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La Secretaria de Energía (Sener), envió el pasado 13 de junio un oficio al Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas) y a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) en el que exhorta a esta última a modificar los “Términos y Condiciones para la Prestación de los Servicios del Permiso de Gestión Independiente del Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural”, para garantizar que los usuarios del servicio de transporte de gas natural compren este hidrocarburo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

La medida del gobierno federal busca resolver el problema de la CFE, y así poder poner fin a la capacidad ociosa de trasporte de gas natural que tiene la empresa productiva del Estado; pero está acción no ha sido vista con buenos ojos por el sector privado que alega, a través de sus voceros como el Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. (IMCO) el cual señala que “esta medida, que pretende fortalecer a la CFE al forzar un mayor uso de su capacidad subutilizada de transporte de gas natural, atentaría contra la competencia y la libre concurrencia en el sector, porque obligaría a los usuarios del servicio de transporte de gas natural (vía los gasoductos del Sistrangas) a comprar este hidrocarburo a las filiales de la CFE encargadas del negocio de comercialización y suministro de combustibles: CFEnergía y CFE Internacional

Varios especialistas, cabilderos de transnacionales y lideres de opinión han puesto el grito en el cielo por la medida del Gobierno de la Cuarta Transformación para un mejor aprovechamiento de su infraestructura en transporte de hidrocarburos alegando “que la medida viola el acceso abierto, efectivo en la Ley de Hidrocarburos, lo cual tendrá efectos perjudiciales no solo para los transportistas y comercializadores de este insumo, sino también para los usuarios finales sobre todo del sector industrial que estarían sujetos a los precios y calidad del servicio de la empresa que actualmente dirige Manuel Bartlett”.

El razonamiento de los defensores del suculento negocio de las empresas del sector privado en el transporte de gas es maniqueo, parcial y no se refiere a los contratos que se hicieron en los sexenios anteriores que perjudicaban a la Comisión Federal de Electricidad y favorecían a los grandes corporativos transnacionales.

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Administraciones anteriores obligaron a la CFE a cumplir contratos abusivos en el transporte de gas natural

De acuerdo con la Sener que encabeza Rocío Nahle, por la mala planificación de las administraciones pasadas, la CFE a fuerza debe cumplir con obligaciones contractuales que, a mayo de este año, representan para su filial CFE Internacional un servicio de transporte de gas natural en Estados Unidos de 21 mil millones de pies cúbicos diarios (MMpcd).

De estos, la Comisión Federal de Electricidad puede importar cerca de 8,200 MMpcd y se usan 3,500 MMpcd, lo cual equivale a 40% de la capacidad contratada.

Mientras que, en México, tiene contratos de servicio de transporte de gas natural de 18 mil MMpcd, de estos se utiliza el 68% de la capacidad, y esto significa para la CFE erogaciones por recuperar de 10 mil millones de pesos al año.

Para dimensionar la “gran cantidad de capacidad de transporte de gas natural contratado por las administraciones anteriores, el transporte contratado en Estados Unidos, equivale a 4 veces y en México a 3.4 veces la demanda máxima diaria de las centrales eléctricas de la CFE suministradas con gas natural”.

El problema es que la empresa productiva del Estado generadora y distribuidora de energía eléctrica tiene que pagar el total del contrato, aunque no transporte ni utilice todo.

La Secretaria de Energía sostiene que la medida que tanto molesta al sector privado permitirá reducir el impacto que tienen las finanzas del Estado ante la subutilización de la capacidad contratada por CFE, a mediano y largo plazo; y contribuir a garantizar el suministro de gas natural en territorio nacional”.

El IMCO sostiene que la posición de la CFE como único comprador de gas natural en el exterior y único comercializador en México, le restaría competitividad al país e incrementaría los riesgos operativos de la empresa, al tener la responsabilidad del suministro nacional del gas natural.

El resolver la compra de hidrocarburos y su transporte es muy importante para el Gobierno de la Cuarta Transformación ya que, en México, la mayoría de la electricidad se genera con gas natural, el 60% de ella, casi el 80% del que se dispone se compra a Estados Unidos, principalmente a Texas.

