Este sábado se llevó a cabo una sesión de trabajo del “Proyecto alternativo para la valoración y la redignificación de las y los maestros mexicanos”, impulsado por el Movimiento Nacional para la Transformación Sindical, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Les había comentado que la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), y los sindicatos aglutinados en ella, ha referido que no van con ninguna candidatura presidencial, porque no ven claro cuáles son los proyectos en torno a los temas laborales y sindicales.
Sin embargo, este no es el caso de los maestros. Ellos han estado participando de manera activa en las mesas de diálogo y en su mensaje se dirigen a la candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”. En dichas mesas se realizó una remembranza de las pasadas administraciones neoliberales, donde se estigmatizó al maestro, contribuyendo además con el deterioro de la educación en nuestro país.
Por eso ellos aseveran que el gobierno actual encabezado por Andrés Manuel López Obrador dio un enorme paso revalorizando la labor del docente, con la última reforma educativa. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer.
Señalan que una de las directrices que ha planteado la Dra. Claudia Sheinbaum es la de “revisar a detalle estos mecanismos y mejorar los procedimientos, a fin de rencauzarlos en el sentido originario que planteó el presidente López Obrador: que la carrera de las y los maestros permita elevar la calidad del magisterio mexicano, elevando a su vez el sentido social de su tarea en todas las comunidades mexicanas y alcanzar así la excelencia educativa.”
Para quedar claros, el movimiento magisterial busca redignificar a los maestros ante la sociedad, así como revisar los procedimientos actuales que tienen para ascender (USICAMM: Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros).
En este evento se contó con la participación de distinguidos investigadores, así como de referentes magisteriales de 26 entidades del país. Todos coordinados por el maestro Ricardo Aguilar, quien habló de que participaron en 22 foros, llevados a cabo por todo el país como parte de los “Diálogos por la educación”, que fueron convocados por el Consejo Nacional de Ciencia y Academia, en los que se dieron cita más de 4 mil maestros, quienes aportaron ideas, preguntas e iniciativas que le harán llegar a la candidata a la presidencia Claudia Sheinbaum.
En el evento del sábado pasado además, se contó con la presencia de personalidades como el Dr. Axel Didriksson, Rafael Lara, el Dr. Arturo Chávez, del Concejo Nacional de Ciencia y Academia, Adrián Velázquez, Dr. José Antonio Paoli Bolio de la UAM Xochimilco, así como de Alberto Trejo y Juan Carlos Beltrán de TU-Red.
Todos concuerdan en la importancia de devolverle la confianza al docente, donde se ratifique la necesidad de valorar su desempeño en el aula de clases, pero también con su integración en la comunidad.
La de la voz también estuvo invitada al evento, y se me pidió dar unas palabras, donde hablé de la importancia de empoderar a las mujeres sindicalistas, ya que la representatividad de estas dentro de las dirigencias sindicales no alcanza a ser ni siquiera del 10% así como trabajar en políticas de conciliación materno-paterno laboral.
Y pude comprobar la destacada organización del gremio de maestros. No les hablo del mi sindicato, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), que se ha hecho totalmente a un lado sobre los temas de conciliación laboral y la reducción de la jornada de 48 a 40 horas, a pesar de tener una mayoría de mujeres en la representación sindical. Su ensimismamiento les impide voltear a ver otras realidades como el tema electoral, que les es totalmente ajeno.
Me resulta incluso llamativo, que mientras los maestros están buscando redignificar su papel ante la sociedad, en el caso de los tripulantes, por más que hemos hablado del tema, parece que hablo con la pared.
Es un verdadero gusto oír estas voces que pugnan por el respeto a su profesión, que es una de las más difíciles, la de enseñar. La labor educativa que debería de ser admirada y no vilipendiada, como se hizo en sexenios anteriores, donde incluso se les llegó a llamar “delincuentes”, tan solo por exigir mejoras laborales.