Cito al diario El Norte, de Monterrey: “El presidente Andrés Manuel López Obrador propuso al gobierno de Nuevo León acordar con empresarios que produzcan menos, usen menos agua, y que así vaya más líquido a la gente”. A cambio de ello, la administración federal apoyaría a los empresarios con algún tipo de estímulo fiscal.
Creo que esa no es la manera de analizar ni mucho menos solucionar el gravísimo problema del agua en Nuevo León. Con todo respeto le digo al presidente de México que siempre hay otros datos y los suyos, en este asunto, no son correctos.
El consumo de agua en Nuevo Léon se distribuye de la siguiente manera:
√ Más de 70% se utiliza en la agricultura.
√ Alrededor de 4% corresponde al uso industrial autoabastecido.
El resto del agua, un 26%, la distribuye la empresa Agua y Drenaje de Monterrey. Este 26% se reparte así:
√ Menos de 7% es uso doméstico.
√ Casi un 11% la utiliza el sector público (escuelas incluidas).
√ Los municipios de fuera del área metropolitana consumen el 16%.
√ La industria y el comercio consumen el 7%.
√ El resto es agua no utilizada o no contabilizada.
Con estos datos —oficiales— queda claro que de nada serviría dejar a las empresas sin agua, es decir, sin producción… y a la gente sin empleos.
Hay que ser creativos y buscar otras salidas a la terrible crisis que afecta a Monterrey. Es mi sugerencia al presidente de México… y al gobernador Samuel García.