Finalmente, pasó lo que tenía que pasar, a Cuauhtémoc Blanco lo protegieron y no lo desaforaron, por lo tanto, no tendrá que presentarse ante la justicia a responder por las acusaciones de violación en grado de tentativa en contra de su media hermana.
Con la obediencia que los caracteriza, los diputados siguieron la “linea” que marcó Ricardo Monreal y a pesar del apoyo de las diputadas morenistas y de la alianza, la cámara baja desechó el proceso con 291 votos a favor, 158 en contra y 12 abstenciones.
Impunidad y derrota
Esto parece ser una tercera derrota para la presidenta Sheinbaum frente a los duros lopezobradoristas.
Como Félix Salgado Macedonio, Andrés Roemer, el ex diputado del PT, Edgar Hernández, el ex diputado Jorge Alberto Romero y otros muchos, Cuauhtémoc se suma a la lista de intocables que evaden la justicia al amparo de Morena y la 4T.
El vicecoordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Alfonso Ramírez Cuéllar presentó la semana pasada una iniciativa para que los legisladores o gobernadores que sean requeridos por las fiscalías comparezcan sin necesidad de una solicitud de procedencia ante la sección instructora.
El legislador que pertenece a un grupo político dentro de Morena y es ubicado como uno de los pocos operadores que tiene la presidenta en la cámara baja, ha instado a Blanco a presentarse voluntariamente ante la Fiscalía de Morelos para que responda a las autoridades sobre las acusaciones en su contra.
Afirmó que Morena debe aplicar el mismo criterio utilizado en casos de nepotismo electoral ya que, en la medida que el partido gana mayor presencia en el Congreso de la Unión y en los congresos locales, se hace necesario establecer restricciones para evitar arbitrariedades y de esa forma, garantizar la buena conducta de los servidores públicos.
Un peligroso precedente
El verdadero problema no estriba en el desafuero de Blanco, sino en que tendría que comparecer también por su presunta vinculación con el crimen organizado.
Desde que fue alcalde de Cuernavaca, el exfutbolista ya había sido denunciado por el entonces gobernador Graco Ramírez, quien presentó pruebas de que su campaña electoral habría sido financiada por Federico Figueroa del grupo Guerreros Unidos, y pocos días después de tomar posesión como gobernador, cínicamente se tomó fotografías con Irving Eduardo Solano, jefe de plaza del CJNG, Homero Figueroa, líder de Los Tlahuicas y Raymundo Isidro Castro, líder del CJNG.
Su ingenuidad, cinismo o el sentirse un protegido de AMLO, lo llevó incluso a reconocer que también se “retrató” con uno de los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Motivado y confiado Cuauhtémoc se sabía intocable, tal vez por ser un buen soldado que cumplió las órdenes encomendadas. AMLO siempre lo salía a defender: “Yo pienso que es un gran gobernador. Ya les dije, no me importa, es mi opinión y me consta, ¿saben por qué? porque todo lo que hemos hecho en Morelos lo hemos hecho juntos”.
De haber sido desaforado, Blanco hubiese tenido que responder a los señalamientos por sus presuntos nexos con el crimen organizado, lo cual habría sentado un peligroso precedente para muchos de los legisladores de Morena, PVEM y PT, como Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal, Pedro Haces y Manuel Velasco o gobernadores como el de Tamaulipas, Américo Villarreal, de Sonora, Alfonso Durazo, de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, de Oaxaca, Salomón Jara, o de Guerrero, Evelin Salgado.
El antecedente más cercano al proceso de Cuauhtémoc Blanco es el del legislador morenista y padre de la gobernadora de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, que fue acusado de violación por al menos seis mujeres y por nexos con el crimen organizado. Aunque ciertos contrapesos actuaron para que no lograra ser candidato a la gubernatura, nada le impidió que impusiera a su hija y no comparecer ante la justicia.
Como resultado Guerrero es una de las entidades más violentas, con territorios dominados por bandas del crimen organizado y los gobiernos estatal y federal haciéndose de la vista gorda.
Estos hechos se dan a unos días de que termine el plazo acordado entre los presidentes de Estados Unidos y México para la imposición de aranceles y tiene qué ver con el combate a la inseguridad, sin embargo, el mensaje que queda es que México no está cumpliendo y ello abre la posibilidad de que Trump intensifique sus ataques al comercio y la producción. En términos llanos, Morena prefiere proteger a delincuentes “intocables” sin importar el impacto y las consecuencias para la nación.
X: @diaz_manuel