Me tocó conocer a una persona originaria de Estados Unidos y estuvimos platicando sobre cómo vemos la política en nuestros respectivos países.

Me preguntó que cómo iba México, que cómo veía al presidente y a los políticos de mi país. La respuesta fue sencilla: al presidente lo quiere la mitad del país y la otra mitad no lo quiere. Lo quieren los políticos de su partido y los de los otros partidos no lo quieren. Lo que está haciendo en el país está bien para los que están de su lado y está mal para los que no están de su lado. Los resultados pueden ser interpretados como cosas que no está haciendo el gobierno o como herencias de los gobiernos anteriores. Entonces el país se ha convertido en dos equipos con dos camisetas donde ninguno de los dos lados oye razones.

Cuando yo le hago la misma pregunta acerca de cómo van los americanos con su presidente y con los políticos estadounidenses, su respuesta fue muy similar a la mía. Y al final concluimos que lo mismo pasa en todo el mundo.

Los políticos de cualquier color o partido dejaron de ver por las personas y empezaron a ver por los intereses de su partido o sus intereses personales. Benefician a los que son sus porristas y no a todas las personas. Las políticas publicas, como sus “fans” son polarizadas y parece que están hechas para destruir a los de enfrente y no para construir un país.

Destruir las obras de gobiernos anteriores como si fueran los ídolos que destruían los conquistadores que servían como victoria y como demostración de poder.

Las columnas más leídas de hoy

Hablando con este gringo nos dimos cuenta que aun teniendo una sociedad que está llena de información por lo general leemos lo que nos es afín y no conocemos de cosas diferentes a nuestros pensamientos. Vemos todo mal, todo lo que hacen los opositores y vemos bien todo lo que hacen las personas que piensan como nosotros. Dejamos de cuestionar a los que tienen pensamiento similares a los nuestros y dejamos de analizar las cosas que hacen los que no piensan como nosotros.

Nuestro mundo se ha convertido en un rotundo “No” a la primera, sin siquiera estar seguros que ese “no” es valido. Como los bateadores en el baseball y la regla implícita de no batear la primer bola porque siempre viene mala , aunque no sea cierto. Así esta nuestra sociedad, lo que viene del contrario no es bueno aunque lo sea, y lo que viene de los que son como nosotros no es malo aunque sea malísimo.

Los políticos dejaron de ser políticos para convertirse en los Rudos y en los Técnicos. No hay medias tintas y las negociaciones son casi nulas. Las ciencias políticas han desaparecido y casi casi se han convertido en artes del pancracio.

Mi nuevo amigo gringo y yo determinamos que muchos de los políticos ya no hacen política, no negocian, no hacen lobby, solo se montan en una bandera y defienden ideas a gritos. ¿Volveremos a tener políticos que hagan política? ¿Qué tenemos que hacer para que se busque el bien del país y no el bien de los partidos?

Esperemos que en el futuro inmediato, las personas que estén trabajando en los puestos de elección popular hagan algo por sus representados y que busquen el bien común y no solo los beneficios para un sector de la población en particular.

Esperemos que así sea.

Ricardo Pedraza en Twitter: @rickypedraza