“El éxito les duele, siempre he sido una mujer de éxito.

Lo que digan me vale madre”

Ana Gabriela Guevara

Cuando la corredora mexicana Ana Gabriela Guevara se retiró de su carrera deportiva, dijo que lo hacía por estar en desacuerdo con el “sistema”, la falta de equidad, la ineptitud de los directivos y las anomalías dentro de la Conade. Tres meses después inició su carrera política. Hoy, como titular de la Comisión Nacional del Deporte, encabeza y representa todo lo que alguna vez denunció.

Su llegada a la Comisión Nacional del Deporte (Conade) levantó grandes expectativas por tratarse de una mujer que vivió en carne propia las deficiencias del “sistema”, sin embargo, muy pronto la situación empeoró de manera notable para los deportistas de alto rendimiento, empezando por la reducción, cancelación de becas y la extinción de prácticamente todo tipo de apoyos. Vaya, en el mes de mayo de 2021, a un par de meses de que iniciaran los Juegos Olímpicos de Tokio, el Comité Olímpico Mexicano continuaba en espera de los recursos que habían solicitado para la participación de la Delegación mexicana, que se vio obligada a buscar recursos por parte de patrocinadores.

Un desfalco en tiempo récord

En lo que va de su gestión, Ana Gabriela Guevara parece empeñada en batir récords de corrupción, basta una pequeña búsqueda para encontrar una serie de denuncias que se han venido acumulando: desviación de recursos, sobornos, simulación de licitaciones, cohecho, contratos millonarios vía adjudicación directa, el modo de operar preferido de esta administración federal, un contrato con el gobierno de Cuba por pruebas antidopaje de las que nadie sabe nada, contratos elevados por servicios de alimentación y de publicidad que se desconoce en qué momento fueron aplicados.

En un reportaje titulado “Ana Gabriela Guevara, en el carril de la corrupción”, El semanario Proceso documenta cómo “el Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar) es usado como caja chica de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte”.

La investigación señala:

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“El sistemático juego sucio que emplean los funcionarios deportivos para triangular el erario, evitar filtros de seguridad y pagar con sobreprecios a una agencia de viajes, arrendadora de autos y a una empresa de ingeniería que ‘financian’ la realización de eventos deportivos”.

Proceso

En la triangulación, además de las empresas, participaron altos funcionarios y federaciones adscritas a la Conade, para el segundo semestre de 2019, el daño era por más de 100 millones de pesos y dos funcionarios fueron cesados de su cargo.

En resumen, según los reportes de la Auditoría Superior de Hacienda, la Conade ha malgastado 6 de cada diez pesos que le fueron asignados, de ahí los pobres resultados.

En cuanto al deporte, la situación en la que se encuentra está a la vista de todos, la comitiva de México en los Juegos Olímpicos de Tokio llegó por sus propios medios, luego de que el Comité Olímpico declinara el ofrecimiento de Arturo Herrera de que utilizaran el “Avión Presidencial”, bajo el argumento de que no resultaba viable por cuestiones de logística.

La realidad es que el deporte no es prioridad para este gobierno, desde el inicio de la actual administración los deportistas de alto rendimiento se quejaron y denunciaron la reducción de sus becas y cambios inesperados en las reglas de operación de la Comisión, pero, al ser cuestionada al respecto, Ana Gabriela Guevara respondió, que solo se trataba de “un berrinche”.

La prostitución del deporte mexicano

La gestión de Ana Gabriela Guevara ha estado marcada por la corrupción, amiguismo y compadrazgos; en la nómina de la Conade, se han detectado altos sueldos, aviadores y becas, esas sí disponibles para familiares de los amigos de Guevara instalados en sus puestos sin más méritos que la amistad con la atleta.

Todos estos asuntos, conflictos, chismes, altercados y cambios de reglas afectan directamente en la preparación y el rendimiento de los deportistas.

Situaciones como la de la clavadista mexicana Paola Espinosa, que resultó marginada del equipo mexicano luego de negarse a publicar en sus redes una carta de apoyo a la titular de la Conade, en relación con el desaparecido y saqueado Fodepar.

Desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando también se presentaron “grandes grillas”, no se habían dado tan malos resultados

Hoy, en medio de la justa deportiva de Tokio, nos damos cuenta del pésimo resultado que ha traído consigo una deficiente gestión. La actuación del equipo mexicano está muy por debajo de lo que nos gustaría ver y, de hecho, si habláramos de “seguir el ejemplo” de Venezuela y Cuba, esos países, en sus primeros años de transformación dieron muy buenos resultados deportivos y aquí, ni siquiera eso.

Al final, somos testigos de una verdadera prostitución del deporte y de las consecuencias de su politización y la improvisación de funcionarios, pero lo más lamentable, es que sea una deportista quien lo haya hecho.