Vayamos al principio. Resulta que a principios del mes de octubre se llevó a cabo el primer Simposio Mundial de Sostenibilidad realizado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés). Los temas principales fueron el compromiso de la industria aérea, y las acciones necesarias para el cumplimiento de la meta trazada: alcanzar las cero emisiones de CO2 para el 2050.
Dentro de los tópicos abordados estuvieron “Estrategias de mitigación del impacto climático”, “Seguimiento del progreso hacia el cero neto” y “Facilitadores clave”.
La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA por sus siglas en inglés) ha adoptado la “Declaración Conjunta de la Industria” anunciando su intención de hacer de Europa un espacio aéreo mucho más respetuoso, y a la vez eficiente, con el medio ambiente, en concordancia con el Pacto Verde de la Unión Europea, que al igual que el plan de la IATA busca llegar al año 2050 con cero emisiones de carbono en la atmósfera.
Otras asociaciones del sector aéreo de Europa, como aerolíneas, aeropuertos, fabricantes de aviones y proveedores de servicios a la navegación aérea, entre otros, también han hecho este compromiso, con la finalidad de reducir la huella medioambiental, pero maximizando la capacidad en el aire; sin duda todo un reto.
Y justamente uno de los elementos que le permitirá a la aviación ir tras esa meta es la utilización de combustibles de aviación sostenibles, también conocidos como SAF. En Estados Unidos, cuentan con el apoyo de una industria gigantesca como lo es Microsoft, a través de la compra de Certificados de SAF, gracias al proveedor World Energy.
En un entendimiento sin parangón, estas empresas han signado un acuerdo de 10 años, que tiene contemplado desplazar al combustible fósil, lo que implica remplazar con SAF alrededor de 43,7 millones de galones de turbosina.
Pero no es la única industria interesada, también la armadora norteamericana Boeing se encuentra concretando una sociedad tanto con la aerolínea United Airlines como con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés). Tienen previsto realizar vuelos de prueba para hacer mediciones sobre cómo el SAF afecta las estelas de vapor o chemtrails, así como las emisiones no relacionadas con el CO2.
Otra de las noticias dadas en este Simposio Mundial de Sostenibilidad, fue que la armadora brasileña de aviones Embraer, y la fabricante multinacional de motores Honeywell, anunciaron el éxito que han tenido con su motor, el turbofan HTF7500, en el modelo comercial Praetor 600, que utiliza solamente SAF.
También la aerolínea de bajo costo norteamericana Southwest realiza acuerdos, en este caso con USABioEnergy LLC, a quienes les acaba de adquirir 680 millones de galones de SAF, mismos que serán proporcionados durante los próximos 20 años.
Mientras esto sucede en el continente americano, en el viejo mundo por fin los legisladores de la Unión Europea han logrado completar la legislación “Fit for 55″. Esto significa que los proveedores de turbosina estarán obligados a mezclar cantidades mayores de turbosina con SAF, comenzando con un 2% para el 2025, de forma que esta vaya aumentando paulatinamente hasta lograr un 70% en el 2050.
Pero no solamente los Estados Unidos y Europa están trabajando en el tema de la descarbonización de la industria aérea, también en Medio Oriente empresas como Abu Dhabi Future Energy Company, en sociedad con la armadora gringa Boeing, están trabajando para impulsar el uso de SAF dentro de los Emiratos Árabes y sumarse a la meta de cero emisiones para el 2050. Por su parte Emirates Airlines, está trabajando en suministrar a sus aviones más de 3 millones de galones de SAF, mezclados para el 2024 y 2025.
Y si el Medio Oriente no se ha quedado atrás en este tema, en el lejano oriente también se están tomando medidas. Concretamente en Japón la compañía Yokogawa Electric Corporation se ha unido a Avelia para ayudar en aumentar el suministro de SAF.
Lo nuevo: se dio a conocer un avión híbrido eléctrico, realizado por la empresa VoltAero, que está desarrollando un avión a propulsión eléctrica-híbrida. Comenzó su viaje en 2010 con un avión llamado “Electric Cri-Cri”, que era un avión ultraligero propulsado por 4 motores eléctricos. En 2015 hicieron historia al cruzar el Canal de la Mancha con el E-Fan, un avión totalmente eléctrico.
Y en 2017 esta compañía patentó su diseño Cassio. Un avión con un fuselaje aerodinámico, como le llaman ellos: “un canard fijo hacia adelante y un ala en popa con brazos gemelos que sostienen una cola horizontal de implantación alta, con su sistema de propulsión híbrido eléctrico en línea que ofrece potencias nominales de 330 a 600 Kilovatios”
VoltAero está volando un avión de prueba del modelo Cassio S, un equipo que combina moteres eléctricos y uno térmico. Está pensado para compañías que operen taxis aéreos o también charters, incluso para servicios públicos puede ser un modelo de avión eficiente, ya sea para funcionar como ambulancias médicas, para servicio postal o para carga.
Se tiene contemplado que tenga una capacidad de entre 5 y 12 pasajeros y que el alcance de vuelo sea de 3 y media horas. VoltAero tiene pensado fabricar tres modelos, y como ellos mismos los describen:
“VoltAero producirá el avión Cassio en tres versiones, cada una de las cuales compartirá un alto grado de modularidad y similitud. Está prevista una configuración inicial del Cassio 330 que sea de cinco asientos, con propulsión de una potencia eléctrica-híbrida combinada de 330 kilovatios, entre en servicio en 2025. Le seguirá el Cassio 480, configurado con seis asientos y un híbrido eléctrico con potencia de propulsión de 480 kilovatios; y el Cassio 600, con capacidad para 10-12 plazas y una potencia de propulsión híbrido eléctrico de 600 kilovatios.”
VoltAero
Esta empresa va avanzando muy bien, tanto en el desarrollo de sus modelos de avión, como en la producción y en la certificación, registrando desde el 2019 más de 175 horas de vuelo, repartidas entre unos 210 vuelos, y operando estos desde 38 aeropuertos regionales tanto en Europa como en el Reino Unido. El Cassio S, logró en septiembre de este año volar totalmente con 100% de combustible sostenible, elaborado por la empresa Total Energies, compuesto a base de bioetanol, a partir de los desechos que se originan en los viñedos de Francia.
Sin embargo, aunque lo anterior suene muy bonito, uno de los principales obstáculos para este tipo de aviones eléctricos-híbridos son los aeropuertos, quienes deberán de tener cargadores.
Sin duda alguna se viene una muy interesante revolución en la infraestructura aeroportuaria, porque los aeropuertos se verían obligados -en un futuro ya no muy lejano- a tener la energía eléctrica suficiente, que además debe ser “limpia”, para lograr la meta de cero emisiones de carbono en 2050.
Seguiremos de cerca todas estas novedades presentadas, y sobre todo estaremos muy al pendiente de las medidas que se tomen en Latinoamérica, y por supuesto en nuestro país, en torno al “Cero Emisiones de CO2 para el 2050″. Mientras, es importante seguir hablando de la importancia de producir SAF.