Y no te entiendo, ¿cuál es mi puesto?
Si voy primero o voy tercero
No te entiendo, ¿cuál es mi puesto?
Si voy primero o voy tercero
Ando muy confundido, tus besos son má' fríos
Y empiezo a creer, que soy uno má' de tus amigos
Ando siempre en la nada, se hace de noche y no llama
Me dice: “mejor mañana”, que ya tiene otros planes
PAULO LONDRA
Incompetencia y a su vez soberbia brillaron en el evento en Veracruz para reconocer a trabajadores de la CFE. Los dichos de Manuel Bartlett (ha perdido el “don”) lo exhibieron como un directivo incompetente en su chamba y de una soberbia inaudita; ahora sí que todo él “de clase mundial”.
Bromeó y llamó “colados”, “de corbatita” y “mugrosos” a empleados de la CFE. ¡Vaya forma de reconocer a quienes todos los días arriesgan su vida para arreglar cables de electricidad! Subirse a postes o sufrir una descarga implica riesgos; nula empatía del director hacia la ardua tarea que realizan los trabajadores de la dependencia.
Se asomó el Bartlett “fifí”, ese que estudió en la ENA (en Francia) o el que llegaba en suntuoso coche a estudiar a la UNAM como buen hijo de gobernador de Tabasco emanado del PRI. El que frecuenta restaurante caros (aunque ahora los otros comensales le chiflen).
Si Bartlett demostró su desprecio hacia los trabajadores de la CFE, cabe la interrogante: ¿cómo es que mismo así le aplaudieron? En otros años, ningún directivo o jefe se hubiera atrevido a humillar así a sus trabajadores; tampoco hubiera sido tomado a broma. Ningún empleado de la CFE hubiera celebrado aplaudiendo esas gracejadas. ¿Qué pasó entonces?, ¿es tanto el miedo o por qué las risas nerviosas y un silencio sumiso?
Quizá se sientan intimidados o hasta amenazados. Tal vez, aunque lo dudo, al igual que la clase “empresarial” de este país, sean unos agachones ante el poder. O podría ser —no creo— que los empleados de la CFE estén pensando que, si corren con suerte, reciban un regalo tan o igual de grande que el que se acaban de dar a los ex trabajadores de la Compañía Luz y Fuerza del Centro.
Y es que estos últimos, mismo habiendo sido despedidos e indemnizados conforme a la ley hace años, ahora recibirán una pensión vitalicia cercana a los 70 mil pesos mensuales. Ninguna empresa despide a sus trabajadores, los liquida y años después les otorga una pensión vitalicia. Menos aún cuando se trata de un dinero que no proviene de la empresa sino de nuestros impuestos (Luz y Fuerza ya no existe y CFE está quebrada).
Pues ahora los ex empleados de dicha compañía, los cuales fueron liquidados hace más de 10 años, tendrán una pensión vitalicia por decreto. El partido en el poder, como antes el PRI o el PAN, requiere todos los votos posibles; esta propuesta les acerca 9 mil.
Es sencilla la ecuación: ante el fiasco de los mineros de El Pinabete, Coahuila, a la 4T le urge tirar el dinero de nuestros impuestos para ganar adeptos.
Al margen de todo lo anterior, valdría la pena que Bartlett le hablara con la verdad a López Obrador y no continuara vendiéndole una historia que no es cierta. Lo hace quedar como ignorante ante la comunidad internacional, además de que lo usa de tapadera. Esta delicada situación es la que nos tiene, entre otras gracias de la burocracia lopezobradorista, en un problema con el T-MEC. Sí, Bartlett se guarda el comentar que, por cuanto a costos de generación de la energía, son mucho más bajos los de los privados (llegando a ser hasta un 80% más baratos que la CFE).
La reforma eléctrica del 2014 permitió que la corrupción en temas de electricidad fuera más complicada llevarse a cabo, pues dicha reforma transparentó operaciones y cooperaciones que hoy se busca esconder. El hecho de que el presidente mande “al carajo” la inversión impacta en el empleo y en el hogar de miles de trabajadores. Esta inversión menospreciada va en detrimento directo al tipo y calidad del empleo de los mexicanos, entre ellos los que Manuel Bartlett llama mugrosos.
Es mentira también decir que las empresas reciben subsidios. La única en recibirlos en este rubro en nuestro país es la CFE como empresa del Estado (por cierto, el subsidio para la Comisión rondará entre 73 mil millones de pesos este año; hay expertos que hablan de que serán al menos 90 mil millones).
La pensión vitalicia es una compra de conciencias y no un derecho laboral como se quiere hacer pasar, mientras que los trabajadores de la CFE son los que mantienen al país conectado ahora.