El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) por fin se encontró cara a cara con Joe Biden, su homólogo de Estados Unidos que ayudó a revivir la muy necesaria Cumbre de Líderes de América del Norte.
AMLO y Biden tuvieron una reunión bilateral por su parte y más tarde se encontraron con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, En la memoria tuitera, la reunión con Biden nos regaló dos fotos que son imprescindibles por el alto contraste entre sí.
En la primera foto se observa al presidente AMLO visiblemente incómodo en la silla del Salón Oval de la Casa Blanca. Para muchos, el mandatario mexicano se veía un poco cansado y nada más no hallaba la posición correcta para sentarse y ofrecer su mensaje junto con Biden.
Pero las sospechas de incomodidad se esfumaron a los pocos minutos. En la segunda foto, Biden aparece completamente relajado y en confianza con AMLO, a quien incluso se acerca de buen ánimo para hacerle un comentario que provoca sonrisas pese al cubrebocas.
Esa es la foto que debe quedar para el recuerdo: la confianza de Biden en AMLO y la atención del presidente a las consideraciones de su homólogo. Que sea Estados Unidos quien de vez en cuando se acerque a México.
El reencuentro de AMLO y Biden
En julio de 2020, el presidente AMLO viajó a Washington DC para encontrarse con Donald Trump, quien ese momento buscaba un nuevo impulso para su campaña ante la elección de noviembre. La historia la conocemos todos: Joe Biden ganó y echó de la Casa Blanca a Trump.
Ahora, casi un año y medio después de su encuentro con Trump, López Obrador viajó a Washington en vuelo comercial para reunirse con un Joe Biden presidente. Si uno pone atención a la historia política de ambos mandatarios, podrá encontrar algunas coincidencias en su lucha por llegar al poder.
AMLO y Biden tardaron años en poder cumplir con su destino presidencial
De AMLO lo sabemos todo: sus convicciones humanistas y combate a la corrupción, lo catapultaron del gobierno del entonces “DF” a una oportunidad histórica para “la izquierda mexicana” en la elección presidencial de 2006. Pero un bloque conservador, racista y antidemocrático, organizó un fraude electoral que coronó a Felipe Calderón como titular (espurio) del Poder Ejecutivo.
AMLO volvió a intentarlo en 2012, pero se quedó corto ante la maquinaria prianista que impuso a Enrique Peña Nieto en el gobierno federal.
Joe Biden también alcanzó la gloria en su tercer intento: en 1987, como legislador de Delaware, buscó la candidatura presidencial del Partido Demócrata. Fracasó. En 2008 la misma historia con el mismo desenlace. Pero entonces Barack Obama lo adoptó como padre político del estructuralismo demócrata y lo hizo su vicepresidente.
Biden pasó 8 años a la sombra de Barack Obama y en 2016 su carrera política parecía encaminada al abismo con el sorprendente triunfo de Donald Trump sobre Hillary Clinton.
Pero tanto AMLO como Biden respondieron a una llamada de emergencia. En México, el hartazgo social estalló ante los escándalos de corrupción e impunidad del gobierno de Enrique Peña Nieto:
- Casa Blanca
- Los 43 normalistas de Ayotzinapa
- Odebrecht
- Agro Nitrogenados
- La fuga del ‘Chapo’ Guzmán
- Aeropuerto en Texcoco
- Avión presidencial
- Javier Duarte
- Desigualdad
- Pobreza
AMLO respondió al llamado del pueblo y arrasó con 30 millones de votos. Morena pasó de un partido de resistencia social, a una superestructura política e ideológica que ahora se preocupa más por sus procesos internos que por la oposición.
Joe Biden también tuvo que hacerla de Batman y se enfrentó al payaso de Donald Trump ante los temores fundados del aumento de discursos de odio y discriminación, así como los inevitables estragos de la pandemia del Covid-19.
Que las fotos de este jueves entre AMLO y Biden sean las primeras de muchas, México y Estados Unidos se necesitan, pero primero debe quedar claro que, como dijo el presidente, la relación es “entre iguales” y con absoluto respeto.