El punto que detonó todo este tema, evidentemente, fue el activismo que llevó a cabo la Senadora de Morena, Andrea Chávez, en Chihuahua. Hablamos de la carta que envió Claudia Sheinbaum a la dirigencia nacional para que, entre muchos otros aspectos, se fijaran claramente las reglas de participación con miras al proceso electoral del 2027 y, con ello, se termine todo lo que puede considerarse como actos anticipados de campaña. Eso, desde luego, llevó a la presidenta de México, ante la presión que se focalizó por ese asunto, a exhortar a los órganos para que frenen lo que, a todas luces, sí fue una manifestación clara de posicionamiento de la legisladora. Siendo así, y en aras de que se instale el Consejo, eso garantizará, al menos en lo mediático, una equidad de participación, pues los protagonistas, de alguna u otra forma, se mueven en lo territorial.
Lo más importante, queda claro, es cumplir con las reglas de equidad para no generar un clima de descontento ni mucho menos tomar ventaja. Eso, como otros temas, tienen toda la importancia, específicamente en los puntos que se discutirán con los 300 consejeros que, a lo largo y ancho del país, representan a su distrito. Dado que es un asunto de mucho interés, sobre todo por lo que se votará, no sin antes analizar a detalle, el tema tiene que ser tratado con la mayor seriedad, pues el fin, por supuesto, es que prevalezca la participación y, evidentemente, salvaguardar el legítimo derecho constitucional de quienes aspiran a un cargo de elección popular. Hay que recordar que, como tal, otro de los tópicos que orilló a la presidenta a convocar en este encuentro, fue la determinación que tomó el legislativo federal en plena autonomía, especialmente para alargar el rubro de nepotismo que, hasta ahora, sigue siendo el telón de fondo.
En efecto, el nepotismo será uno de los puntos que se abordarán en el Consejo Nacional Extraordinario que se llevará a cabo en dos semanas. En cierta medida, ya lo dijimos, queda muy claro los alcances de esa concepción. Es el caso específico de Guerrero y Zacatecas, que muestra claramente que no hay, pese a los lazos de consanguinidad, nada que apunte a un hecho de nepotismo, pues quienes aspiran, en medio de esta lucha democrática de México, tienen una carrera que, en décadas, han consagrado tal y como lo han realizado también desde el Senado de la República. Siendo así, la postura de los consejeros, con base en las trayectorias, tiene que ser un elemento que deben evaluar, sobre todo para respetar lo que, a nuestro juicio, es un derecho legítimo de Saúl y Félix. De hecho, ambos, en ese vaivén de encuestas que se divulgan en las redes sociales, mantienen la cima de las preferencias, lo que es otra de las razones para que el órgano colegiado no incurra, por las presiones que existen, en una determinación precipitada.
De hecho, no tiene por qué ser una coyuntura que ponga en tela de juicio, sobre todo cuando queda bien en claro qué es y qué no es nepotismo. Lo más importante de todo, más allá de cualquier postura, es que esa situación, en concreto, se ponga en manos de la población civil. Ellos, una y otra vez, han demandado democracia participativa e injerencia en la toma de decisiones. Hablamos de una sociedad que, por lo que vivió, se cansó del dedazo y las imposiciones de las que muchos protagonistas del PRIAN fueron objeto. Por eso importan mucho las formas en cómo se aborde este tema en el Consejo Nacional de Morena, en especial cuando el movimiento, en ambas cámaras legislativas, ha ido acompañando las reformas constitucionales. El rubro de nepotismo, por acuerdo y consenso de las mayorías, fue alargarlo hasta el 2030.
Recuerdo que Morena, como partido y movimiento político, defendió al poder constituyente cuando aprobó la reforma al poder judicial y la supremacía constitucional para que nadie pase por encima de uno de los poderes de la nación. En esa lógica, los Consejeros deben, por congruencia y principios, apegarse a la decisión de algo que se oficializó como decreto. Además de ello, recordemos, la esencia de este proyecto que por décadas encabezó AMLO, fue el poder de la ciudadanía. El pueblo pone y el pueblo quita. Eso significa, siendo francamente honestos, que no debe existir ninguna limitante para quienes aspiran en Guerrero y Zacatecas, pues esa participación, siendo legítima, no debe tener discriminación ni exclusión. Eso, por lo tanto, es uno de los grandes retos del Consejo.
En una democracia, hay que tenerlo muy presente, nadie puede reemplazar al poder del pueblo. Esa sociedad, que se expresa en estudios y evaluaciones, ha esbozado una clara tendencia en Guerrero y Zacatecas. Eso se llama respeto que, como tal, debe cumplirse al pie de la letra.
Notas finales
Ayer, en plena conferencia matutina, y a través de un video mensaje con el gobernador de Chiapas, se hizo, a nuestro juicio, un anuncio de mucha importancia por la instalación de 52 Centros libres para que cientos de mujeres reciban atención integral en distintos servicios que requieren, sobre todo rubros apremiantes como la erradicación de la violencia y, de paso, su pronta atención a quienes son víctimas de alguna agresión. Esto, como sabemos, está ligado a la Secretaría de la Mujer, que hace poco recibió la declaratoria constitucional o, mejor dicho, su decreto de creación como nueva dependencia del gobierno.
La misma Claudia Sheinbaum, acompañada de Citlalli Hernández, dieron a conocer los pormenores que, en definitiva, vendrán más a fortalecer las políticas públicas en el sur del país. Y, por si eso fuese poco, el INEGI, que se encarga de medir el desempeño de muchos rubros ligados a las entidades, ha calificado a Chiapas como la segunda entidad más segura de México. Eso se llama, además de voluntad por trabajar y pacificar la entidad de manos de sus autoridades estatales, una muestra clara de coordinación que ha sido muy oportuna, especialmente en la consagración de las acciones que ha puesto en marcha la jefa de Estado.