Después de todo el rollo que hicieron para elegir a la candidata de la unidad Xóchitl Gálvez me parece increíble que se les haya pasado registrar una alianza en un estado donde los partidos tradicionales tienen un enemigo en común que se viste de naranja.
En Nuevo León a nivel de las elecciones locales, no existe Morena. Quizá en las presidenciales la candidata Sheinbaum pueda ser opción, pero en Nuevo León a Morena le falta mucho trabajo para tener lo que tiene en otros estados del país.
Los que sí están en todos lados son los de Movimiento Ciudadano. Están fuertes desde la entrada del gobernador Samuel García y se han convertido en la primera fuerza política de Nuevo León, al menos en algunos municipios. No se ha reflejado en el Congreso, pero hay grandes posibilidades que ahora con los cambios de bando de algunos diputados pueda haber un giro en el timón que muchos opositores temen.
¿A quién se le fueron las cabras en cuestión de registrar la alianza en Nuevo León?
En su columna del diario regio El Horizonte, dice Eloy Garza que los que tuvieron el descuido fueron los del PAN. Dice Garza que los propios panistas fueron los que se confiaron y dejaron todo al último pensando en que iba a resultar fácil el registro estatal cuando ya estaba el registro nacional pero no ha sido así.
Al PAN no le había tocado nunca en Nuevo León ser la tercera fuerza política y hay un gran peligro en que la representatividad que ahora tienen en el Congreso se pierda por lo que parece un descuido.
¿Qué es lo que sigue?
Si la Sala Superior del Tribunal Federal Electoral no falla a favor del PAN seguramente veremos boletas sin candidatos del PAN donde el fuerte es el candidato del PRI y lo mismo donde los del PAN sean más fuertes que los del PRI. El gran problema viene en convencer a los panistas de hueso colorado que voten por el PRI donde no tenga candidato el PAN.
Sabemos que en San Pedro iría el PAN solo y al parecer en Monterrey iría solo el PRI.
¿A quien se le habrá barrido realmente a los del PAN Nacional o a los del PAN Local? ¿Será que a los del PAN local nunca les gusto la alianza con los otros partidos?
Mientras se llega a una conclusión, los naranjas se “lamen los bigotes” pues esta separación les pone más fácil la promoción y la votación. A los de la oposición no les queda más que votar por el candidato, aunque no lleve oficialmente los colores de su partido.
Esperemos…