El gas natural es visto en la actualidad como una de las principales y más relevantes fuentes de energía, usada tanto para uso doméstico como para uso industrial o comercial, es un tipo de energía menos dañina para el medio ambiente, seguro, accesible en términos económicos y la única alternativa que, en la práctica, puede sustituir masivamente al carbón y a los petrolíferos en diversos usos.

Guerra en Ucrania afecta el suministro de gas

La guerra en Ucrania está afectando el suministro de gas para algunos países europeos y el precio del energético se ha incrementado de manera exagerada.

La política en materia de gas natural que se llevó en México durante las administraciones de los presidentes Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, fue un desastre por decir lo menos, ya que se invirtió muy poco y mal en explotación del energético, no se creo infraestructura y se les dio preferencia a empresas transnacionales como Iberdrola y Repsol en detrimento de Pemex y de la CFE.

La petrolera española Repsol se convirtió en la primera empresa a la que se le adjudicó en 2003 una licitación para las obras de desarrollo, infraestructura y mantenimiento de campos de gas no asociados en la Cuenca de Burgos, en este caso el Bloque Reynosa-Monterrey, bajo el esquema de Contratos de Servicios Múltiples.

El monto ofertado por la empresa ibérica Repsol fue de dos mil 437 millones de dólares, que incluye el costo de las obras y servicios que ejecutará la empresa durante los 20 años de plazo del contrato.

La promesa de grandes inversiones y abundante producción se quedó en promesas ya que el corporativo hispano dio por terminadp el contrato en 2014, diez años antes de lo acordado de lo acordado en el convenio del gobierno del presidente Fox. En la década que Repsol explotó los yacimientos del norte del país, solo llegó a tener 14 pozos en producción, aunque “por indicaciones de Pemex los trabajos durante 2013 se centraron básicamente en servicios de mantenimiento”. ¿Y el gas que produciría? Se empezó a importar de forma creciente.

La empresa española empezó a importar gas de Perú, el cual lo compraba muy barato en el país sudamericano y lo vendía a la CFE a un precio elevado, lo que le dio al corporativo europeo grandes ganancias.

Con la Reforma Energética del 2013 impulsada por el gobierno de Enrique Peña Nieto se hizo la promesa por parte del sector privado de que se construirían 14 termoeléctricas de ciclo combinado a gas natural, y que por eso se firmaron los contratos con empresas estadounidenses para adquirir el energético en grandes cantidades, superiores a las necesidades del país y de lo que se podría transportar con la infraestructura que se tenia en esos momentos, pero la CFE sí tenía y tiene que pagar la totalidad de lo estipulado en el contrato.

Gobierno de AMLO busca mercado para el excedente de gas natural importado desde los Estados Unidos

La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador está buscando mercado para el excedente de gas natural importado de los Estados Unidos y por eso se está invirtiendo en dos plantas de licuefacción: una en Salina Cruz, Oaxaca, y otra en Sonora y así poder exportar el hidrocarburo a Oriente.

El gobierno federal anunció hace unos días una inversión de 120 mil millones de pesos (unos 2,397 millones de dólares) en el Istmo de Tehuantepec para una coquizadora y una planta de licuefacción.

Las empresas New Port Energy y México Pacific Limited contemplan una inversión de 5 mil 500 millones de dólares en el país en proyectos de gas, la primera en plantas en Baja California y Tamaulipas, así como una en conjunto con Pemex y la segunda en Sonora.

México Pacific Limited realizará una planta de licuefacción en Puerto Libertad, Sonora, con una inversión de 2 mil 500 millones de dólares.

En abril del 2021 la filial de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) Energía dio a conocer los seis proyectos de generación que licitará en esta administración y que deberán entrar en operaciones a más tardar en mayo de 2024. En total, son seis centrales de ciclo combinado a gas natural con una capacidad conjunta de casi 6% de la generación actual, que serán 4,322 megawatts instalados en Baja California, Baja California Sur, Veracruz y Yucatán, que conforme a los precios unitarios de este tipo de proyectos de la CFE tendrán un costo conjunto de alrededor de 35 mil millones de pesos.

El Gobierno de la Cuarta Transformación está buscando que las pérdidas de la Comisión Federal de Electricidad sean menores y por eso está buscando tener la exclusividad de la importación de gas y disminuir las pérdidas por el energético no utilizado pero que tiene que pagar, y también está buscando mercado para el excedente de gas comprado a los Estados Unidos.