López Obrador esta acostumbrado a salir de sus problemas de manera cínica, pero al parecer ya han sido tantas las transas y problemas en que se ha metido él, sus hijos, parentela y allegados, que como se dice en el argot político, los muertos ocultos en el closet son ya tantos que prácticamente no hay forma de ocultarlos.

En tan solo el primer mes de este año las cosas se le pusieron color de hormiga, los muertos en el clóset se han acumulado y no hay respuesta; la periodista Carmen Aristegui presentó el reportaje “El gran capricho de AMLO”, el cual indica que la administración federal desvió recursos para pagar la cancelación del NAIM. Están los reportajes de Carlos Loret “El Clan” donde documenta la corrupción de los hijos de AMLO y sus cuates, así como de sus principales allegados, Adán Augusto López y su hermana. Código Magenta, que presenta toda la vinculación de la 4T con el mayor operador del huachicol y cómo transfirieron recursos a las campañas de Américo Villarreal de Tamaulipas y de Claudia Sheinbaum. El nuevo escándalo que devela la periodista Anabel Hernández de las narco campañas de AMLO y como fue financiado por el Cartel de Sinaloa en su campaña del 2006, la divulgación de los datos personales de los periodistas que asisten a las mañaneras y el papelón indigno del fiscal Alejandro Gertz que revivió el asesinato del candidato del PRI a la presidencia de la república, Luis Donaldo Colosio para quitar el foco de todo el desastre de corrupción, venganzas y frustración del presidente López Obrador.

Antes de llegar al poder el aspirante de caudillo, libró muchas batallas; desde la década de los noventa cuando era un salinista consagrado y gatillero de Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard, hasta su regreso con aquel portafolio lleno de dinero que le entregaron en el Centro Deportivo Guelatao a Tabasco después de atacar a Pedro Aspe, uno de los enemigos del entonces regente Camacho por la candidatura presidencial y que fue ampliamente documentado.

Antes de la elección de 2000, cuando aspiraba ser jefe de gobierno de la CDMX, uno de sus principales operadores, el actual jefe de gobierno de la CDMX, Martí Batres, financió el reparto de la “Leche Betty” contaminada con excremento.

Luego vinieron los videos, producción del contratista argentino Carlos Ahumada que grabó recibiendo fajos de dinero en efectivo a quien era su secretario particular en el gobierno de la ciudad, René Bejarano y al “delegado” en Tlalpan Carlos Imaz, que en ese entonces era esposo de quien era la secretaria de Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum quien por cierto, en complicidad con la magistrada del Tribunal Administrativo y hoy magistrada pirata Yasmín Esquivel cerraron por 25 años la información sobre la construcción del segundo piso que construyó el esposo de la magistrada, el contratista predilecto de AMLO, José María Riobóo.

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En 2017, antes de la elección en el Estado de México, se filtró una llamada entre un hijo de AMLO y la entonces presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, en la que el hijo de AMLO le aconseja: “Yo me apoyé en una empresa que es conocida nuestra y que es de confianza. Entonces Morena va a hacer el trámite con la empresa”, además le informa que su padre está enterado del asunto y que no pueden hacer eso directamente como partido.

De ese esquema de recaudación de fondos que se siguió durante todo este tiempo, existen evidencias irrefutables como los videos donde aparece su hermano, Pío López Obrador recibiendo dinero de David León, un consultor político que trabajaba para el gobernador de Chiapas y que luego fue nombrado director general de Protección Civil, posteriormente propuesto para dirigir una de las empresas creadas por AMLO para el manejo de las medicinas en el país.

Luego vinieron otras campañas y otras acusaciones terribles como el tema de la recaudadora Eva Cadena, cabe recordar que El Universal publicó las grabaciones de como recolectaba dinero para la campaña de AMLO y posteriormente lo entregaba a la hoy candidata de Morena a la gubernatura de Veracruz, Rocío Nahle.

Todo indica que AMLO ya en el poder, envalentonado, sintiéndose monarca, dueño del país, que nadie podía contradecirlo y ni exigirle cuentas, se destapó con toda su parentela a saquear el país y aliarse con lo peor que tiene sumido a la nación en la mayor grave crisis de seguridad. La Casa Gris de José Ramón, los contratos de la prima, las denuncias públicas de muchos de sus ex allegados como Carlos Urzúa, Víctor Toledo y así un buen etcétera. Las publicaciones de Guacamayas.

El reportaje de Anabel Hernández es contundente y la periodista a pesar de las agresiones de AMLO se sostuvo y confirmó sus investigación con información dura. A través de DW, Hernández dio a conocer que, entre 2010 y 2011, la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York y la Agencia de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), obtuvo pruebas de que el Cártel de Sinaloa inyectó al menos 2 millones de dólares a la campaña del 2006 de López Obrador. Uno de los hechos que destacan del reportaje es que, previo a su derrota frente a Felipe Calderón Hinojosa, el ahora mandatario federal habría decidido agradecer a uno de los involucrados: Édgar Valdez Villareal, alias ‘La Barbie’.

A todo esto AMLO no le queda más que admitir los hechos tácitamente y para tratar de desinflar la información en lugar de denunciar públicamente al gobierno de Estados Unidos por haber permitido y/o orquestado la salida de información en la que se revela que su campaña presidencial de 2006 recibió dinero de narcotraficantes.

Ni una sola información que ha sido publicada y de la que aquí hacemos un breve recuento, ha sido desmentida por AMLO o los suyos. La respuesta de AMLO siempre sale para cuestionar al mensajero, ya que no puede desmentir los hechos.

X: @diaz_manuel