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El gobierno de la Cuarta Transformación anunció hace unos días el lanzamiento de una nueva línea aérea la cual llevará el nombre Mexicana de Aviación así como el esquema de negoció de la empresa del Estado; sin embargo algunos columnistas financieros y líderes de opinión han manifestado su desacuerdo al proyecto y han hecho comentarios negativos anticipando la quiebra de la aerolínea con argumentos carentes de seriedad en donde domina la ideología y la aversión a las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador.

La nueva aerolínea será operada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tendrá en un principio un total 20 rutas, utilizando como base principal el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y como base secundaria el Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto, ubicado en Tulum.

El secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, informó que los boletos de esta nueva línea aérea comenzarán a venderse a partir del próximo mes de septiembre, y que los precios de estos serán entre 18 y 20% menores a los de las aerolíneas actuales, debido a que los aviones tendrán una sola clase para brindar “un servicio de calidad a un costo accesible”. Al ser una aerolínea del Estado permitirá que los boletos no sean subsidiados ya que toda la infraestructura la administra el gobierno, además la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) que se cobra en el AIFA es mucho más bajo que el que se paga en otros aeropuertos nacionales.

Para el funcionamiento inicial de la aerolínea se arrendarán 10 aviones de la marca Boeing 737-800 de nueva generación, mismos que son capaces de transportar cada uno hasta 180 pasajeros. Las unidades serán entregadas tres en septiembre y otras siete a finales de octubre de este año.

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El diario Reforma publicó hace unos días que la Sedena gastaría hasta 527 millones de dólares, unos 9 mil 240 millones de pesos, en ocho años para arrendar los 10 aviones para la línea aérea del Estado y los servicios adicionales para su operación, esto con datos de la empresa Petrus Aero Holdings Inc, una firma asentada en Texas, que trabajaría para el corporativo aeronáutico mexicano.

Claudio X. que fundó la organización civil Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, publicó un tuit el pasado 19 de agosto con los dichos de un columnista del diario Reforma donde se anticipa sin ningún análisis serio la quiebra de Mexicana de Aviación en manos del Estado

“Al fiasco que ha sido y de seguro habrá de seguir siendo el Aeropuerto Internacional (je, je) Felipe Ángeles, se suma ahora esta costosa compra de una línea aérea en bancarrota, la cual para colmo será entregada en administración al Ejército, operador también de ese aeropuerto, fracasado desde el día mismo de su inauguración. Ninguna experiencia tienen los militares en tareas relacionadas con la aviación comercial, en crisis aun en los países más desarrollados. No es difícil predecir, entonces, que a los barriles sin fondo que son Pemex y la CFE se sumará este otro por donde se irán al drenaje los dineros del erario, es decir de los contribuyentes, es decir de los ciudadanos de cuyo trabajo cotidiano salen los recursos que AMLO desperdicia con la misma inconsciente displicencia con que un chamaco caprichoso rompe los juguetes que le han sido dados.” Catón.

Lo que ignora el columnista de Reforma es que el gobierno no compró una aerolínea en quiebra, sino que adquirió la marca de una línea aérea la cual tuvo a bien quebrar por el manejo corrupto y torpe de un admirado empresario de la derecha de nombre Gastón Azcárraga, mismo que dejo sin empleo y pensión a miles de trabajadores.

El magnate hotelero Gastón Azcárraga adquirió en 2005 a precio de ganga por parte del gobierno del presidente Vicente Fox la empresa estatal Mexicana de Aviación, sin embargo en tan sólo cinco años de gestión, el empresario llevó a la aerolínea más antigua de México a una crisis financiera que derivó en la quiebra de la compañía, lo que significó no solo el dejar sin empleo a miles de trabajadores sino constituyo un daño al erario por los impuestos que se dejaron de pagar y que el Estado dejará de tener una aerolínea que funcionaba con finanzas sanas, además de ser opción para los consumidores.

El abogado Luis Pazos conocido por sus posiciones ultra neoliberales publicó en la red social de Elon Musk un texto donde destaca una nota del diario Reforma en donde se argumenta con bastante simpleza que “el vuelo de Mexicana será un gran negocio... pero no necesariamente para Sedena, sino para Petrus Aeroholding, la empresa que rentará y administrará las aeronaves”.

