Mientras el Partido Revolucionario Institucional va en picada, Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como “Alito”, se pitorrea de todos y todas y se perfila para continuar en la dirigencia nacional hasta el 2032, lo que podría significar una nueva derrota en las elecciones presidenciales del próximo periodo 2030-2036.
Al final seguir perdiendo es lo que menos le importa. Al megalómano de Alito solo le interesa seguirse enriqueciendo y acaparar los reflectores, además de ningunear y descalificar a quienes no lo apoyan y que ayer, después de la asamblea número 24 de su partido, los llamó “cínicos, lacayos y esquiroles”.
Y es que ayer la debacle del PRI empezó una nueva etapa: cerca de 3 mil 200 delegados de todo el país, al grito de “Alito, Alito” aprobaron los cambios al artículo 178 de sus estatutos para permitir la reelección de la dirigencia nacional hasta en tres periodos consecutivos de cuatro años. Tenemos, pues, Moreno Cárdenas para rato.
Produce náuseas ver que tantas personas sigan apoyando a tan detestable personaje. Claro que tres mil y fracción no son tantos, pero sí los suficientes para votar y permitir que Alito siga al frente del PRI.
Hubo también inconformes que quisieron entrar por la fuerza y rompieron la puerta del Pepsi Center, lugar en el que se llevó a cabo la XXIV Asamblea Nacional Ordinaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que, por cierto, negó el acceso a los medios de comunicación para que no dieran cuenta de lo que adentro pasaba. Un madruguete, tan típico y tan común en el priismo.
Algunos personajes más sensatos como Beatriz Paredes, mostraron su inconformidad desde días antes. La senadora, que insistió no le interesa volver a tener la dirigencia, publicó en redes sociales un día antes del encuentro entre militantes un comunicado en el que hacía un llamado enérgico a los integrantes de las comisiones involucradas para que no se modificara el artículo 178 en sus términos, recordando el “Sufragio Efectivo. No Reelección”, necesario para la estabilidad política de México.
Paredes dijo además que era necesario evitar cacicazgos en el partido. Por supuesto, les valió una pura y dos con sal.
Dulce María Sauri, Manlio Fabio Beltrones, entre muchos otros priistas, de plano no fueron a la asamblea para no avalar la inmoralidad y dijeron que la modificación a los estatutos era un hecho arbitrario de Alejandro Moreno.
Dentro del recinto ubicado en la colonia Nápoles de la Ciudad de México los priistas hicieron lo que les dio la gana y abrieron la puerta no solo al cacicazgo, apoyaron a un sujeto caracterizado por el valemadrismo, de quien se sospecha incluso ha abusado del poder para enriquecerse cínicamente.
Alito busca por todos los medios la impunidad, que nadie lo toque ni con el pétalo de una rosa.
El actual dirigente tricolor tiene varias cuentas pendientes y mucho qué explicar, como el origen de los recursos con los que construyó una residencia valuada en 46 millones de pesos en su natal Campeche, entidad que gobernó en 2015.
La mansión y otros lujos fueron exhibidos por Layda Sansores en sus desaparecidos “Martes de Jaguar”, donde se dio a conocer que Moreno tiene también vehículos de lujo, un McLaren 720S y un McLaren 650S, valuados cada uno en más de diez millones de pesos.
Y no solo eso, su paisana y opositora morenista lo sacó al balcón feamente con el escándalo de las imágenes comprometedoras de varias legisladoras priistas que presuntamente tendría en su poder Alito.
Este lamentable hecho salió a la luz en 2022 y evidenció lo que muchos sabemos: el Revolucionario Institucional es un partido misógino que denigra a las mujeres e incluso abusa de ellas. No olvidemos a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, detenido por el delito de trata de personas, en su modalidad de explotación sexual.
Gutiérrez de la Torre, de quien supimos de sus tropelías por un reportaje presentado en 2014 en el noticiero de la periodista Carmen Aristegui, fue detenido en 2023, pero en abril de este año el entonces candidato a gobernar la Ciudad de México, Santiago Taboada, visitó a la familia del delincuente y posó muy orondo en la foto que se hizo viral y que fue condenada por todos.
No cabe duda: dios los hace y los pillos se juntan.
Alejandro Moreno, a punto de ser reelegido después de que los priistas salieron con su domingo 7, ha sido señalado por su prepotencia y malos tratos, principalmente hacia las mujeres.
Recordemos a Alejandra del Moral, quien a pocos días de terminar la campaña electoral renunció al PRI y mostró su apoyo a la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
La ex candidata a la gubernatura del Estado de México en las elecciones del 2023, dijo públicamente estar en desacuerdo con el rumbo que ha tomado el partido en el que militó por más de veinte años y señaló a Alito Moreno de ser el culpable de que el tricolor esté alejado de sus ideales revolucionarios de democracia y justicia social.
Y es que eso es lo que menos hay en el PRI: ni democracia, ni justicia social.
Lo bueno es que su presencia en la esfera política es casi nula. En 2018 el partido fundado por Plutarco Elías Calles obtuvo 7 millones 677 mil 180 votos y en esta elección le fue peor: sólo logró reunir 5 millones 736 mil 420, es decir, perdieron un millón 940 mil 760 votos.
Alito Moreno había dicho después de la derrota del 2 de junio que habría que cambiar el logo del instituto político, incluso hasta pensó en rebautizarlo, pero ni yendo a bailar a Chalma renacen. El PRI por sí solo no logrará ninguna victoria y los panistas ya le hacen el feo y hasta los culpan de su fracaso en las urnas.
Aliarse con Movimiento Ciudadano parece de locos, pero en política todo puede pasar. No faltará alguno que decida irse con los “fosfo”, de todo hay en las viñas del señor.
Pinta entretenido el tema en los próximos días. Por lo pronto, ¡vaya manera de salir con su domingo 7!