Dos mujeres de primer orden que ganaron la elección en sus respectivas demarcaciones, Lía Limón en Álvaro Obregón y Alessandra Rojo de la Vega en Cuauhtémoc, han sido víctimas de la barbarie morenista, del jefe de gobierno Martí Batres y de los pleitos en el olimpo de los cercanos a López Obrador y Claudia Sheinbaum.

Les robaron la elección y en la elección

Estoica desde un inicio, Alessandra enfrentó la imposición de la hija de Ricardo Monreal, el que fue gobernador de Zacatecas, al que pillaron con sus hermanos, el hoy gobernador y el otro, presidente municipal de Fresnillo, con un laboratorio y bodega de droga en un rancho de su propiedad. El que cuando fue alcalde en Cuauhtémoc, agarraron a su director jurídico llevando en su vehículo maletas llenas de dinero y, en otra operación mapachil, en las elecciones de 2017 en el Estado de México, detuvieron a su chofer con fajos de dinero destinados a la campaña de Delfina Gómez y que el entonces gobernador Eruviel Ávila, apoyó para salir del aprieto. Este personaje, que fue líder del Senado y ha pasado por cinco partidos políticos, es a quien AMLO encargó el cabildeo de la reforma al poder judicial y el mismo que cuando su hija perdió la elección, solicitó el apoyo de Batres y compañía para anular la elección.

Así pues, el sábado pasado el Tribunal Electoral de la CDMX que domina Monreal a través de su compadre, anuló la elección en Cuauhtémoc, donde la candidata de la alianza Va por México, Alessandra Rojo obtuvo la mayoría de votos, bajo el argumento de que se ejerció violencia política en razón de género.

Por imposición

Se sabe que AMLO impuso a Ricardo Monreal como líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados a pesar de que no es del agrado de Sheinbaum, quien quería en la coordinación a Alfonso Ramírez Cuéllar. Por ello, hizo que Batres operara para que la elección fuera anulada para luego salir a decir: “existen otras instancias para que no se piense que nosotros queremos la ley del embudo, que nada más buscamos que las leyes solo nos beneficien a nosotros, entonces hay que esperar”.

Por otra parte, en la alcaldía Álvaro Obregón, la candidata de la alianza Lía Limón, ha seguido los causes legales para inconformarse del proceso electoral, sin embargo, finalmente, la unidad de fiscalización del INE propone declarar un rebase de tope de gastos de campaña del morenista Javier López Casarín, alcalde electo en Álvaro Obregón.

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López Casarín, un político cercano a Marcelo Ebrard, de los personajes que cayeron de la gracia de AMLO, pero que Claudia nombró como su próximo secretario de economía con la difícil tarea de renegociar el T-MEC y enfrentar a los enemigos de Claudia en el Congreso, Mario Delgado y Adán Augusto López.

Con respecto a los gastos de campaña, la unidad de fiscalización determinó que superó el tope por 3 millones 538 mil 203 pesos, 222 mil 397 y se plantea que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determine si le retira el triunfo.

¿Quién quiere debilitar a Claudia y a Ebrard?

Un atropello a la voluntad de los ciudadanos

Lo lamentable, es que Alessandra y Lía fueron víctimas de violencia física y del atropello a sus garantías individuales.

Alessandra, incluso de un atentado armado y el fiscal carnal de Batres, o sea su excuñado, el exmarido de la magistrada patito, Lenia Batres, al que hizo abogado por decreto, cínicamente declaró: “todo parece indicar que dicho ataque pudo haber sido ‘cuidadosamente’ planeado para aparentar un atentado”.

Para AMLO y su partido la voluntad del pueblo no cuenta, lo que vale son sus intereses y las negociaciones perversas que hacen entre ellos. Se sabe que Lía ganó, pero aún no hay decisión que lo avale.

Injusticias

En el caso de Lía Limón las cosas también son brutales, para intimidarla y hacerla desistir de continuar en la contienda electoral, se dio la detención arbitraria de Edgar Ramírez Rodríguez, quien se desempañaba como jefe de la Unidad de la Vía Pública de la alcaldía Álvaro Obregón a quien le inventaron una serie de delitos que lo mantienen en prisión y sin apego al debido proceso, todo por motivos políticos.

El gobierno del sustituto Batres ha mantenido una persecución política, hostigamiento y uso de las instituciones como la Policía de Investigación y la Fiscalía General de Justicia, para detener a personas que han sido capaces de fijar una postura distinta a la del gobierno.

La represión de las autoridades capitalinas ha llegado a extremos inconcebibles, retrasan los procesos y con ello, atentan contra la libertad y el derecho al debido proceso del excolaborador de Lía Limón, el señor Edgar Ramírez Rodríguez.

A Lía la siguen amedrentando y a sus colaboradores, les anulan sus garantías individuales y su derecho a que sus alegatos sean escuchados.

En casos como estos, quien juzga es la autoridad, no los jueces con la ley en la mano y Edgar continúa encarcelado simplemente por ejercer con libertad sus derechos políticos.

X: diaz_manuel