“De la vida es un traslado, sustento de los discretos, dama del entendimiento, de los sentidos banquete, de los gustos ramillete, esfera del pensamiento, olvido de los agravios, manjar de diversos precios, que mata de hambre a los necios y satisface a los sabios.”

“Hagan plaza, den entrada, que viene triunfando Amor de una batalla mortal en que ha sido vencedor.”

TIRSO DE MOLINA

López Obrador es un refranero andante, pero es Xóchitl la que, sin decir agua va, le está acomodando los dichos uno a uno. Y es que hay varios —cortesía del buen colmillo de la senadora— que al presidente le van como anillo al dedo. Vaya, que AMLO se topó con la horma de su zapato. Además, el que se lleva se aguanta. ¿O no?

Dicho, este último, que también debiera aplicar a Epigmenio Ibarra… aunque parece que él no lo ve así. Lo digo por lo descuadrado y agresivo que se le vio al publicista ayer en el intercambio que sostuvo con la precandidata Xóchitl en el programa de radio de Ciro Gómez Leyva.

Total, que mientras López Obrador se ha constituido como el verdugo de la concordia (y de la democracia, y de la ley, y del progreso, y de la salud pública, y de la educación, y un largo etcétera), siendo Epigmenio su Rasputín o gran asesor en estos menesteres, ella ofrece unidad entre los mexicanos.

Esto es mucho muy importante y pasa desapercibido por la mayoría. Por eso hay que destacarlo: Xóchitl de pronto encontró no solo la manera de desenmascarar el engaño de ese par, sino también identificar el gran objetivo hacia el cual apuntar sus baterías en la carrera por la Presidencia (lo que no significa la ausencia de muchísimos otros retos y dificultades que resolver). La fórmula es simple —a la vez sumamente complicada— consiste en tender hacia la unidad y hacia la concordia de la sociedad mexicana. El progreso y bienestar —ese término tan manoseado por la 4t— se darán como resultado.

Dicho de otro modo, ha surgido un contrapeso a AMLO (personaje, este, que divide, que odia, que practica la revancha, incluso en ocasiones que se pretendía su júbilo y su festejo, como fue el pasado 1 de julio).

Las columnas más leídas de hoy

De paso, como sugiere el diario Reforma, Xóchitl le ha recetado un “cállate chachalaca” al falso profeta y a sus apóstoles. Pero mismo este no fue como el original de AMLO hacia Fox, ni en tono agresivo; el de la senadora fue más bien burlón, festivo y hasta cierto punto amoroso. Y es que más vale una nalgada bien dada (aunque sea ya tarde), que un niño caprichudo fuera de control.

No se sabe a ciencia cierta cuál es la estrategia mediática que seguirá Gálvez, mas todo indica que continuará encareciéndole a López Obrador —ahora que puede y mientras pueda— el ser incongruente y tan poco demócrata.

Se requería que alguien mostrara las intransigencias del primer mandatario. Que, por lo que al manejo de la comunicación y de la agenda mediática se refiere (en la que, por cierto, dos semanas ha estado extraviado López Obrador y su Movimiento), se le pusiera un freno puro y duro. Y si es llevándose dos al baile —me refiero a Epigmenio Ibarra, además de AMLO—, mejor.

Gálvez Ruiz nos recuerda que no tiene miedo a enfrentar al origen y fuente de la campaña de comunicación de Andrés Manuel. Que tampoco tiene reservas en ser ella quien nos recuerde el orden institucional de las cosas al grado de poner los límites que debería hacer cumplir Guadalupe Taddei, la consejera presidenta de un desangelado INE, a todos los actores electorales.

En el antes referido intercambio de imputaciones se volvió jocosa la acusación vertida por Epigmenio en contra de Xóchitl, al echarle en cara no lo que ha hecho (o dejado de hacer), sino por cuanto a qué partidos la arropan y qué compañeros de partido ha tenido. ¡Cómo si Morena y el propio presidente fueran entes inmaculados! Amnesia total del pasado priista de López Obrador y de muchos otros “notables” miembros de la 4t.

Olvido absoluto también por cuanto a que, en el 2017 (no hace tantos años), López Obrador invitó a Xóchitl a sumarse a su candidatura y le ofreció un lugar en la lista plurinominal del Senado. Las recaderas fueron en ese entonces Claudia Sheinbaum, Rocío Nahle y Yeidckol Polevnsky… Hoy, que Xóchitl muestra ser una contendiente real —¡que en varios frentes simpatizancon la Cuarta Transformación!— y con posibilidades de crecer en apoyos, Andrés Manuel la calumnia sin ningún empacho.

Cada vez que Andrés Manuel e ideólogo le tiran a la legisladora, la estarán ayudando.

‘Sancho, dejad que los perros ladren, es señal de que cabalgamos’ pueden decir Xóchitl y su equipo. Tal vez, porque —otro refrán—, a una mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa (y menos si esta es “flor”). Cada pedrada lanzada o mentira vertida en contra de la hidalguense es una oportunidad para generar empatía entre la población.Los burladores han sido burlados. Xóchitl desenmascara a AMLO y a Epigmenio; su teatro y su gobierno de comedia tambalean.