A tres años y medio del inicio de su sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha logrado resistir la totalidad de los ataques mediáticos y políticos en su contra.

Dictando agenda desde la mañanera, los medios tradicionales simplemente se dedican a intentar rebatir los puntos desde ahí sentados o a esparcir vil odio. Esa estrategia no ha funcionado, ni funcionará en los dos años y medio restantes de gobierno, lo cual lleva a los grupos opositores a intentar una estrategia ruin: atacar a su hijo menor de edad, un niño de apenas 15 años.

El colmo de la mezquindad llegó ayer, cuando una cuenta que intentó suplantar al medio SinEmbargo publicó una noticia relativa a un falso suicidio, lo cual provocó la preocupación de dos de los principales directivos y colaboradores de dicho medio: Álvaro Delgado y Alejandro Párez Varela.

¿Quién está detrás de los ataques al hijo de AMLO en Twitter?

Aquí es donde ciertos grupos dedicados al golpeteo digital aplican dos estrategias: una, a todas luces cuenta con recursos y se centra en campañas que se despliegan el fin de semana, con la complicidad de elementos calderonistas que existen en Twitter México y la incursión de bots, trolls y “figuras” de la oposición que incluye a dizque youtubers de derecha y hasta a senadoras.

La otra estrategia consiste en el aprovechamiento de la confusión y la complicidad en redes sociales por parte de grupos, mayoritariamente personas adolescentes o jóvenes, del sexo masculino, para sembrar ideas falsas que en alguna ocasión llegaron a la propia mañanera. Ahora, con la complicidad de un personaje muy ignorante e idiota que se tragó la fake news completita, intentaron vincular al pseudocomediante de ideología fascista José Manuel “Chumel” Torres con la cuenta que intentó suplantar a SinEmbargo.

Con más de la mitad del sexenio transcurrido, el gobierno actual debería contar con una oficina de contrainsurgencia digital o algo por el estilo para combatir lo que el investigador español Julián Macías llama “la pandemia digital”, incluso por motivos de seguridad nacional. Las consecuencias del ataque digital sostenido contra el hijo menor del presidente, lo demuestra. Pero tal parece que a estas alturas, es mucho pedir que se tomen cartas en el asunto.