La más ineficiente de todas las secretarías del gobierno del presidente López Obrador ha sido, sin lugar a dudas, la Secretaría de Salud. Eso de que el seguro social iba a funcionar como si fuera Dinamarca fue algo más que aspiracional e inalcanzable.
Siendo realista el doctor Jorge Alcocer no ha alcanzado a pasar ni con el mínimo aprobatorio de calificación el manejo de la salud en México. Todos teníamos la esperanza de tener un México con enfermos mejor tratados, pero hemos estado muy lejos de esto y en gran parte tiene que ver con la arrogancia de varios operadores del Dr. Alcocer.
Para muestra, un botón, más bien, la mercería entera con el doctor Hugo López-Gatell. El manejo de la pandemia de Covid fue desastroso. La entrada de medicamentos certificados en otros países no fue la más adecuada para México. Vamos tan lentos que la vacuna para Covid desarrollada en México acaba de salir y creo que solo sirve para la primera cepa. Hay que invertirle mucho al desarrollo de medicamentos y tecnología en México, pero en emergencias es una gran tontería.
El retirar el seguro popular solo porque lo había arrancado Calderón no fue la mejor idea pues de un día para otro se les quitaron los servicios médicos a personas que dependían de ellos sin darles nada a cambio.
Lo mismo pasó con los medicamentos, si se retiran las concesiones para la fabricación sin proponer alternativas también es un plan bastante inconsciente. Decir que todo se surtirá desde una mega farmacia también es algo bastante ilógico dadas las condiciones geográficas y orográficas del país.
Si temor a equivocarme, la parte de la salud de este sexenio la han manejado con las patas. Para los criminales tienen “abrazos, no balazos” para los legislativos tienen “Plan B” y “Plan C” para los enfermos han quitado la corrupción en los fabricantes de medicinas, pero no han podido, en seis años, encontrar la manera de suplirlos.
Se tiene un gran problema con el surtido de los medicamentos para el dolor porque cuando la gente oye fentanilo o morfina se imagina a un junkie gringo metiéndose estas drogas y culpando a México de su adicción.
Hay que entender que las drogas para el dolor de grado médico no son las que tienen a los gringos quejándose. Las drogas para el dolor grado medico están extremadamente controladas en México además que ahora es un verdadero lio conseguirlas. Los gringos siguen enojados pues los adictos las siguen consumiendo y en México hay personas de todos los niveles sociales que siguen sufriendo de dolores intensos en todos los niveles sociales.
El sector salud ha restringido la fabricación de estos medicamentos que ha creado una gran cantidad de retrasos en el surtimiento de estos medicamentos. ¿Quiénes son los más afectados? Las personas que tienen padecimientos que implican dolores crónicos. La gente con cáncer, enfermedades inflamatorias, enfermedades intestinales sufren un dolor que no se puede describir solo porque fentanilo se oye muy feo y porque algún junkie en otro país se está muriendo por su uso.
Esperemos que el doctor David Kershenobich recuerde a esos pacientes que atendió y sufrían de dolores indescriptibles y tenga dentro de sus primeras tareas atacar el problema del dolor y la falta de medicamentos en México. Mire que el Dr. Alcocer siendo reumatólogo y sabiendo el dolor que sufren los pacientes artríticos no hizo mucho para que esos medicamentos estuvieran al alcance de las personas que lo necesitan, la esperanza queda en que Kershenobich lo recuerde y lo atienda con prontitud.
Esperemos que el próximo secretario de salud sea más sensible a los problemas de salud de México pues en medicina me he encontrado a mucha gente arrogante a todos los niveles, más arrogante que en el sistema financiero y eso es ya mucho decir.