Fiscalización récord, ahí la explicación
Adán Augusto López Hernandez no tiene ninguna posibilidad de ganar la encuesta de Morena y, por lo tanto, este sexenio no será candidato presidencial de su partido. El próximo ya se verá.
Como todo el mundo sabe, la candidatura de izquierda casi seguramente corresponderá a Claudia Sheinbaum, quien durante muchos meses ha mantenido en las mediciones de preferencias electorales una sólida ventaja, hasta de dos dígitos, sobre Marcelo Ebrard, algo que no cambiará en las tres semanas que faltan para que se tome la decisión acerca de quién representará en 2024 al instituto político fundado por Andrés Manuel López Obrador.
Por lo tanto, no tiene una motivación electoral la agresión de anoche contra Rosalinda López Hernández, hermana de Adán Augusto.
Algo huele mal en el reportaje de Carlos Loret de Mola en el sitio de internet financiado por el exdirigente priista Roberto Madrazo. Como el aroma de la basura no me agrada, no analizaré los detalles de lo que Loret dijo acerca de Rosalinda López, la número dos del Servicio de Administración Tributaria.
La historia contada por Loret de Mola parece dirigida a debilitar al SAT en el momento en el que —cito una nota del diario Reforma— esta institución ha establecido nuevos récords de rentabilidad fiscalizadora:
- “En los primeros seis meses de este año, por cada peso que el Servicio de Administración Tributaria invirtió en actos de fiscalización ganó 212.9 pesos, el mayor monto obtenido para un mismo periodo en los últimos 24 años”.
- “Se trata de un 57 por ciento más respecto del mismo lapso de 2022, cuando obtuvo 135.6 pesos por cada peso invertido, indica el último informe trimestral de finanzas públicas de Hacienda”.
Como es bien conocido, en la 4T sí pagan impuestos quienes antes no lo hacían porque eran los dueños del gobierno, esto es, los patrones de los presidentes de México.
Ha habido tres personas al frente del SAT en la administración del presidente AMLO, Margarita Ríos Farjat, Raquel Buenrostro y Antonio Martínez Dagnino. Su trabajo debe calificarse como muy eficiente por su honestidad y capacidad profesional, pero también porque se han apoyado en equipos técnicos de primer orden, en los que destaca la administradora general de Auditoría Fiscal, sí, Rosalinda López Hernández.
Leía el otro día fragmentos de la obra Teoría del impuesto de Pierre-Joseph Proudhon, uno de los padres del anarquismo. Hasta este hombre absolutamente enemigo del Estado admitía la importancia de que todo el mundo pague: “La igualdad y los impuestos son en principio, y tarde o temprano serán en la práctica, una sola cosa”.
Pero, para que la igualdad tenga una oportunidad de ser una realidad, quienes más tienen deben pagar más que el resto de la sociedad.
No habían sido así en México, nadie lo ignora. La 4T ha obligado a contribuir a los potentados que no lo hacían porque no se les pegaba la gana hacerlo. De ahí el ataque a la número dos del SAT. No hay otra explicación.
En fin, no puedo evitar reproducir algunas palabras publicadas en un periódico de Madrid, España —La Discusión, diario democrático—, después de la muerte de Proudhon en 1865:
- La revolución perdió “uno de sus mas ardientes defensores; la intolerancia, uno de sus más temibles adversarios, y la honradez y la consecuencia política, uno de sus más ilustres modelos”.
- “Lo mismo en la vida privada que en la vida pública, Proudhon era intachable”.
- “El eminente director de La Voz del Pueblo, el autor de las Contradicciones económicas, de La Justicia en la revolución y en la Iglesia, de la Teoría del impuesto y de otras muchas obras, tan duramente censuradas como estúpidamente comprendidas, ha muerto pobre”.
No es un dato menor precisar que tan bellas palabras se difundieron en el diario fundado por un destacado jurista respetuoso de las leyes, Nicolás María Rivero, quien además de dedicarse al periodismo incursionó en la política y tuvo el cargo de alcalde de la capital española.
Loret se burla de Lilly
Este miércoles, en su columna de El Universal, Carlos Loret de Mola ha utilizado una encuesta mal hecha de El Financiero para celebrar una mentira: que la candidata de la derecha empresarial, Xóchitl Gálvez, ya es competitiva frente a la casi segura candidata de Morena, Claudia Sheinbaum.
Tiene Loret derecho a ejercer el periodismo ficción basado en estadísticas que no se sustentan en estudios demoscópicos objetivos. Pero Loret, para elogiar a Xóchitl Gálvez, no tenía por qué humillar a Lilly Téllez:
- “La senadora Xóchitl Gálvez ha recortado dos tercios la brecha entre la corcholata favorita y la aspirante de oposición mejor posicionada”.
- “En marzo de este año, Claudia Sheinbaum le llevaba 26 puntos porcentuales a Lily Téllez; la semana pasada la diferencia era sólo de 8 puntos a favor de Sheinbaum sobre Xóchitl”.
Los ocho puntos son un invento del diario El Financiero y de su encuestador Alejandro Moreno. Democrático derecho a la fantasía como propaganda electoral, claro que sí.
Las encuestas serias de vivienda más recientes —De las Heras Demotecnia en su página de internet, Covarrubias en el diario español La Vanguardia, Enkoll en otro periódico de España, El País, y Buendía & Márquez, citada por Darío Celis en El Heraldo de México— coinciden: la ventaja de Claudia sobre Xóchitl es de mucho más de 20 puntos.
Es decir, en una de esas los números de Xóchitl Gálvez son peores que los de Lilly Téllez, a quien los dueños del dinero, que son los dueños del PRI y del PAN, le jugaron chueco. Loret debería respetar un poquito más a la senadora que durante muchos años trabajó como periodista.
La foto del empresario, el periodista y la candidata de la derecha
Desde luego, respeto que El Financiero, sus periodistas y otros medios y comunicadores tomen partido. Yo lo hago, no oculto que estoy convencido de que la mejor persona para llegar a la presidencia de México en 2024 es Claudia Sheinbaum.
El Financiero, su propietario Manuel Arroyo, su encuestador Moreno y sus columnistas, como Salvador Caminera y Pablo Hiriart, quieren a Xóchitl en Palacio Nacional. Qué bueno, felicidades.
Coinciden con Ciro Gómez Leyva, José Cardenas, Joaquín López Dóriga y Leonardo Curzio de Radio Fórmula; supongo que el dueño de la emisora, Jaime Azcárraga, está en el mismo proyecto, y se vale. Es democrático.
Aquí una foto del poder económico y un representante del poder periodístico en reunión con Xóchitl Gálvez: el destacado empresario Agustín Coppel y el columnista Camarena de El Financiero —este hombre había trabajado en una asociación fundada por Claudio X. González—. Nuestra democracia permite expresar las preferencias políticas, qué maravilla. Todos a quitarnos las máscaras, basta de presumir la imposible imparcialidad.