En esta era de noticias falsas, infodemia y la denominada “guerra híbrida”, hay que estar siempre pendientes de iniciativas o protestas aparentemente “espontáneas” que aparecen principalmente en el marco de gobiernos independientes que no se repliegan ante los intereses de los grandes capitales internacionales.
Una de estas iniciativas es la campaña “Sálvame del Tren” (sic) que nuevamente arremete contra la construcción del Tren Maya, contando ahora con la participación de “celebridades” mexicanas como Eugenio Derbez, Omar Chaparro, Rubén Albarrán, el “Tacubo”, Saúl Hernández, Kate del Castillo y un largo etcétera, quienes lloriquean en un video sobre la presunta “destrucción” del ecosistema de la localidad.
Le creeríamos más la preocupación a estos personajes, si, por ejemplo, no hubieran resultado directamente afectados por este gobierno como lo han sido Derbez y Omar Chaparro, quienes ya no reciben millonarios recursos por parte de fideicomisos para producir sus bodrios televisivos. O si, como Saúl Hernández y Rubén Albarrán, no vacacionaran o vivieran en zonas exclusivas del caribe mexicano, en donde la simple presencia de seres humanos ha cambiado el otrora prístino ecosistema.
Para estos tontos útiles, sacar a las personas de la pobreza es un pecado imperdonable. Lo que ellos y el “norte global” aspira es a la existencia de un país subdesarrollado y empobrecido, en donde el tipo de cambio los siga favoreciendo en sus vacaciones o residencias en zonas en donde la mayoría de los mexicanos jamás podríamos aspirar a vivir.
Jamás vimos a la mayoría de estos personajes pronunciarse contra el ecocidio de Grupo México en Sonora, o del hecho de que Mexicali sea la ciudad más contaminada del continente gracias a las más de 100 maquiladoras que se instalaron en la ciudad durante los gobiernos del PAN. En fin. Estos famosos venidos a menos dan mucho cringe. El que entendió, entendió.