“El reloj es una bomba de tiempo, de más o menos tiempo”.

RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA

Quienquiera que sea el(la) próximo(a) presidente(a) de México tendrá que afrontar un país dolido y con muchos problemas harto complicados de resolver. En particular, López Obrador dejará sembradas siete bombas de tiempo a punto de estallar y su sucesor(a) tendrá que encontrar la manera de desactivar cada una de ellas para no perder al país.

¿Suena dramático? Lo es. Por lo mismo, los candidatos (particularmente la puntera) deberán ponerse manos a la obra desde ahora.

¿Qué hará Claudia con esa herencia maldita? Una que probablemente vendrá acompañada, además, de otro factor: un congreso dividido y en gran medida dispuesto en su contra; ese que entrará en funciones el 1º de septiembre de 2024 (intercalándose un mes con la legislatura saliente para mayor enredo).

Por obvias razones, Sheinbaum no podrá culpar al pasado; ni al tabasqueño ni a Peña ni a Calderón. A estas alturas, ese disco ya está muy rayado.

Los “obsequios” más grandes que dejará Andrés Manuel debajo de su silla son:

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a) Una crisis de proporciones bíblicas en las finanzas públicas, la cual tendrá que resolver con una reforma fiscal comprensiva (que amplíe la base gravable; esto es, que abarque al sector informal de la economía/las clientelas morenistas). Más allá de diseñarla, estructurarla y encuadrarla, le será complicado convencer a sus aliados votar por ella. La medicina que requerirá la Hacienda Pública y el país todo será amarga; mucho.

b) Un sistema de salud pública haciendo estragos entre la población. El desabasto de medicinas, la falta de vacunas, el personal médico afectado, una infraestructura abandonada y millones de personas que requieren poder volver a tener acceso a la salud pública, cualquiera sea el esquema. Un IMSS-Bienestar que no será operante.

c) Inseguridad generalizada. La carta ‘Omar Harfuch’ jugará un papel fundamental; si cuenta con quien fue su secretario de Seguridad en la CDMX, puede quizá encontrar un esquema de solución. Pero ¿cómo replicar la estrategia capitalina a nivel nacional? ¿Cómo replegar al Ejercito a sus cuarteles y retirarles funciones, empresas y giros que hoy conducen? Esta “bomba” va acompañada de otros dos problemas: la crisis de fentanilo en Estados Unidos, que tendrá que ser resuelta en México, así como el creciente tráfico de personas bajo condiciones infrahumanas.

d) Desabasto energético. Habrán cortes masivos al suministro de electricidad. Manuel Bartlett está dejando —a veces pienso que a propósito— un magno problema. Afortunadamente, dado el conocimiento de la doctora Sheinbaum, si estructura una estrategia desde ahora, confío el problema pueda ser acotado.

e) La cláusula Sunset del T-MEC. Revisiones y renovaciones difíciles de vender, comenzando por entre quienes se dicen los aliados de la 4t. El propio Estados Unidos, si bien ansiosamente requiere de la firma, no dejará pasar la oportunidad de cobrarse varios enfrentamientos y disonancias que tiene con México y su gobierno obradorista. Si Claudia no logra la renovación, no solo será un balazo en el pie en su carrera política, será una desgracia para nuestro país.

f) El resquebrajamiento de Morena. Producto de una sucesión presidencial sumamente adelantada y el costo de simular una democracia que no existe en el movimiento político de la cuarta transformación. Para Claudia, presidenta electa, ello no tendría menor consecuencia si no fuera porque, a partir del 2 de junio, la división interna será la fuente de las mayores trabas a la gestión de su gobierno (ex contrincantes muy posiblemente insertos en su gabinete, o bien como las figuras principales de coordinación legislativa y en Morena).

g) La renovación de la rectoría de la UNAM. Es un proceso que si bien antecede a la elección presidencial e involucra una institución por definición autónoma, requerirá que la candidata por Morena asegure la no contaminación política en la casa de estudios. Lo contrario provocaría un foco de inestabilidad social adicional que no requerirá le acompañe durante el inicio de su gobierno. La no intromisión, en cambio, podría tener la virtud de dar por concluido el asunto Yasmín Esquivel Mossa; vergonzoso, manoseado y plagiado asunto.

Bombas de tiempo que la futura presidenta debe desactivar a la voz de ayer.