PROMETEO

A partir de este lunes, con Donald Trump retomando el liderazgo de Estados Unidos, México enfrentará desafíos inmediatos y de largo plazo en áreas críticas como migración, comercio, seguridad, política energética e inversión.

Migración: endurecimiento de políticas y presión sobre México

Trump probablemente retomará un enfoque radical contra la migración:

Implementación inmediata de controles fronterizos más estrictos, incluyendo ampliaciones del muro y mayor militarización.

Reactivación de “Quédate en México”, obligando al país a lidiar con grandes flujos de migrantes detenidos en su territorio, generando tensiones sociales y políticas.

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Posibles medidas unilaterales, como deportaciones masivas, lo que podría saturar las capacidades humanitarias en la frontera sur de México.

El discurso antiinmigrante de Trump podría polarizar aún más la relación bilateral y aumentar la presión sobre el gobierno mexicano para evitar flujos masivos hacia EE. UU.

Remesas: amenaza de regulaciones o impuestos

Trump podría cumplir sus previas amenazas de gravar las remesas como herramienta para financiar políticas anti migratorias o ejercer presión sobre México.

Esto podría afectar directamente a las familias que dependen de estos ingresos, generando inestabilidad económica en regiones vulnerables.

En el corto plazo, el temor a estas medidas podría provocar un aumento temporal de las transferencias, como ocurrió en su primer mandato.

Comercio y aranceles: la sombra del proteccionismo

Trump volverá a utilizar el comercio como herramienta política, con posibles consecuencias inmediatas:

Amenazas de imponer aranceles unilaterales si México no cumple con sus demandas en temas como migración o combate al narcotráfico, lo cual no hay duda lo ejercerá en diversas etapas y cuotas.

Mayor fiscalización de las reglas del T-MEC, exigiendo estándares laborales o ambientales más estrictos para los productos mexicanos.

Potenciales interrupciones en cadenas de suministro si las tensiones comerciales escalan.

Aunque el comercio bilateral es crucial para ambos países, la incertidumbre podría frenar inversiones estratégicas.

Energías renovables: retroceso en la cooperación regional

Trump mantendrá su política pro-fósiles, lo que reducirá la cooperación en materia de energías renovables.

Menor presión internacional para avanzar en la transición energética, fortaleciendo la dependencia del petróleo y del carbón. Lo cual puede beneficiar a Pemex y CFE aunque parezca contradictorio con el discurso del oficialismo del uso de energías limpias pero con los malos resultados de estás empresas públicas, no hay duda que sería oxígeno para el gobierno mexicano.

Desaceleración de proyectos binacionales relacionados con energía limpia, lo que impactará inversiones futuras en el sector.

Esta postura contraviene las tendencias globales, lo que podría afectar la competitividad de la región en el mediano plazo. Todo parece indicar que Tesla se queda en Texas y no va a Nuevo León, más tomando en cuenta la posición de Musk en el gobierno de Trump.

Narcotráfico y seguridad nacional: tensión diplomática y mayor vigilancia

La política de Trump contra el narcotráfico podría generar nuevas tensiones:

Retomaría la amenaza de clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que justificaría posibles acciones unilaterales u oficiales de EE. UU. en territorio mexicano, como sucedió en el caso del Mayo Zambada.

Incrementaría las operaciones de vigilancia en la frontera y exigiría resultados más inmediatos de México en la lucha contra el fentanilo y otras drogas.

México se enfrentaría a una creciente presión para actuar con mayor dureza contra el crimen organizado, lo que podría exacerbar la violencia interna

Inversión extranjera directa: incertidumbre en sectores estratégicos

El regreso de Trump podría generar incertidumbre en los mercados, afectando:

La manufactura automotriz y tecnológica, sectores que dependen de la estabilidad comercial regional.

Inversiones en energía, frenadas por la falta de alineación en políticas climáticas.

Sin embargo, la relocalización de cadenas de suministro (nearshoring) podría continuar atrayendo inversiones hacia México, especialmente en sectores menos expuestos a las tensiones políticas.

El tema es que la reforma judicial del oficialismo no genera confianza ni aquí ni allá. Así que es un balazo en el pie en el corto y mediano plazo para generar inversión e impulsar al sector financiero.

El regreso de Donald Trump marca un escenario de mayor incertidumbre y tensiones para México. Aunque su agenda política buscará maximizar los intereses estadounidenses, México tendrá la oportunidad de fortalecer su resiliencia económica mediante la diversificación de mercados, la defensa de sus intereses en el marco del T-MEC y el fortalecimiento de sus instituciones frente a presiones externas.

El manejo de estas tensiones definirá no solo la relación bilateral, sino también el impacto de estas políticas en el desarrollo económico, social y político del país.

Presión sobre la economía por bajo crecimiento económico, inestabilidad del tipo de cambio, inflación y empleo formal. Elementos a considerar este año 2025.

X: @MarioSanFisan | CEO FISAN SOFOM ENR

Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios. Ex presidente nacional AMFE corporativo@fisan.com.mx