IRREVERENTE

Bueno, también los morenistas que ya no son parte de Morena y los panaderos que dejaron de serlo del PAN

Les platico:

Más de $70 millones pagó de multa el PRI en las pasadas elecciones por incluir en sus listas de militantes a personas que no gestionaron su reafiliación a ese partido.

- Morena pagó $40 millones.

- El PAN, $12.5 millones.

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- PRD: $4.3 millones.

De los partidos rémoras (PT, PVEM, PANAL) ni me ocupo, porque en cada elección sus dueños se venden cual viles meretrices al mejor postor.

Aunque a últimas fechas su cliente favorito, el merecedor de sus devaneos ha sido Morena.

El cobrón de tales multas fue el INE; a lo mejor por eso en el Plan B de Andrés Manuel, tal suposición no aparece por ningún lado.

A todos los partidos les vale madre si sus militantes no se reafilian como militantes al vencer sus “membresías”.

Lo único que les interesa es mantener los mínimos necesarios de empadronados para no perder el registro… ni los cientos o miles de millones de pesos que reciben para operar, financiar sus campañas e inflarse los bolsillos con nuestros impuestos.

¿Ejemplos?

Abel Guerra, marido de Clara Luz Flores Carrales, no ha gestionado su reafiliación al PRI.

Clara renunció al PRI y forma parte ahora del equipo de la 4T como titular del secretariado técnico de seguridad nacional.

Abel no es militante de Morena pero en cualquier momento puede tramitar su afiliación.

De hecho, dentro de poco retomará su rol protagónico en los círculos donde habitualmente se mueve, para tocar temas de su especialidad. Recuerden que es arquitecto…

Otros en NL que son priyistas nomás de nombre son Héctor Gutiérrez y Felipe Enríquez.

Ambos no se han reafiliado al partido con el que siguen siendo identificados.

Bueno, Héctor ya no tanto, porque es el representante del todavía Secretario de Gobernación, Adán Augusto López en NL; acuérdense que el tabasqueño está por irse a dirigir a Morena en lugar de Mario Delgado, quien buscará la candidatura para el gobierno de la CDMX, “Tal cual” les di la exclusiva hace media semana.

De los panaderos y sus travesuras me ocuparé en otro artículo, por hoy, es todo.

Que pasen ustedes un plácido domingo y que disfruten el Superbowl, donde 30 segundos de publicidad costaron 7 millones de dólares.

CAJÓN DEL SASTRE DE PANAMÁ.

“A quienes no les gusta el deporte de las tackleadas, de todos modos véanlo, y si tienen acceso a la transmisión norteamericana, ‘aguacates’ con el anunciante que aparecerá en el primer ‘tiempo fuera’ del partido. Ese pagó 19.9 millones de dólares por el privilegio de anunciarse en los primeros 30 segundos de los espacios publicitarios. Pues no que la cosa anda mal en Estados Unidos?”, remata la irreverente de mi Gaby.