IRREVERENTE

Panamá.- Les platico: El jueves 21 de Mayo del 2015 ocurrió en este país el último intento de lavado de dinero en la industria de los casinos.

Un mes después entró en vigor el primer protocolo de lo que derivó en la Junta de Control de Juegos que regula hasta el día de hoy a esta industria.

En Panamá hay 22 casinos completos, un hipódromo, 3 salas de bingo, 31 salones de máquinas traga monedas y 45 lugares donde se apuesta a eventos deportivos en 7 de las 10 provincias panameñas.

Este segmento cerró el 2021 con un crecimiento del 127% respecto al año anterior y concluye el 2022 con un 35% adicional respecto al pasado ejercicio fiscal.

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Su alza es incluso mayor al que registra el Canal de Panamá, cuyo peaje pagado por los buques que lo cruzan cierra este año con un ingreso récord de 1,478 millones de dólares.

El crecimiento que registra la industria del juego está regulado de tal forma, que solo operan 4 marcas.

Cada dólar que se invierte en este segmento es investigado por el gobierno panameño en coordinación con el FBI, la DEA y la INTERPOL.

Se busca a toda costa evitar que los “lavadores” hagan de las suyas, tal como sucedió con el último intento del año 2015.Los empresarios con quienes me reuní en Veraguas hace diez días me explicaron que hay dos medidas clave alrededor del control de la industria del juego:

1.- Restringir lo más posible la entrada de nuevos inversionistas. Los 4 grupos autorizados hasta ahora son netamente panameños, chinos, norteamericanos y una sociedad entre libaneses y judíos. Se han rechazado tres veces los permisos a operadores rusos; quién sabe por qué será…

2.- Evitar casi a niveles de prohibición, el cabildeo o lobbyismo de los casinos en los ámbitos legislativos y de gobierno, para evitar la prostitución de la industria en detrimento de programas del gobierno destinados a la salud, el pago de pensiones, educación y seguridad nacional.

Foto/Plácido Garza

Mientras tanto en México…

En plena víspera de Navidad, diputados del PAN y del PRI liderados por Carlos de la Fuente Flores y Heriberto Treviño Cantú, eliminaron el impuesto a los casinos que imperaba desde el año 2017.

Esas meretrices del vicio le quitaron así al gobierno de Samuel García, más de $1,000 millones a programas de salud para niños con cáncer y mujeres.

Legisladores como Waldo Fernández, de Morena, y los de la bancada del MC, se opusieron a tal medida, pero no les alcanzó porque priyistas y panistas se amafiaron con las rémoras del PT y del Verde, para salirse con la suya.

Le recetaron así su “navidad” a los elector.

Carlos de la Fuente Flores
Heriberto Treviño

CAJÓN DE SASTRE PANAMEÑO

“Que con su pan se lo coman y ojalá se atraganten”, remata la irreverente de mi Gaby, y respecto al año que termina y al que se asoma a partir de mañana, tal como dice el tatuaje de la foto de portada: Es decisión de cada uno de nosotros recibir al 2023 con una sonrisa o con una mueca…