Para los aliados de México en todas las latitudes la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia trae nuevos aires y un ejemplo de ello, es la visita oficial del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva quien, en una reunión del Foro Empresarial México y Brasil, organizado por el Comce, Apex y CNI, hizo referencia a las relaciones bilaterales y multinacionales que empiezan a resurgir para México.

Durante seis años con un presidente que decidió no salir a enfrentar al mundo a mantener un diálogo razonable y abierto para alcanzar acuerdos que beneficiaran al país, se generó un importante retroceso y un freno de mano al desarrollo económico, energético, político y social, donde la diplomacia y el comercio exterior no fueron la excepción. La administración que concluye no solo puso pausa a la relación con mandatarios que le resultaban incómodos, sino a las relaciones diplomáticas y comerciales con todos los países.

No era el mundo, éramos nosotros

Durante la administración que concluye se dejaron de hacer muchas cosas, y no eran los gringos, como el discurso populista y mediático lo indicaba, ni los españoles y su rey. No, era un presidente mediocre, temeroso y acomplejado que se dedicó a agredir a empresarios, presidentes y medios de comunicación nacionales e internacionales.

Por eso las dos economías más importantes de América Latina no alcanzaron acuerdos comerciales, tecnológicos, turísticos o de otra índole que potencializaran sus economías y a sus sociedades. Hubo que esperar a que concluyera el mandato del presidente para que llegara Lula a impulsar una nueva alianza y relación entre México, la economía 12 del mundo y Brasil, que es la octava.

En su participación en el Club de Industriales, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que es necesario revisar cuanto antes los acuerdos comerciales entre ambos países e instó a que México y Brasil suscriban nuevos.

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Lo dijo con todas sus letras: En los últimos años, ambas naciones han tenido intentos frustrados para pactar un acuerdo de libre comercio o ampliar el Acuerdo de Complementación Económica Número 53 (ACE 53), un pacto de apertura comercial limitado en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).

Planteó que México y Brasil deben buscar un balance equilibrado “político-comercial”, con la apertura “más abierta posible” y “dependiendo mucho” de sí mismos.

Aseguró que “Sheinbaum está armando un gobierno que al parecer, desde el inicio, está comprometido con las mejores prácticas del ejercicio de la democracia y del ejercicio de la relación plural que México debe tener con el mundo y que Brasil debe tener con México, por eso creo que ustedes empresarios no deben tener miedo, deben sentarse a la mesa para identificar las cuestiones que dificultan las relaciones comerciales y para ver si la futura presidenta y yo tenemos la posibilidad de aprobar los cambios que beneficiarán a nuestras economías”.

Abrir nuevos caminos

En respuesta, el designado secretario de Economía, Marcelo Ebrard afirmó: “Hay una avenida muy ancha a recorrer junto con Brasil que tiene que ver con industria aeronáutica y aeroespacial, industria automotriz, equipo médico y farmacéutico y todo lo que tiene que ver con electrónica e inteligencia artificial, energías renovables y habría también un campo importante en la industria alimentaria e infraestructura”.

Por su parte, Miguel Ruiz, presidente de la Cámara México-Brasil (Camebra), fue un poco más directo al señalar: “Estamos a un día de la transición (en México); las bases políticas con la visita del presidente Lula y la dimensión de la delegación empresarial que lo acompaña es muy importante y se han hecho sondeos en el sector empresarial mexicano que arrojan que hay condiciones de los dos países para hablar de la posibilidad de un acuerdo de libre comercio o la ampliación del ACE 53″.

En el mismo evento, Francisco Cervantes presidente del Consejo Coordinador Empresarial aseguró que siempre hay un alto interés de los empresarios mexicanos por invertir en diferentes negocios en Brasil. “La importancia de Brasil en nuestro continente siempre despertará el interés de empresarios de México por detonar inversión y construir alianzas estratégicas de comercio con nuestra nación hermana”.

Al foro asistieron unos160 empresarios de distintos sectores, desde el energético agroalimentario y automotriz, hasta maquinaria, aeronáutica y servicios financieros; también estuvieron presentes representantes de la industria aeronáutica brasileña como Airbus y de energía como ENGIE, empresa que en Brasil es la segunda distribuidora de gas natural y de energías renovables y que en México tiene una importante presencia, entre otras.

El potencial de ambas naciones es mayúsculo y como lo advirtió el presidente Lula, podrá impactar en la consolidación del desarrollo de las que se consideran las dos economías más importantes de la región.

Sin embargo, no nos vayamos por la finta de un tratado de libre comercio tipo el T-MEC, pero sí por acuerdos que busquen la integración de cadenas de suministro y la cooperación entre capitales nacionales de ambos países.

X: @diaz_manuel