La pregunta que queda en el aire es ¿si el jurista egresado de la Escuela Libre de Derecho no sabe que es una práctica común que las grandes aerolíneas del mundo tengan acuerdos con empresas para la administración y arrendamiento de los equipos y eso no significa que no sea negocio para las líneas aéreas?

En marzo del 2022 la firma estadounidense Air Lease Corporation alcanzó un acuerdo con Aeroméxico para el arrendamiento a largo plazo de nueve aeronaves Boeing 737, que la aerolínea planea sumar a su flota tras haber concluido su reestructura financiera.

Empresas como Volaris, Viva Aerobus, entre otras tienen acuerdos con grandes corporativos financieros para la administración y arrendamiento financiero de las aeronaves.

Después del acuerdo de la aerolínea mexicana con la empresa estadounidense los títulos de Grupo Aeroméxico, saltaban un 8.35% a 350 pesos, esto impulsado también por el anunció de su salida del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras estadounidense.

Entre los articulistas que ya anticipan la “quiebra de Mexicana de Aviación” sin haber empezado todavía el negocio y con argumentos erróneos y sin ningún rigor periodístico aderezado con la mala leche que les caracteriza, destaca la columna de la periodista Lourdes Mendoza que publicó el pasado 18 de marzo en el periódico El Financiero titulada ¿Sedena, en riesgo por los caprichos presidenciales? donde afirma que la invasión de la nueva aerolínea es dinero del erario tirado a la basura y da entender que cuando la línea aérea era propiedad de Gastón Azcárraga se perdió dinero privado y no hubo daño al erario.

A la señora Mendoza parece no importarle mucho que más de 7 mil trabajadores hayan perdido su empleo y pensiones cuando quebró Mexicana de Aviación, ya que como ella dice no se perdió dinero público sino de inversionistas privados, sin embargo, habría que aclararle algunas cosas a la periodista:

  • Siempre que se echa andar un negocio hay que invertir y se planea que esos recursos tengan un retorno, llegar al punto de equilibrio, por lo que no se entiende el ¿por qué afirma que ese dinero que invirtió en el arrendamiento financiero ya no se recuperará e inclusive se obtendrá un rendimiento? En su texto no hay ningún argumento válido para decir que ya se perdió todo, “ni que fuera la barda de Tula de Felipe Calderón”.
  • La columnista del Financiero afirma que los gobiernos no sirven para administrar aerolíneas, pero hay que aclarar que en los últimos 20 años más de diez empresas aéreas han quebrado y de éstas sólo una era propiedad del Estado, todas las demás incluyendo Mexicana de Aviación pertenecían a empresarios privados.
  • Hay que aclarar que cuando quebró Mexicana de Aviación si hubo un daño al erario, ya que no se pagaron los impuestos correspondientes y que en la adquisición de la aerolínea que pertenecía al Estado, el precio que pagó Gastón Azcárraga en el 2005 fue por debajo del valor de mercado.

En septiembre del 2013, un tribunal federal giró una orden de captura contra el exdirector de la compañía Mexicana de Aviación, Manuel Borja Chico, así como contra Ricardo Arturo Bastón Aguilar y Jorge Eduardo Gámez Martínez, dos de los consejeros de la firma, por una supuesta defraudación fiscal, todos ellos socios de Gastón Azcárraga.

Los tres fueron acusados de una supuesta defraudación fiscal de 55 millones 790,651 pesos, por presuntamente no pagar el Impuesto Sobre la Renta de julio de 2010.

En 2005, Azcárraga Andrade compró a Mexicana de Aviación por un monto de 165 millones de dólares, una operación que no correspondió a su valor real, según acusó en su momento la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).

En diciembre de 2005 se concretó la venta del Grupo Mexicana, desincorporándola de CINTRA. El valor de la transacción fue de 165.5 millones de dólares cuando, según el FOBAPROA-IPAB, el valor de la empresa era de 1,456 millones de dólares.

La señora Lourdes Mendoza debería tener más cuidado cuando hace sus juicios y mayor rigor periodístico antes de publicar sus textos; todavía recordamos cuando dijo que ya había casos de viruela en México por falta de vacunas, cuando esta enfermedad está erradicada en el mundo desde 1977 y ya no se vacuna a los niños para prevenir este mal.

Mexicana de Aviación es una opción para el mercado mexicano y mientras más oferta se tenga, los consumidores serán beneficiados, mal haríamos en descalificar este proyecto antes de empezar.