Busco muchas maneras de comprender todas las ofensas y descalificaciones de la senadora al presidente, quizás por ignorarla, por amor, afecto, olvido, o realmente es odio, sinceramente dudo que sea por el país, no creo que tenga tanto amor por México, se observa como expulsa rencor en cada sesión qué realiza, donde se escuchan solo gritos, ofensas, agresiones, traiciones, con todo lo que represente a Morena expulsa mucho odio, aferrada a creer en sus dichos.
Decidí buscar un especialista amigo personal en análisis de conducta, mejor decido no transcribir lo que comento.
Seguramente lo que me dijo, no le gustara y podría atacarme de forma brutal aprovechando su envergadura política y en redes sociales, veo que a quien dice algo fuera de lugar en su contra, lo contraataca con apodos grotescos, ofensivos, carniceros, fantasiosos y hasta míticos diabólicos, se queja del presidente por supuestamente ser agresivo en las mañaneras y hablar tonterías, algo que veo a diario en el estrado del Senado con Kenia López Rabadán, Xóchilt Gálvez, y la misma Lilly Téllez, si ocupará un día para checar en redes sus hashtags, podría entender por qué hablo de ello, solo en ese tipo de comentarios crecen sus tendencias.
Las personas que busque conocen los alcances en redes sociales y los movimientos de los hashtags; ahí observamos cuantas personas prefieren no leer o compartir las ofensas qué realiza al mandatario.
Ella dice; “la gente me pide que sea presidenta”; sin embargo, sus números compartidos son muy diversos, en Twitter existen millones de bots, si vamos a Facebook, Google o Instagram, es mínimo lo que hablan de ella, si otra persona de sus seguidores comparte alguno de sus comentarios tiene muy poca interacción, al igual que sucede con las otras redes e incluso las estadísticas de YouTube y redes qué mueven a México políticamente.
En sus conferencias en la página del Senado pasa de la misma forma, mientras decide atacar, ofender, no entregar apoyos a su estado, no se trata de una ambulancia usada, bien podía juntar esfuerzos con los empresarios opositores al presidente y pedir apoyo para conseguir no una, sino hasta diez ambulancias para Sonora, lo que sucede, es qué le molesta que el pidan el trabajo propio de los políticos, que brinden seguridad y apoyos a su gente, si no quiso conseguir una ambulancia equipada con sus protectores y amigos de acción nacional fue porque no quiso.
Aquellos que recuerdo ella atacaba en el pasado con videoblogs, con una ofensiva terrible hacia Felipe Calderón, Margarita Zavala, PRI, PAN, tachando de ser quienes destruyeron este país, con sus corruptelas, hoy son quienes abrigan su trabajo.
Veo periodistas qué comentan no, yo mejor no hablo de Téllez, se molesta y ofende con saña a nuestras familias.
Qué triste es ver cómo nace en el periodismo, hoy ellos mismos son quienes callan por temor qué al tener poder y un curul en el Senado pueda aprovechar para atacarlos o ofender a sus familias, yo no veo eso, más bien creo que su carácter de mujer no permite que la ataquen y siente que todos la ofenden por traicionar al partido, no es así, siento que ella misma sabe cuánto le debe al partido del presidente y su forma de defensa es mal informarlo tratando de demostrar que nada les debe.
Siento que podría su rencor ser por dejarla sola cuando más los necesito, al presidente y su grupo parlamentario.
Solo ella sabe por qué tanto odio, si en el pasado acción nacional hizo más daño al país o será que ella en Morena no tenía forma de crecer y llegar a contender a un cargo público importante, decide buscar donde poder realizar su sueño y sería más fácil, donde había un presidente de partido más controlable, con muy poca experiencia política como Marko Cortés, lo digo por qué es muy observadora; sabía dónde debía llegar y poder tener el control, algo que no sucedería en el movimiento de regeneración nacional.
No hago esta columna con afán de ofensa a la senadora, la realizo para que sus excompañeros entiendan los motivos qué la llevaron a desertar de Morena.
Gracias por su atención.
Twitter: @antarmnacif