A diferencia de la oposición, Morena vive un momento inmejorable en la vida pública de México. Esta constitución de movimiento a partido, vino a fortalecer a las estructuras de base y, desde luego, a la lucha democrática. Ese mismo espíritu combativo, que fue la bandera durante décadas, hoy se ondea a lo largo y ancho del territorio, pues el lopezobradorismo, además de gobernar el país, tiene en su poder un número muy sustancial de entidades federativas que, para el caso, refrendará en las elecciones intermedias del 2027. Y sí, el PRIAN puede hacer hasta lo imposible, pero aun así, seguirá en el desencanto de la población civil, caso contrario, si hay algo que da mayor solidez a la izquierda, a la par de su trabajo por las causas del pueblo, es la honestidad y la rendición de cuentas con las acciones que se resuelven con obra e infraestructura, pero también con desarrollo e inversión por la 4T.
Del otro lado de la moneda, la derecha, en especial el PAN, vive en carne propia una de sus peores crisis como partido político. Varios dirán que está viviendo un ejercicio de transición, y que arrancará una nueva gestión bajo la batuta de Jorge Romero. El problema es que, para nada, Acción Nacional ha dado un giro preponderante. Se entiende que será una nueva era, pero bajo la misma dinámica o estrategia; es decir, nada cambiará, especialmente con el narcisismo de su nuevo líder del blanquiazul. De hecho, el proceso interno del PAN está marcado por el desaseo interno y la oleada de acarreados que movilizaron. Y, por si eso fuese poco, Romero llega bajo muchos señalamientos y escándalos de corrupción. Inclusive, lo señalan como uno de los principales responsables del Cartel Inmobiliario que sacudió los titulares de la prensa. Nada favorable el futuro inmediato del PAN.
Eso, a decir verdad, no abonó para nada en sus estructuras. Ese partido, además de las limitaciones de liderazgos, no ha tenido la capacidad de reacción ante la sacudida; lo único que han hecho es servirse de las prerrogativas y, de paso, de las posiciones plurinominales que, por cierto, muy pronto llegarán a su fin, ya que como sabemos, Claudia Sheinbaum, a través de una iniciativa, propondrá su eliminación para llegar a ocupar un puesto por esa vía. En todo caso, será un ajuste constitucional que, para tal efecto, vendrá a mermar más la fuerza minoritaria de una fracción que no tiene injerencia alguna. Se acostumbraron a los puestos de esa naturaleza y, muchos de los cuadros del conservadurismo, se han perpetuado allí. Con ese cambio sustancial que pronto se dará, la democracia, a través de la participación, generará más certidumbre.
Los panistas, en el transcurso de su historia, en lo absoluto se acostumbraron a realizar una campaña a ras de tierra. Fueron, ni más ni menos, oportunistas de las circunstancias y negociaciones con el PRI. Jamás se dieron cuenta de la necesidad que aquejó a la población, especialmente de los sectores más vulnerables. Ni con la derrota de Xóchitl Gálvez tuvieron la responsabilidad política de aceptar que, a lo largo de su historia, no han hecho nada provechoso para el país. De hecho, es muy clara su postura sobre los programas sociales que, una y otra vez, han deslizado desaparecerían en caso de que estuvieran en sus manos esas decisiones. Sí, son la segunda fuerza política del país. El punto es que, bajo las condiciones en las que están, a Morena, ni mucho menos a la presidenta constitucional de México, le inquieta esa proporción numérica.
En lo legislativo, por ejemplo, Morena tiene mayoría calificada en ambas cámaras. Y no solamente es esa fuerza, sino la base social que, a nivel nacional, ha ido acrecentando con el paso del tiempo. La meta de la dirigencia nacional que encabeza Luisa María Alcalde, para los próximos meses, se ha propuesto afiliar a más de 10 millones de simpatizantes. Esa cifra, desde luego, es posible gracias al cariño de la ciudadanía. Es muy probable que, en latitudes mundiales, el lopezobradorismo se convierta en la fuerza social más vigorosa.
De entrada, la estrecha relación y la conexión que existe, es precisamente el factor más importante. Cualquier partido o movimiento social se alimenta de esa misma participación activa. Para tal efecto, creemos firmemente que Morena, con ese propósito que se fijó, rebasará esa ponderación. Eso, en pocos meses, será un hecho tangible que, a su vez, será una especie de frente para cobijar las acciones de la presidenta constitucional, Claudia Sheinbaum. Ella, durante el mes de octubre, promedió más del 73% de respaldo. Eso significa que sus funciones, lo mismo que sus políticas públicas, son de gran impacto. Eso lo sabemos todos, al menos la sociedad está consciente de los cambios sustanciales.
Por eso y por muchas razones, hay una diferencia abismal entre un proyecto y otro. La derecha, que se ha ido acostumbrando a los fracasos constantes, sigue y seguirá en detrimento. Su destino, todo parece indicar, son los mismos pasos del perredismo clientelar. No pasó la prueba de fuego en las elecciones del 2024 y, de paso, perdió bastiones importantes. Jorge Romero por otro lado, para ser honestos, no es la solución para reconstruir un partido en ruinas. La podredumbre, en efecto, radica en la forma de pensar y actuar, pero también en el cúmulo de corrupción que, durante décadas, vienen arrastrando
Y Morena, que luce fuerte y vigoroso, solo asegura su larga vida como partido. De hecho, sin exagerar, es el gran favorito para ganar las 15 gubernaturas que estarán en disputa en 2027.
Notas finales
Hace poco, a través de algunos medios nacionales, circuló una encuesta de evaluación de mandatarios. Con ello, hay motivos suficientes para resaltar el trabajo eficiente que realiza el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla. Él, luego de poner en marcha las audiencias públicas, activó la participación social y, con ello, el jefe del ejecutivo, para ser precisos, se afianzó en las primeras posiciones en confianza y quehacer a nivel nacional. Y como faltan tres años para cumplir con la encomienda que le delegó el pueblo, se avecina un esquema de obras que, a la postre, aterrizará con el apoyo incondicional del gobierno federal. Para tal efecto, ha sido crucial la gestión que ha realizado en Palacio Nacional., sobra decir, se concretarán en desarrollo y fortalecimiento de rubros como salud, educación y campo. Resultados como ese, como tal, se visibilizan en tierras purépechas bajo la coordinación de Bedolla.
Notas finales II
Hasta Palacio Nacional llegaron varios mandatarios para platicar con la presidenta constitucional de México, Claudia Sheinbaum. Algunos de los gobernadores electos, que muy pronto tomarán protesta en sus territorios, estuvieron presentes para abordar temas relevantes de la agenda pública. Al ganar la elección del pasado 2 de junio, Eduardo Ramírez, lo dijimos, tiene un proyecto integral para Chiapas. Ahí, a propósito, se ve con claridad la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación. Ramírez, para tal efecto, tiene un plan de arranque que, de manera clara, nació de la demanda ciudadana a través de esa participación fluida. Esto se debe, lo dijimos, al ejercicio de planeación que, a la postre, rendirá frutos importantes. Se habla, ni más ni menos, del fortalecimiento al rubro de la educación. El mismo Roger Mandujano, en ese proceso de transición, ha sido partícipe del diseño para contribuir no solamente a la conectividad, sino a mejorar, en todos los aspectos, una educación de calidad. El primer paso para ello, es el enriquecimiento de ideas y modelos eficientes.