El Salvador, una pequeña nación centroamericana con poco menos de seis millones y medio de habitantes, se ha convertido en el primer país del mundo en aceptar la criptomoneda como moneda de curso legal, o dinero “fiat”.
Nayib Bukele, principal impulsor de esta medida, argumentó que de esta manera los salvadoreños ahorrarán 400 millones de dólares en comisiones por remesas, además de dar acceso a servicios de banca a quienes no cuentan con este servicio.
Sin embargo, el mandatario salvadoreño, que ya ha anunciado la compra de Bitcoins como “reserva” para dar el equivalente de 30 dólares en la criptomoneda a cada uno de sus habitantes, también agregó que el uso de Bitcoins será “opcional” y podrá utilizarse también la moneda norteamericana en su sociedad dolarizada.
Serán empresas como Bitso las encargadas de proporcionar los servicios a los ciudadanos de a pie de El Salvador, quienes utilizarán la “cartera digital” Chivo Wallet para sus transacciones. Y así, lo que parecía una escena que no veríamos más que en las novelas de William Gibson o Neal Stephenson, una moneda totalmente existente en el ámbito digital y no en formato físico, será utilizada por primera vez en un país del mundo.
No todo será miel sobre hojuelas para El Salvador y Bukele. Mientras que ya se llevaron a cabo protestas en dicho país por la entrada en funciones de Bitcoins como moneda de curso, los inversores en la criptomoneda “premiaron” a los salvadoreños con una caída en su valor frente al dólar de más del 10%, lo cual demuestra la volatilidad de la invención del misterioso Satoshi Nakamoto.