López Obrador, su falta de compromiso con los principios de la izquierda progresista y su perfil autoritario y conservador.
Más diplomacia y menos circos
Dignamente, Boric decidió no asistir a la conferencia mañanera a la que lo invitó AMLO. Detrás de su ausencia se puede leer que no quiso prestarse a la manipulación de la información y a la distorsión de su visita oficial.
México y la dinámica regional.
En la conferencia conjunta, de forma elegante, el presidente de Chile destacó la falta de compromiso de AMLO en la designación del nuevo director del Banco Interamericano de Desarrollo, tema que causó el enojo del mandatario argentino, Alberto Fernández.
El chileno aseguró que apenas ahora pudo establecer el dialogo con AMLO, y tal parece que le explicó lo importante de la visión de largo plazo al señalar lo difícil que es evaluar el impacto que tendrá en la dinámica regional lo sucedido el domingo pasado, “porque a las relaciones bilaterales hay que pensarlas a largo plazo”. “Si hubiésemos tenido la posibilidad de un diálogo más profundo como el que hemos tenido hoy con López Obrador, hubiese sido más fácil ponerse de acuerdo respecto a estos temas”.
Derechos Humanos sin populismo
Pero, para que no quede duda de lo que es un líder de izquierda progresista y no un populista, Boric se pronunció contra amigos de AMLO como el presidente de Nicaragua Daniel Ortega.
En su visita al Senado de la República, Boric recordó que Chile vivió violaciones sistemáticas a los derechos humanos durante 17 años, razón por la cual ahora su Gobierno se expresa abiertamente ante las violaciones en cualquier país de América Latina.
Mientras AMLO se niega a reconocer las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua y Venezuela, el chileno afirmó, entre aplausos del Senado mexicano: “No podemos mirar para el lado ante los presos políticos en Nicaragua, no podemos mirar para el lado cuando en cualquier país, en cualquier país de nuestra América Latina donde se violan los derechos humanos”.
No se puede olvidar que para la Cumbre de las Américas en junio de 2022, el gobierno de AMLO reprochó el veto a Cuba, Venezuela y Nicaragua, así como los bloqueos, embargos y sanciones económicas que esas naciones enfrentan por mantener gobiernos totalitarios e incurrir en claras violaciones a los derechos humanos.
Democracia
AMLO no termina de entender qué es la democracia y, tal cual su costumbre autoritaria y conservadora, siempre busca imponer sus caprichos sin reconocer que en democracia se gana o se pierde.
Como hemos visto a lo largo de su trayectoria, AMLO Invalida cualquier elección en la que no se imponga su capricho, ya sea para cargos de elección popular o como lo sucedido en los organismos internacionales donde participa nuestro país.
En las elecciones de 2006 y 2012, donde contendió y perdió, para él fueron robadas, injustas y manipuladas y por ello, desacredita al órgano electoral y busca destruirlo. De acuerdo con su percepción, fue a partir de su triunfo en 2018 cuando empezó la democracia en México.
Después AMLO descalificó las elecciones intermedias porque su partido Morena perdió y su delfín Claudia Sheinbaum, nada más no dio el ancho, lo mismo con la marcha del pasado 13 de noviembre, cuando el pueblo de México salió a defender al INE, todo porque es contraria a su intención de hacerse del control de las elecciones para garantizar sus triunfos.
La escena internacional
En la elección para director de la Organización Panamericana de la Salud, donde perdió la candidata de México, Nadine Gasman, el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, salió con el ridículo de pedir “voto por voto.
Luego, en la designación del nuevo director del Banco Interamericano de Desarrollo, AMLO demostró que se separa de sus pares de América Latina, incluyendo al presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien montó en colera ante la posición de AMLO de pretender imponer sus caprichos. Y, como no ganó el BID, su berrinche fue mayúsculo, al punto de cancelar de manera unilateral la reunión de la Alianza del Pacífico donde México era el anfitrión.
Ya lo habíamos advertido en este espacio desde diciembre del año pasado, la izquierda latinoamericana vino a desplazar al populismo autoritario y conservador del que AMLO forma parte y triunfos electorales como el de Boric y Petro así lo demuestran:
(Lecciones de Chile a los mexicanos)
Al final, al reunirse con Boric, quedó claro lo que representa la izquierda progresista y un vulgar populista facho, que se disfraza de izquierdista.