“Ya verás traicionera
Lo vas a pagar muy caro
Yo soy bueno a la buena
Y por las malas soy muy malo
No quisiste ser buena
Y ya vez lo que resulta
Yo no quise ser malo
Pero tú tienes la culpa
Y es que tú ya de mí no te vas a burlar
Hoy te juro capricho yo haré que me quieras
Ya veras que hasta vas aprender
Como debes amar a dios en tierra ajena”
ALBERTO AGUILERA
“Tú me hiciste sentir que no valía
Y mis lágrimas cayeron a tus pies
Me miraba en el espejo y no me hallaba
Yo era solo lo que tú querías ver
Y me solté el cabello, me vestí de reina
Me puse tacones, me pinté y era bella
Y caminé hacia la puerta y te escuché gritarme
Pero tus cadenas ya no pueden pararme
Y miré a la noche, ya no era oscura, era de lentejuelas”
GLORIA TREVI
En Palenque, ahí por donde se ubica “La Chingada”, se lleva a cabo este fin de semana la cumbre latinoamericana sobre migración. Esta cumbre pinta como el rancho de AMLO por muchas razones. Empezando por quienes participan y terminando con ‘la ley seca’ implementada en dicho municipio. Sí, los oriundos de Palenque y quienes hayan ido por esos lares viernes, sábado y hoy domingo, no podrán tomar; el castigo terminará mañana lunes a las once de la mañana. En otras palabras, ni siquiera poderse emborrachar para que pase inadvertido el hecho de que Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel andan en territorio mexicano. Como siempre, los gobiernos morenistas perdiendo tiempo (y nuestros recursos) en hacer cumplir lo irrelevante.
Los que han confirmado se reunirán hoy son:
- Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba
- Gustavo Petro, presidente de Colombia
- Xiomara Castro, presidenta de Honduras
- Ariel Henry, primer ministro de Haití
- Nicolás Maduro, presidente de Venezuela
- Guillermo Lasso, presidente de Ecuador
- Alejandro Giammattei, presidente de Guatemala
Esperemos que en esta ocasión las ocurrencias no sean tan sencillas como sacar petróleo con un popote.
Pero independientemente de ello, la cumbre está llena de ironías. Una: que están invitados a la cumbre sobre… MIGRACIÓN autoridades que no queremos en México ni de visita. Lo que es más, a unos cuantos de esos líderes no los quieren tampoco ni en sus países. Otra ironía —tragedia, más bien— es que los gobiernos de esos indeseables son los causantes de las expulsiones y de los éxodos de la migración que ahora quieren combatir. Y en ese sentido, ojalá —aunque lo dudo— ese plan para contener el fenómeno incluya ofrecer garantías de libertad de expresión para sus habitantes y, entrados en gastos, que sus presupuestos no sean carcomidos por la corrupción de las autoridades.
El encuentro busca crear un plan para poder controlar el fenómeno migratorio en la región. Esto —o b v i a m e n t e— pasa por pedirle apoyo a los Estados Unidos para que financie la propuesta. Y así, una ironía más radica en el absurdo de querer que Estados Unidos les ayude, pero ni siquiera invitarlo a la reunión. Le van a pedir dinero (más que mucho) pero no tienen la cortesía de incluirlo…
Total, que se reúnen los líderes de los países latinoamericanos que más migrantes expulsan; faltaría Argentina, claro. Pero dado que hoy tienen una cita con la historia —y con uno de los más nefastos candidatos que haya habido—, no acudió nadie en representación.
Tan solo este año, de Colombia cada mes son más de 50 mil habitantes los que abandonan su hogar. De Haití, los problemas políticos, una inestabilidad económica crónica y desastres naturales han hecho que dos millones de haitianos (¡una quinta parte de la población!) salgan huyendo de su país. El éxodo cubano solo se incrementa. Se resume de la siguiente manera: Cuba exporta cubanos. De junio del año pasado a junio de este, 250 mil cubanos migraron a Estados Unidos (Departamento de Aduanas de EEUU). Hay que sumarle los que se han quedado en México. La crisis económica, política y la supresión violenta de manifestaciones, así como la violación constante a los derechos humanos han logrado que los cubanos huyan de su patria. Solo los dictadores o con facha de serlo dicen que Cuba es “para irse a vivir allá”.
Honduras sufre por los nacionales que salen, pero también por los miles de migrantes que ‘van por ahí de paso’. Solo este año más de 280 mil buscando llegar a Estados Unidos. ¿Y la libertad? Pues, a un año de que Xiomara se desempeña como presidenta de Honduras, Amnistía Internacional le mandó una larga y detallada epístola sobre las faltas —algunas heredadas y otras recién creadas— contra los derechos humanos de su población.
De acuerdo con los registros de nuestro país (Alicia Bárcena; SRE), los siete países de la mayor procedencia de migrantes hacia México son: Venezuela, Colombia, Ecuador, Haití, Guatemala, Honduras y El Salvador. Las preguntas son qué se puede y qué se debe hacer en países expulsores de migrantes (muchas veces de personas sumamente capaces, con lo cual no solo pierden nacionales, sino también oportunidades para crecer). Un éxodo latinoamericano resultado del proceder de los gobiernos —los de hoy y los de antes— de aquellos países. No importa la ideología, se han perpetuado en el poder —o buscan hacerlo—.
Los dictadores, los farsantes y los soberbios tienen en común —más allá de estar a la cabeza de regímenes autoritarios (y la idea de permanecer allí, en el poder, para siempre… ellos mismos, los amigos, luego hasta sus familiares o esposas)— su incapacidad de VER a la gente, de ser realmente empáticos con ella. Me refiero a entenderla, sufrir con ella, angustiarse por la población. Y de allí una tercera ironía: estos “líderes” que llegan a la cima por su propensión a velar por el pueblo (eso al menos en el discurso), terminan lastimando a sus naciones, a su gente, a sus instituciones; a la libertad, a la igualdad. Tristemente son los personajes a los que López Obrador venera. Por algo será… Que luego no se queje de que se le compara con aquellos tiranos.
Los migrantes fluyendo, “La Bestia” con su preciosa carga, Tapachula copada de migrantes irregulares, el desafío de organizaciones criminales involucradas en el tráfico de personas, el INM teniendo de director a quien no suelta el hueso… La cumbre es una reunión de los principales expulsores de migrantes, pero también de quienes realizan las peores prácticas de política.