Y, a todo esto, ¿alguien sabe dónde quedaron las acciones de cambio y respuestas a las demandas ciudadanas que prometieron Morena, AMLO y la autodenominada, 4T?
El país se encuentra en un verdadero “hoyo negro”, todo un misterio, todas esas palabras se quedaron en el limbo, y nadie sabe nada.
Como sociedad, muchos, con algo de memoria, claro, nos preguntamos qué caramba pasó con:
¡Las pipas!
Las que se compraron para el “combate” al huachicol. Nadie sabe nadie supo. El huachicol sigue peor y de las medidas que se tomaron, no se sabe nada.
¡Vacunas perdidas!
En plena pandemia con la urgente necesidad de la población de contar con vacunas y tras el gran trabajo de comprarlas y traerlas, resulta que “se perdieron” importantes lotes y a la fecha no se sabe a dónde fueron a parar. Se ha dicho que algunas caducaron y fueron a la basura, otras que quizá fueron donadas y otras más, pues fueron al uso personal de la familia presidencial, tal como se constató con los medicamentos aplicados a José Ramón López Beltrán.
El NAIM
AMLO aseguró una y otra vez que la construcción del NAIM era un nido de corrupción, que contratistas y responsables irían a la cárcel, pero hasta ahora, no hay nadie bajo proceso, nada ocurrió a partir de ese discurso incendiario con el que justificó la costosísima cancelación de la obra.
Los pobres
Uno de los propósitos publicitarios de la campaña de Andrés fue “primero los pobres”. Prometió que reduciría la pobreza, luego, aseguró que gracias a su efectiva política social ni la pandemia ni la guerra afectaron al país. La realidad es que se destruyó todo el andamiaje institucional de política social y se sustituyó por dádivas, no se ha evaluado si entregar dinero sin ton ni son sirve para algo. El resultado es que la población en situación de pobreza se incrementó en más de 5%, es decir, en más de 10 millones de personas.
Aquí cabe analizar si esa es la efectividad que requiere esta administración, para la compra de conciencias, votos y voluntades, porque los datos verificables señalan que hasta 2018 la tendencia se mantenía a la baja.
¡Los sobres!
Otro misterio es a dónde o a quiénes fueron a parar los sobres amarillos que recibieron Pío y Martin López Obrador o los depósitos en carrusel de Alejandro Esquer, secretario particular de AMLO, ¿en qué se aplicarían?
Los recursos de Morena
En su momento, Morena se comprometió a que regresaría al erario los recursos que recibía como partido político. ¿Alguien sabe algo? Más aún, resulta que con el Plan B Morena recibirá más prerrogativas que cualquier otro partido.
Magia en el AIFA
¿Alguien sabe cómo llegar al andén 9 ¾ de Harry Potter? Porque en la pomposa inauguración del AIFA todos vimos a AMLO y a su Gabinete abordar un tren para promocionar el nuevo aeropuerto, pero, de ese tren nadie sabe nada. Apareció y se esfumó como por arte de magia
Energía
AMLO afirmó hasta el cansancio y aún sostiene que, a través del fortalecimiento a Pemex y CFE, se alcanzaría la anhelada “soberanía energética”, lo cierto es que, por su ineficiencia operativa y corrupción, la creciente deuda coloca a PEMEX prácticamente en quiebra y a merced de los extranjeros. A CFE la recibieron en números negros, creciendo en cobertura y financieramente eficiente, pero rápidamente lo “corrigieron”, porque tal parece que a este gobierno le gustan más los números rojos, entonces subieron la deuda y multiplicaron los problemas de cobertura en detrimento de la población.
El instituto justiciero
En otra esperada demostración de la “justicia divina” de AMLO, se creó el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, cuyo nombre resulta bastante satisfactorio, no así la función real del famoso Instituto, o ¿alguien sabe que ha pasado con los bienes decomisados, los remates de estos y los recursos que deben o debieron salir de ahí? Lo más que se supo es que el secretario particular de AMLO va a las bodegas para “elegir” algunos bienes que no se sabe paraqué, para dónde ni para quién.
No se talaría ni un árbol
Los bosques y selvas arrasados al paso de la construcción del Tren Maya, cuyas maderas, muchas ellas muy costosas y que nadie sabe dónde pararon, tienen aún la maravillosa oportunidad de que la naturaleza actúe y con el paso del tiempo algunas zonas recuperen el esplendor y la vida que albergaban, sin embargo, eso no sucederá con la economía, las instituciones, los enormes daños al erario público ni con la democracia a la que poco a poco habíamos avanzado, será mucho más que difícil reconstruir lo que con tanto trabajo se había construido y que fue avasallado por las obsesiones y caprichos de AMLO y su mal llamada 4T.