“La ley suprema es el bien del pueblo”

Marco Tulio Cicerón

El papel de los legisladores ha sido fundamental en la creación y mantenimiento de México como nación, desde su nombramiento como tal después de la independencia.

La labor fundamental de los legisladores es promulgar leyes, lo que refleja mucho mayor entendimiento que reformar la Constitución, ya que muchos de nosotros cuando escuchamos o leemos esta última premisa nos invade una nostalgia existencial casi inexplicable de ver en nuestras mentes la imagen del general Venustiano Carranza en las monografías cromáticas con las que hacíamos nuestras tareas en la primaria, y pensar que un hombre que dedicó tanta energía existencial para hacer de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos una de las más perfectas del mundo, esculpiendo la piedra que ya estaba casi terminada desde 1857, adornando con filosofía y humanismo las leyes napoleónicas como nadie más pudo haberlo hecho en 1917, y que ahora se quiera reformar tanto la Constitución como la imagen de Venustiano Carranza, resulta, repito, nostálgico.

Por eso ahora que se habla de una sobrerrepresentación en el poder legislativo, de pensarlo bien, podría ser la mejor oportunidad de nuestro país de salir adelante, consolidarnos como potencia mundial, y lograr el mayor beneficio social, económico, humano, psicológico y hasta moral de todos los mexicanos.

Si yo fuera legislador, diputado o senador, claro que me importaría mucho votar por las mejores leyes propuestas para el beneficio de todo México, y tratar vehementemente de nunca manchar mi reputación con votaciones que se salieran de mi camino trazado con convicciones, pensamientos, razonamientos y enseñanzas, sobre todo paternas, desde que fui niño.

La democracia legislativa es una de las acciones políticas más puras que existen, y con dicha sobrerrepresentación, dicha democracia podría ser aún más virtuosa.

Siempre va a ser un honor para cualquier ser humano poder ser legislador o legisladora de su patria, y contribuir con esto al beneficio personal, histórico, nacional, y universal.