“Cuando la arbitrariedad y la ilegalidad se atreven a levantar la cabeza con insolencia e impudicia, es siempre un signo seguro de que los llamados a defender la ley no han cumplido con su deber”.
RUDOLF VON JHERING
“Porque cuando un hombre tiene dudas de si el acto que va a realizar es justo o injusto, y tiene la posibilidad de informarse de antemano si lo desea, estará actuando ilegalmente si no lo hace”.
THOMAS HOBBES
Por lo visto, a algunos jueces y al fiscal general de la república les da por desaparecer, en contubernio, el artículo 17 de nuestra Carta Magna. La justicia en México no es rauda, ni imparcial, menos aún expedita. No existe el debido proceso y tampoco es gratuita.
Por esa falta de justicia, ayer una mujer inocente celebró en prisión su cumpleaños 69. Purga una condena cuyo fundamento es la invención de una nueva tipificación de delito y el abuso de poder por parte de Alejandro Gertz Manero; este, el hombre más poderoso del país. Ha hecho a un lado su juramento a la Constitución y ha ejercido su venganza imprimiendo el poder del Estado. Él dice que si no puede hacer justicia con su familia, ¿cómo lograrla para todo un país? Yo creo que si lo que busca es imponer SU justicia entre sus parientes políticos, como país estamos entonces mejor sin ella.
Se espera que este lunes 28 de marzo los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación voten el proyecto realizado por el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, el cual —de acuerdo a lo que se ha ventilado—concederá un amparo liso y llano a Laura Morán y a Alejandra Cuevas para cancelar los procesos iniciados en su contra por el fiscal Alejandro Gertz Manero. Esto significa que Alejandra Cuevas deberá recuperar su libertad de manera inmediata, después de pasar más de 520 días en prisión.
Ojalá ahora el fiscal no arguya que esta nueva propuesta de sentencia de la Suprema Corte se ventiló antes de tiempo y en su perjuicio, olvidándose que él obtuvo la anterior —la elaborada por el ministro Pérez Dayán— a base de influencias y presiones, generando una posible afectación para la señora Cuevas.
Celebraremos cuando esta mujer obtenga su libertad, pero hay preguntas que deben ser contestadas: ¿quién pagará por el tiempo que estuvo privada de su libertad de manera ilegal?, ¿quién, de todos los implicados en este abuso?
Recordemos: Alejandro Gertz persiguió durante 7 años a Alejandra y a su madre y fue solo cuando pasó a estar a cargo de la FGR que, haciendo alarde de esta posición, las acusó de la muerte de su hermano.
Siendo fiscal de la república logró que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México retomase el caso que ya había sido desechado y presentase la acusación por homicidio contra las mujeres antes referidas. Dicha acusación fue avalada por el Tribunal Superior de Justicia de la CDMX.
Fue la jueza penal Marcela Ángeles Arrieta la que ordenó la aprehensión de ambas mujeres y dictó auto de formal prisión contra Cuevas. Ella continúa en su puesto.
Octavio Ceballos Orozco, en ese momento magistrado de la sala penal del TSJ, confirmó el auto dictado por la jueza. Hoy, el lic. Ceballos es coordinador general de investigación estratégica de la FGJ capitalina…
¿Cuántos involucrados que, sabiendo de la ilegalidad, no hicieron nada? Aquellos que no mostraron lo irregular de todo el asunto, empezando por una acusación sin fundamento (la figura penal utilizada ni siquiera existe).
A 17 meses de permanecer bajo rejas, parece que Alejandra Cuevas está a punto de recuperar su libertad. Tuvo que llegar el asunto a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (eso y hacerse pública una grabación del fiscal general donde queda patente su contubernio con algunos ministros) para que, luego de desechar el primer proyecto de sentencia se optara por elaborar uno nuevo. Este, todo indica, por fin hará de la justicia un bien imparcial, si bien no fue expedita.
El autor intelectual de todo esto, tuvo la desfachatez de decir en su presentación en la Junta de Coordinación Política del Senado de la República (a puerta cerrada; muy cuidado y apapachado por los legisladores presentes) que el gobierno federal le grabó. Y ahondó en ello (y solo en ello) diciendo que quienes le grabaron cometieron cuatro delitos que ameritan 30 años de cárcel.
Ante es afirmación, yo pido que algún abogado nos aclare lo siguiente: ¿cuántos años de cárcel ameritan el inventar un crimen y una nueva tipificación como lo hizo Gertz y el aparato de justicia de la Ciudad de México?
Gertz ha canalizado su odio desmedido para convencer, presionar, corromper o conchabar a jueces y a funcionarios de la Fiscalía que él reside para armar todo este zafarrancho.
¿En qué momento las autoridades inmiscuidas cambiaron su juramento para procurar justicia, de ser imparciales, para cometer uno o varios delitos?
Eso debiera ser razón suficiente para que estuvieran en prisión.
Verónica Malo en Twitter: @maloguzmanvero