¿Cuánto cuesta un avión privado? Para responder consulté la página de internet de Servicios Aéreos Estrella, SAE, ubicada en el Aeropuerto Internacional de Toluca, Calle 1, hangar 1. Sus administradores presumen que se trata del “FBO más grande de América Latina” y que cuentan con más de 30 años de experiencia.

Realicé la consulta para tratar de entender el enredo aeronáutico de Andrea Chávez, diputada de Morena. Veamos:

  • Alguien difundió fotos de su familia viajando en un avión privado y se dijo que este pertenecía a la Secretaría de la Defensa Nacional.
  • Ella negó todo. Argumento que era un truco de photoshop, es decir, de fotografías manipuladas.
  • Después la diputada Chávez admitió que su familia sí iba en un avión privado, pero no militar, sino de una compañía de taxis aéreos.
  • Se supone que la familia voló en el taxi aéreo de Guadalajara a Ciudad Juárez para estar en un informe de la legisladora morenista.
  • Andrea Chávez aclaró que alguien más sí se trasladó en avión militar, el mismo día, a la ciudad fronteriza, el exsecretario de Gobernación Adán Augusto López, con quien la diputada colabora.
  • La diputada Chávez admite que pagó el vuelo privado de sus familiares.

En Servicios Aéreos Estrella la opción más barata es el Lear Jet 35. Cuesta 1 mil 500 dólares la hora de vuelo.

Pero es dable pensar que si SAE anuncia vuelos “desde 1 mil 500 dólares” se debe a ganar de enganchar clientes. Así que si alguien solicita el servicio más económico, lo más probable —casi seguro— es que no esté disponible, por lo que se deberá pagar una cantidad mayor.

  • Así las cosas, y suponiendo que consiguió el servicio más barato —altamente improbable—, por un vuelo de 2 horas y 15 minutos —de Guadalajara a Ciudad Juárez— ella erogó 3 mil 300 dólares, actualmente 56 mil 500 pesos, pero en el momento del viaje sin duda algo más: la moneda nacional se ha apreciado.
  • Si la familia de la diputada volvió de Juárez a Guadalajara en el mismo avión, entonces ella tuvo que pagar los mismos 3 mil 300 dólares.
  • Si sus parientes se quedaron en Ciudad Juárez, Andrea Chávez de cualquier manera debió cubrir el retorno de la aeronave.

No soy experto en estos asuntos, pero más o menos así funciona la cosa.

La diputada Andrea Chavez gastó en el vuelo privado para su familia —en el más barato de los casos— unos 120 mil pesos.

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Eso es casi el doble de lo que ella gana al mes. Lo que Andrea recibe del poder judicial son alrededor de 75 mil pesos de salario, más 45 mil para contar con algo que se conoce como asistencia legislativa y 28 mil para la llamada atención ciudadana.

Como debe ser una mujer respetuosa del código de ética de Morena, Andrea no usa —o no tendría permitido usar— para sus asuntos personales el dinero que se le entrega para asistencia legislativa y atención ciudadana. Entonces, Andrea dedicó dos meses de su salario a pagar un vuelo privado para su familia. Me parece mucho, pero cada quien.

La familia viajó a Ciudad Juárez a un informe de la legisladora que ella también debió haber pagado. Si fue respetuosa de la ética morenista, Andrea Chávez no utilizó recursos públicos para financiar un salón, carteles, sonido, algún refrigerio para los invitados, etcétera. Quizá simpatizantes le ayudaron con tal gasto —lo que me sería legítimo—, pero en el menos costoso de los casos, la diputada algún dinero puso para hacer posible el evento, además de comprar su propio boleto de avión de la Ciudad de México a Ciudad Juárez ida y vuelta.

No es criticable que una política de izquierda utilice aeronaves privadas para su familia, aunque ello le represente gastar dos meses de salario. Por la familia hay quien hace eso y más.

Lo lamentable es que lo haya negado... para después aceptarlo. Andrea Chávez está en falta y, me parece, su futuro político comprometido.

Peleada con Maru Campos, gobernadora de Chihuahua, esta panista —bastante hábil— no deberá tener ningún problema para destruir el prestigio de Andrea en aquella entidad.

En Morena tampoco le va a ir bien. Es verdad, el presidente AMLO la ha defendido, pero creo que solo de las vulgaridades con que la atacó el columnista Raymundo Riva Palacio, de El Financiero.

No puede estar de acuerdo con el uso de aeronaves particulares un hombre que toda su vida ha rechazado los jets privados como Andrés Manuel —en la presidencia solo los ha utilizado cuando resulta absolutamente necesario para cumplir con sus obligaciones—.

Para no dañar a Morena el presidente López Obrador no lo dirá en público —y por política hasta podría afirmar que no tiene nada de malo utilizar vuelos privados para transportar a la familia—, pero me parece que en su fuero interno AMLO debe condenar lo hecho por la diputada Chávez, y por partida doble: en primer lugar, por gastar al menos dos meses de su salario en un avión privado, y en segundo por la mentira de la diputada al negarlo para después, por las presiones de la prensa, ella misma rectificar y aceptarlo.

Andrés Manuel se toma muy en serio lo de la austeridad, sobre todo en el caso de los aviones privados. Ha ido a Estados Unidos en vuelos comerciales —por cierto, en clase turista—. No ha viajado más lejos para no ponerse una paliza en los pequeños asientos de la sección económica, ya que por respeto a la gente no viajaría en primera clase.

El ejemplo de Andrés Manuel es la razón por la que en Morena se cuestionan muchísimo los vuelos privados. Recordemos lo que hizo Claudia Sheinbaum cuando una de sus principales y más eficaces colaboradoras, Paola Félix, cometió el error de viajar de raite en el avión del dueño de El Universal: la cesó de inmediato.

En septiembre, AMLO viajará a Chile; seguramente lo hará en la cabina barata de Aeroméxico. En 2017, Andrés Manuel voló a ese país acompañado del magnate regiomontano Alfonso Romo. Difundieron una foto que hizo carcajear a la gente adinerada de Monterrey: “Pinche Poncho, tan ricote él: nunca pensé verlo amontonado en clase turista en un vuelo de 8 horas, jajajaja. Pero bueno, El Peje lo hechizó, jajajaja”. Juro que este comentario lo escuché varias veces en la Sultana del Norte.

Volar 8 horas en clase turista